La marca de los cuatro aros nos acaba de presentar en el salón de Frankfurt un concepto muy interesante para los amantes de la conducción fuera de “lo negro”: el Audi AI:TRAIL quattro. Se trata de un prototipo en el que la marca muestra algunas soluciones interesantes que podrá emplear en un todoterreno del futuro.

En el caso de los prototipos son los diseñadores quienes marcan la pauta, quedando los ingenieros de producción en un segundo plano. Esto quiere decir que cualquier “locura” es posible, dando rienda suelta a la imaginación. Este es el caso del Audi AI:TRAIL quattro, donde Marc Lichte, Director de Diseño de Audi, ha visualizado cómo podría ser el todoterreno del futuro.

“Con el AI:TRAIL, mostramos un concepto off-road con propulsión eléctrica libre de emisiones para una experiencia de conducción innovadora, lejos de las carreteras pavimentadas. Consecuentemente, diseñamos una carrocería básica monolítica con el máximo acristalamiento, para crear una intensa conexión con el entorno. Un concepto de movilidad sostenible a la carta”, dijo Marc Lichte, Director de Diseño de Audi.

El Audi AI:TRAIL quattro está pensado para que tenga nivel 4 SAE de autonomía en carretera y nivel 3 en pistas forestales, aunque haciendo “el cabra” este nivel puede bajar hasta el 2

Este nuevo prototipo equipa cuatro motores eléctricos, uno por rueda, que producen de manera conjunta 435 CV -320 kW- de potencia y 1.000 Nm de par máximo. Se prescinden de diferenciales ya que el control de par de cada rueda se realiza mediante la electrónica. Así la tracción puede ser mucho más eficiente, a la vez que se ahorra energía en deslizamientos innecesarios, pudiendo tener tracción a un solo eje de manera preferente.

La batería se aloja en el suelo del habitáculo, aunque Audi no detalla su capacidad. Lo que sí nos dice es que será capaz de tener una autonomía de 400 o 500 km según el ciclo WLTP en carreteras o pistas, mientras que si hacemos todoterreno “del bueno”, la autonomía baja a los 250 km.

En cuanto al diseño, el concepto se basa en un solo volumen. Debido a que no necesita motor de combustión, los voladizos son muy cortos, casi inexistentes, facilitando así las maniobras en el campo, con buenos ángulos de ataque y salida. El habitáculo se basa en el de un helicóptero, con grandes superficies acristaladas que llegan hasta el suelo, incluso delante y detrás, para facilitar la visión en los terrenos más abruptos.

Mide 4,15 metros de largo, 2,15 metros de ancho y 1,67 metros de altura. Las llantas son de 22 pulgadas y su altura libre es de 34 centímetros

El chasis es sencillo, con suspensión McPherson y amortiguadores adaptativos, y emplea acero, aluminio y fibra de carbono. Con esto, su peso no es excesivo teniendo en cuenta que es eléctrico, marcando en báscula 1.750 kg. Los neumáticos pueden variar de presión desde el interior, por lo que nos ayudará a salir de las condiciones más desfavorables.

Pasando al interior, vemos que es diáfano, empleando colores naturales y prácticamente ninguna pantalla, salvo la de la instrumentación, que corre a cargo de un teléfono inteligente. Los asientos delanteros cuentan con cinturón de cuatro puntos de anclaje, mientras los traseros son tipo hamaca. No parecen muy cómodos, pero a cambio son desmontables y se pueden utilizar fuera del coche.

Como curiosidad, no cuenta con faros. A cambio dispone de drones en el techo –Audi Light Pathfinders– que pueden ser desplegados delante de nosotros para iluminar el camino, o directamente transmitir las imágenes que captan, para poder orientarnos adecuadamente. Los diseñadores también han incluido una linterna muy especial –Audi Light Companion-, articulada con patas y agarre magnético, que dispone de cámaras además de luz. ¿Lo veremos en producción? Tal cual seguramente no, pero algunas de las soluciones presentadas es posible que las veamos en algún vehículo de producción no tardando mucho.

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