Hace escasas horas que se ha desvelado el Aston Martin DBR22, un modelo exclusivo y de producción muy limitada, fabricado bajo la división Q del fabricante británico. Para ello ha escogido la Monterey Car Week, que se está celebrando en California durante estos días. Se podrá ver en vivo y en directo durante el Concurso de Elegancia de Pebble Beach que tendrá lugar más adelante este mismo mes.
Es el último proyecto de la división de vehículos personalizados Q, que además cumple una década desde su creación en este año 2022. Durante este tiempo han sido responsables de vehículos tan exclusivos como el Aston Martin Vulcan, cuya producción alcanzó tan solo 24 ejemplares. Está inspirado en los biplazas de competición históricos de Aston Martin, asimilables al concepto de “barqueta” que fue tan habitual en las 24 horas de Le Mans durante muchísimos años. Son concretamente el DBR1 y el DB3S los modelos de quien bebe este concepto, aunque a primera vista no cabe duda de la absoluta modernidad de las líneas del Aston Martin DBR22. De hecho, no es la primera vez que la marca británica se inspira en las formas de estos bólidos para dar lugar a un nuevo modelo exclusivo, estrategia similar a la que también han seguido otras marcas como McLaren o Ferrari en años recientes.
Pese a su vinculación con modelos históricos de la marca británica, para este nuevo Aston Martin DBR22 se han desarrollado nuevas técnicas de producción. En este caso, el subchasis trasero del modelo, elaborado en aluminio, es el resultado de la unión de varios elementos obtenidos gracias a la impresión 3D. En palabras de la propia marca, este nuevo método de producción permite reducir los costes de fabricación relacionados con productos de tan bajo volumen como los que Aston Martin ofrece a través de su división Q, además de aligerar el peso final del conjunto sin comprometer su rigidez.
La marca no ha querido revelar por ahora ni el precio ni el número de Aston Martin DBR22 que serán finalmente fabricados
En la parte frontal destaca una calandra en fibra de carbono con un diseño diferente al habitual en los coches de producción de la marca británica, más cercano a los modelos de quien toma inspiración. Sobre el capó se sitúa una abertura con forma de herradura, destinada a permitir la entrada de aire para la admisión del V12 biturbo de 5.2 litros de capacidad. Este destaca por su longitud, y prolonga sus líneas suaves desde la mencionada calandra hasta el habitáculo, delimitado por un pequeño cristal que es más un deflector de aire que un parabrisas al uso.
Tras los asientos aparecen sendas jorobas que suavizan el flujo de aire tras los ocupantes, a la vez que sirven también para vincular su diseño con los modelos de los que toma inspiración. La vista de su zaga está protagonizada por una línea luminosa horizontal que la recorre de lado a lado, por encima del difusor, y las dos salidas de escape de considerable tamaño. Una abertura en esta zona permite la salida de aire caliente a través de esta parte trasera, lo que redundará en un mejor comportamiento aerodinámico. Las llantas son de 21 pulgadas y tienen un diseño de catorce radios, exclusivo del modelo, aunque existirá la opción de elegirlas en distintos colores. Su anclaje es monotuerca, como las que se emplean en competición.
Su interior es quizá el apartado en el que con menor fidelidad se toma la inspiración de sus antecesores, puesto que su diseño dista mucho del aspecto espartano propio de los habitáculos de los vehículos de competición. Prolifera la piel, empleada en los guarnecidos del salpicadero y los paneles de las puertas, así como para cubrir los asientos construidos en fibra de carbono, material que también queda a la vista en algunos elementos de su interior. Como era de esperar, la división Q de Aston Martin pondrá a disposición de los compradores un extenso catálogo de opciones de personalización.
La tecnología es un elemento fundamental en la construcción del DBR22, con un uso extensivo de fibra de carbono y el empleo de la impresión 3D para la fabricación de un elemento estructural”. – Roberto Fedeli, jefe técnico de Aston Martin
En cuanto al rendimiento, el conocido motor biturbo de 12 cilindros en uve y 5.2 litros de cilindrada, ofrece en este modelo una potencia máxima de 715 CV y un par máximo de 753 Nm, que le permiten alcanzar los 100 km/h desde parado en 3,4 segundos, con una velocidad máxima de 319 km/h. Está acoplado a una caja de cambios de 8 velocidades con levas tras el volante, y cuenta con un sistema de entrega inteligente de par, que promete incidir positivamente sobre su comportamiento dinámico.
David García
No conozco sensación mejor que la de un volante en las manos. Disfruto también con ellas sobre el teclado, escribiendo ahora para vosotros algo parecido a aquello que yo buscaba en los quioscos cuando era un guaje.COMENTARIOS