El BMW Serie 6 original hizo su debut en enero de 1976 como sucesor del icónico cupé E9. El E24 solo estaba disponible con carrocería cupé de 2 puertas acompañado de una gran variedad de motores gasolina, pero aun así, había inconformistas que buscaban más. Para ellos la respuesta venía de la mano de Alpina con el Alpina B7 Turbo, el gran buque deportivo que adoptaba la temprana tecnología turbo para impulsar al cupé en las autopistas alemanas. El serie 6 original es uno de esos modelos poco identificables si no te gustan los coches, pero que gira cuellos entre los aficionados, y más en esta versión de Alpina.
La versión más aventajada del E24 era el M6, que partía de la base del BMW M635i con el motor M88/3, una versión modificada del M88/1 del BMW M1. El M6 puede ser distinguido de los otros modelos E24 por una rejilla de entrada de aire más grande, el símbolo M6 en la parrilla y en la parte posterior y un añadido aerodinámico muy sutil. El interior era completamente tapizado, elevalunas, asientos eléctricos con memoria, ordenador de a bordo y demás adelantos tecnológicos de la época, que en total sumaban unos 1.500 kg.
El conjunto se completaba con suspensiones retocadas por Bilstein, en el eje delantero se han instalado un buen par de pinzas de 4 pistones de 300 mm delante y un diferencial autoblocante tarado al 25%, lo que hacía que este coche fuese imbatible. Pero eso ocurriría en 1983, mientras tanto, los “locos” de Alpina ya tenían circulando su salvaje Alpina B7 Turbo. Presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1978, tiene un exterior en color grafito metálico con detalles plateados y dorados, que combina con el alerón delantero, un alerón en la tapa del maletero trasero, distintivo Alpina, salidas de escape dobles y un juego de ruedas Alpina de 16”.
Mientras tanto, el interior incluyen asientos delanteros de cuero negro con inserciones de tela y franjas azules y verdes, aire acondicionado, elevalunas eléctricos, pomo de cambio de madera, relojes VDO, volante forrado en cuero, instrumentación firmado por Alpina y una placa en la consola que lo identifica. En cuanto al rendimiento, parte del M30B30 de seis cilindros en línea de 3.0 litros retocado por Alpina, que cuenta con un sistema de inyección de combustible mejorado, un turbo KKK y pistones Mahle de menor compresión para impedir la autodetonación con la sobrepresión del turbo.
Envía su potencia a las ruedas traseras, como no podía ser de otra manera, a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades. Dependiendo de la presión de su turbo, la potencia oscilaba entre los 250 y 300 CV, por lo que técnicamente es superior al M6 que traería BMW más tarde. Pisar a fondo el acelerador en el Alpina B7 Turbo desde parado significa alcanzar los 100 km/h en aproximadamente 5,9 segundos, y su velocidad máxima es de 250 km/h. Son muy buenas cifras para un GT premium de 2 puertas aun a día de hoy, imaginaos para los estándares de mediados o finales de la década de los setenta.
La unidad que aparece en las fotos es la misma que se mostró en el salón del automóvil de Frankfurt de 1978. Un ejemplar que ha sido protagonista en numerosos reportajes de revistas especializadas y estaba a la venta en Bring a Trailer. Se ha vendido por 103.000 dólares, unos 94.500 euros.
Francisco Javier Rodriguez
En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.COMENTARIOS