Si el Audi RS3 te sabe a poco, puede que tengas que recurrir a los servicios de ABT, preparador especializado en Audi y Volkswagen. Para esta temporada 2018, el ABT Audi RS3 Sportback se nos presenta en el mismo blanco alpino que la Edelweiss o flor de las nieves (Leontopodium alpinum). Los paracaidistas alemanes de la SGM la llevaban en el uniforme para identificarse como auténticos soldados, eso es que habían ido personalmente a los Alpes a por ella. Su recolección está prohibida actualmente, también en España.
El programa de personalización del RS3 arranca en las llantas, las ABT Sport GR (8,5 x 20) de 10 palos y negro mate o brillo, aunque se puede optar a otros modelos en 19″ y 20″, ABT ER-C, ER-F o FR. Este no necesita plástico negro para aparentar que las tiene más grandes (las ruedas). Hasta los discos de freno parecen pequeños, como cuando alguien pone llantas de 19″ a un utilitario de 100 CV. Se pueden pedir frenos más gordos para mitigar este efecto.
ABT incluye como opción una suspensión de altura ajustable firmada por KW, por si la de Audi Sport no es suficientemente pétrea, además del kit de barras estabilizadoras. Si todo esto se quiere llevar a juego en el plano acústico, ABT también ofrece una línea de escape. Poco a poco se va engordando la factura, como cuando cae una bola de nieve por los Alpes.
Hablemos ahora de potencia y de caballos. El cinco cilindros del RS3 entrega de serie 400 CV, que no están nada mal, pero la potenciación ABT Power lo deja en 460 CV solo retocando la centralita. Si eso no fuese suficiente, no pasa nada, con la modificación ABT Power R llega a los 500 CV y un monstruoso par de 570 Nm a repartir entre la tracción total quattro. Además de la repro, ABT modifica el intercambiador de calor (intercooler) y la línea de escape para que el aire tenga más flow que el ganador de una batalla de gallos.
Con 500 CV rasca los 300 km/h y pulveriza el 0-100 km/h en solo 3,7 segundos
La macarrada se puede cumlminar con el paquete aerodinámico, que consta de aditamientos en el labio inferior, parrilla frontal, faldillas laterales y el difusor trasero, obligatorio para la potenciación más gorda, la cual trae casi todo “de serie”. La guinda al pastel la pone la posibilidad de meter cueros de mayor calidad y piezas de fibra de carbono en el interior. Solo es un problema de dinero.
Javier Costas
Me gustan los coches desde que tengo uso de razón (o antes). Tras haber conducido más de 400 coches aquí sigo, divulgando y aprendiendo a partes iguales sobre las cuatro ruedas. Vosotros habéis hecho que se convierta en mi pasión.COMENTARIOS