A comienzos de este verano, nos hacíamos eco de que el último Saab jamás construido sería subastado. El susodicho, un Saab 9-3 Aero Turbo4 Sport Sedán, forma parte de la historia automotriz sueca, y es algo por lo que, probablemente, los fanáticos de la marca hayan sentido mucho apego. Finalmente, ha encontrado un nuevo dueño, aunque no por poco dinero: 43.576 euros.
National Electric Vehicle Sweden (NEVS) compró los activos de una Saab cuando cayó en quiebra en 2012. Al año siguiente, NEVS reinició la producción del 9-3, que duró hasta 2014. Pero antes de entrar al nuevo año, la compañía fabricó un 9-3 Aero Turbo4 destinado a pruebas de choque. Unos crash tests que nunca sucedieron y que permitieron guardar la berlina en la fábrica durante seis años. Tras su puesta en venta por la empresa matriz, ahora podrá ver la luz del día.
Conducido tan solo por 66 kilómetros, el chasis #YTNFD4AZXE1100257 emplea un motor Ecotec turboalimentado de cuatro cilindros y 2 litros, de origen General Motors. Con 220 CV y 350 Nm de par, asociado a una transmisión automática de seis marchas. Asociado a un sistema de tracción a las cuatro ruedas, podía alcanzar los 100 km/h desde parado en 8,6 segundos y los 235 km/h de velocidad máxima. Su consumo medio era de 7,9 l/100 km.
El Saab 9-3 en sí mismo todavía está en producción, aunque en China y con un tren motriz eléctrico y placas NEVS
Su impecable pintura Diamond Silver casa a la perfección con las llantas de turbina plateadas. El interior está acabado en dos tonos, con asientos de cuero marrón claro y el salpicadero negro. Parece mentira que el diseño base del coche se remonte a 2002, pues no parece que hayan pasado casi dos décadas por él. Eso sí, pagar en torno a 10.000 euros más por él que cuando era nuevo es meritorio para un coche generalista, pero es sabido que Saab tiene un aura especial.
El afortunado comprador fue Claus Spaangaard, un entusiasta de Saab de Dinamarca y propietario de un taller de reparación de automóviles. Él ya tiene dos vehículos de la casa en su colección, incluido un 9-5 de última generación (basado en la plataforma del primer Opel Insignia). “Ya tengo dos coches Saab y pensé que debería comprar este también”, dijo Spaangaard. “Es el último Saab, después de todo”.
Es bueno ver que el último Saab oficial jamás construido vaya a parar a un verdadero entusiasta de la firma. Spaangaard viajará a Trollhättan, Suecia, para recoger su coche y recibir una presentación exclusiva de NEVS en las instalaciones de Saab, aunque no sabe cuándo podrá hacerlo. “En este momento estamos muy ocupados ayudando a las personas a cambiar los neumáticos de invierno, así que veremos cuándo tenga tiempo de venir a recogerlo”, manifestó.
Ciertamente, es importante señalar que este ejemplar en concreto no es en realidad el último Saab jamás construido, aunque sí es el último en contar con los logotipos corporativos. Ese honor es para un prototipo construido en 2017 bajo las placas identificativas de NEVS para conmemorar el 40 aniversario del 99 Turbo. Basado en un 9-3 Aero y bautizado como “Retroturbo”, presentaba un esquema único de pintura naranja combinado con detalles retro.
NEVS hoy está en una posición financiera mucho más saludable. La compañía está trabajando en una nueva gama de vehículos eléctricos y, gracias a la ayuda financiera de la nueva matriz china Evergrande, adquirió recientemente la firma de motores eléctricos Protean y una participación del 20 % en Koenigsegg. Pero lo más importante: felicitaciones a Claus Spanggaard por poseer una parte de la historia automotriz.
Luis Blázquez
Aficionado al mundo del motor desde que fui concebido. Aprendí a leer con revistas de coches y, desde entonces, soy un completo enamorado de la gasolina. Como no se nace sabiendo todo, cada día es importante aprender algo nuevo y así ampliar los conocimientos. Este mundillo tiene mucho que ofrecer, al igual que un servidor a vosotros los lectores.¿Saab generalista? Primera noticia
Hombre, por calidad e ingeniería, yo la considero generalista, aunque no fueran muchas las unidades vendidas y eso le diera un toque exclusivo. Muchos de los Saab empleaban la misma plataforma que algunos Opel. En cambio Volvo, si parece estar un escalón por encima, llegando a ser premium actualmente o semi-premium en el pasado.
Pero Saab como tal, no existe, ya que vetaron su uso, mucho a de cambiar la cosa para que vuelva como tal…
O sea, ¡¡¿le clavaron 10.000 € más por la cara?!!…pero literal, ¿no?