Fiberfab Jamaican II V8, el kit car estadounidense que escondía un V8

Fiberfab Jamaican II V8, el kit car estadounidense que escondía un V8

Con 1.110 kg y 150 CV era un precioso kit car


Tiempo de lectura: 8 min.

Los kit cars han sido, en muchas ocasiones, la solución para acceder a un deportivo para aquellos que no contaban con tanta capacidad económica. Pero no siempre ha sido así, hay pequeños fabricantes nacidos de este tipo de vehículos por su capacidad para conjuntar un buen motor con un buen chasis desarrollado de forma artesanal, lo que unido a una carrocería ligera de fibra podía hacer sufrir a muchos deportivos de campanillas. Hoy os voy a contar la historia del Fiberfab Jamaican II V8, el kit car estadounidense que escondía un V8, que con 1.110 kg y 150 CV era un precioso kit car con una relación peso-potencia muy interesante.

La idea de kit car está intrínsecamente ligada a los inicios del automóvil. Sin embargo, como producto vendible, comenzó a ganar proporciones comerciales solo en la década de 1950, época en la que la fibra de vidrio se empezó a utilizar en la industria del automóvil. Este material se ha convertido en el motor de innumerables fabricantes artesanales y de pequeña escala porque es mucho más económico y sencillo de manipular. Además, es un material ligero y no se oxida, cualidades notables, especialmente en una época en la que la tecnología para prevenir la corrosión en el acero era todavía muy primitiva.

El público objetivo de los kit cars eran precisamente aquellos entusiastas que siempre soñaron con tener un vehículo fuera de lo común como medio para explorar la creatividad tanto a la hora de montarlo como de personalizarlo. En consecuencia, esto acabó proporcionando una experiencia completamente nueva en cuanto a la relación de afecto y vínculo del propietario con el propio vehículo, quizás comparable a restaurar un modelo antiguo o incluso modificar un coche de serie. Algo de inmensurable valor comparado con las modas habituales en la industria automovilística tradicional.

Fiberfab Jamaican(1)

La libertad que ofrecía un kit car funcionó muy bien como poderoso dispositivo publicitario, especialmente entre finales y principios de los años sesenta y setenta, ya que desafiaba la lógica de la industria tradicional. Fiberfab era una empresa automotriz estadounidense que comenzó fabricando kits de carrocería para automóviles como el Corvette. A mediados de la década de los sesenta, ofrecían coches en kit, algunos de los cuales tenían chasis y carrocerías personalizados, normalmente equipados con motores y tren de rodaje británicos o estadounidenses.

El resultado final dependía evidentemente del compromiso, el cuidado y el buen gusto del propietario, pudiendo ser desastroso o excelente. Algunos trabajos bien hechos acababan expresando de una forma u otra la personalidad del propietario en forma de coche. Con ausencia total de cromo y sin muchos pliegues, la carrocería del Jamaican estaba marcada por una línea inspiradora en la cintura, que en cierto modo recordaba la forma de una botella de Coca-Cola.Una forma común en la época asociada a la deportividad y seguida por gran cantidad de deportivos alrededor del mundo.

La parte trasera tenía una caída continua y prácticamente recta que terminaba abruptamente, es decir, una interpretación del Kammback ideado por el alemán Wunibald Kamm como forma de mejorar la aerodinámica. Estéticamente, seguía las influencias de los superdeportivos de la época, el Ferrari 250 GTO, el Shelby Daytona Cobra, o incluso el Lamborghini Miura.

Fiberfab Jamaican(2)

No había parachoques, algo inusual en la época, incluso entre los deportivos, y que acabó dando un toque de atemporalidad, así como la forma alargada de las carcasas de los faros. Esta última quizás la característica estética más destacada del Jamaican. El acento deportivo lo da la línea de cadera de la que hablábamos antes, que al estar tan alta creaba la falsa impresión de que el coche estaba demasiado bajo, a pesar de que el parabrisas, por ejemplo, era el Igual que el Corvette C2 y tenía una inclinación similar.

Como curiosidad, la luneta trasera procedía del Porsche 911, y detrás de cada ventanilla, procedentes del Karmann-Ghia, había una entrada de aire que podía estar funcional o no, dependiendo de la mecánica utilizada. El Jamaican había sido diseñado para aprovechar la plataforma y componentes mecánicos de notables deportivos británicos como los Austin-Healey 100, 100-6 y 3000, los Triumph TR3, TR4 y TR250, y los MGA. Los ingenieros de Fiberfab no pudieron ampliar la gama de opciones porque, como todos estos coches ya empleaban un chasis autoportante, eliminar las piezas originales de la carrocería afectaría significativamente la rigidez estructural.

Modelos como el Austin-Healey Sprite y el MGB fueron descartados, Fiberfab incluso recomendaba que cada comprador especificara el coche base para que el kit viniera con paneles de carrocería hechos a medida. Hubo otros contratiempos, empezando por las puertas que no siempre encajaban exactamente en la carrocería del auto porque tenían una curvatura diferente, por lo que correspondió al propietario buscar soluciones para corregir este problema. Tampoco tenía maletero, contaba con el espacio, pero le tocaba al propietario recortar parte de la trasera para adaptarla como tapa.

Fiberfab Jamaican(3)

Debido a estas peculiaridades, el montaje del Jamaican era más recomendable para personas experimentadas y con conocimientos amplios de mecánica. Si bien las plataformas mecánicas de los deportivos británicos funcionaron eficientemente en el Jamaican, aprovechando todas las ventajas y singularidades que casi ningún automóvil norteamericano podía ofrecer, el público percibió que se estaba limitando su potencial. Como el modelo original era proporcional a las dimensiones compactas de los deportivos británicos en los que se basaban, los ingenieros de Fiberfab se propusieron desarrollar una versión más grande para dar cabida al V8.

Más ancho, largo y una mayor distancia entre ejes, incluyendo su propio chasis, esto lo alzó al limbo de los coches kit car, sin arrastrar las virtudes o defectos de los modelos en los que podía estar basado. En apenas seis meses vio la luz este Fiberfab Jamaican II V8, con una apariencia mucho más agresiva e intimidante, capaz de encarnar el espíritu de un muscle car. Fiberfab recomendaba la utilización de V8 de bloque pequeño, pero algunos lograron instalar V8 de bloque grande con éxito.

La suspensión procedía de cualquier Corvair fabricado a partir de 1966, la dirección podría provenir del mismo vehículo, e incluso del Ford Pinto, el subchasis delantero procedía del Camaro, y el eje trasero del Chevelle. Esta ensalada de piezas parecía funcionar bien junto con una potencia y un par monstruosos y una carrocería de fibra de vidrio. El nuevo capó que se abría de forma más convencional, pero aun así su imagen es imponente, con un precio de salida —según un catálogo de 1976— era de 2.700 dólares.

Fiberfab Jamaican(5)

A ello, claro está, habría que sumar el precio del motor, la transmisión, y del resto de piezas antes citadas y necesarias para poner este kit car en circulación. Fiberfab declaró oficialmente que en 1970 apareció en el mercado americano “cierto” automóvil japonés que tuvo un éxito inmediato y era muy similar al Jamaican. Basta detenerse un instante y tapar el morro del Jamaican para darse cuenta de que se referían al Datsun 240Z. Esta sugerencia se escuda en que el importador japonés adquirió un Jamaican 18 meses antes de que saliese a la venta el 240Z.

Si bien no es imposible que el Jamaica haya inspirado al deportivo japonés, es curioso que un fabricante de kit cars acuse a una marca de copiarle, ya que, al fin y al cabo, él se dedica a “inspirarse” de otros deportivos. El V8 erogaba 150 CV y 298 Nm, más que suficiente para mover sus 1.110 kg hasta los 96 km/h en 9,2 segundos. Puede parecer lento, y de hecho más del doble de lo que podía hacer el Chevrolet Corvette C2 Stingray, pero por una fracción de su precio podías presumir de deportivo y, si el presupuesto y el ingenio te lo permitía más adelante, podías instalar un V8 más potente para dotarle del propulsor que merecía.

La historia que acabó con Fiberfab ya os la conté en el artículo del Chevrolet Corvette Fiberfab Centurion, y nombró el Jamaican en honor a la mujer. El cambio de normativa nos hizo ver desaparecer los kit car, pero ese espíritu artesanal está más vivo que nunca entre los aficionados a la corriente restomod. En ella podemos ver creaciones tan extremas como el Porsche 924 GTP “Spirit of America” que pudimos ver hace unos días, o incluso que hay fabricantes que siguen sacando piezas para devolver la frescura a modelos clásicos.

Fiberfab Jamaican(6)

Aunque no hay un registro oficial de cuántos Jamaican II se construyeron, muchos de ellos todavía sobreviven y se pueden encontrar en Internet. Muchos fueron descuidados y alguien que esté dispuesto a emprender un ambicioso proceso de restauración puede dejarlos en estado de revista con un poco de paciencia y suerte, aunque puedes encontrar uno que todavía esté en buenas condiciones por menos de 25.000 dólares. Sea como fuere, el sector de los clásicos está más vivo que nunca, reviviendo viejas glorias y actualizando algunas que nunca tuvieron el éxito que merecían.

Quizá sea el momento en el que más se habla de la contaminación que produce fabricar un vehículo, y la respuesta de muchos pasa por el reciclaje de esos modelos, queda atrás la seguridad, pero, por ejemplo, ¿por qué no se evalúa en el marco de la tan aclamada seguridad de los coches modernos la capacidad de iluminación nocturna? Las fotos del modelo actual han sido tomadas de una subasta de Bring A Trailer.

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Sobre mí

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

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Kornival
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Kornival

Con un 4 cilindros consigues más de 300cv. Para que un v8 que solo da 150cv?.si hay algo en lo que los japoneses les dan clases a los americanos e italianos es a sacarle rendimiento a un motor.

cacho_perro
Invitado
cacho_perro

Hay que tener en cuenta que en la época en que se comercializaron estos kits cars ya había severas normas anticontaminación en EEUU por culpa de la crisis del petróleo de los años 70 que restringían mucho la potencia de los V8 americanos, sobre todo los pequeños… los Mustang y Corvette sufrieron el mismo “recorte” de potencia, pero eso sí, el par seguía siendo enorme y se conseguía a muy pocas revoluciones, por lo que la sensación de “músculo” seguía siendo grande y no era complicado hacer chirriar las ruedas a la salida de los semáforos como les gustaba a… Leer más »


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