De lo reciente a las razones de fondo. Del parte más actual al punto de partida en el que aquí nos paramos para entender por qué Lotus atraviesa un presente indeseado, por qué no es el que los británicos esperaban. El boletín del primer semestre del 2025 ha arrojado estadísticas que son toda una consecuencia del cambio de rumbo que la firma ha adoptado. Caída de ventas, pérdidas operativas y la lamentable decisión en la que los fabricantes suelen caer cuando las cosas no marchan.
Revisemos los números, siempre teniendo en cuenta que corresponden al desempeño global. De enero a junio de este año, Lotus registró 2.813 nuevas matriculaciones, lo que se traduce en una considerable caída del 43 por ciento en relación con el mismo período del 2024. Este ritmo interrumpido de las ventas ocasionó una reducción de ingresos del 45 por ciento, al haber percibido 218 millones de dólares y al haber padecido una pérdida de 263 millones. Y quienes pagan son los trabajadores: en la planta matriz ubicada en Norfolk, Reino Unido, se espera que los despidos lleguen a 550 empleados.
Para comprender esta pura y dura actualidad, es necesario recopilar los últimos antecedentes comerciales y tener en cuenta la siguiente premisa: el papel del grupo chino que desde el 2017 ha estado siendo el poseedor del 51 por ciento de las acciones de Lotus Cars. Al entrar en la órbita de Geely, la marca británica empezó una transición de la esencia que históricamente la caracterizó como especialista de deportivos ligeros a fabricante de eléctricos. En los últimos años, las consecuencias por la injerencia de los asiáticos, sumadas a otros factores, se intensificaron.
Un impacto inmediato se registró en 2023, cuando Lotus cerró el año con casi 7.000 entregas, de las cuales el 63 por ciento más de 4.300 unidades fueron coches eléctricos. En ese contexto, la firma se propuso una alta previsión de ventas para el 2024, de unos 26.000 automóviles, para ser exacto. Al cabo del primer semestre del año pasado, el crecimiento había sido de casi el 240 por ciento. Un incremento que no sorprendió, ya que casi la totalidad de las ventas del 2023 se habían producido recién durante los meses finales del año.

Lotus Europa: La casa no está en orden
Tras ese desempeño semestral del 2024, se determinó que, como objetivo anual, dicha previsión no se cumpliría, por lo que se recortó a unas 12.000 ventas. La influencia del mercado norteamericano se había hecho notar en aquella primera mitad del año pasado, al contribuir con el 26 por ciento de las ventas totales, pero todo cambió hacia el segundo trimestre del 2025, cuando el desempeño se estancó debido a las imposiciones arancelarias del Gobierno estadounidense, dependiendo, en simultáneo, del ritmo de ventas en China, donde Lotus comercializó casi la mitad del total semestral.
En Europa, donde tampoco le ha escapado a las medidas arancelarias –en este caso, a eléctricos que se fabrican en China, donde de la planta de Wuhan salen los Eletre y Emeya, SUV y berlina, respectivamente–, el desempeño de ventas de Lotus también ha dejado que desear. Los dos modelos mencionados anteriormente no han estado cumpliendo las expectativas y el resto de la flota, incluyendo las propulsiones más convencionales como la del Emira, no han estado acompañando.
Para el 2026 se esperan nuevos coches y una profundización de la transición eléctrica, pero en Geely ya empezaron a actuar: además de los despidos en el marco del posible cese de la producción en la planta británica, le han abierto la puerta de retirada al hasta entonces jefe de Lotus Europa para poner en su lugar a una nueva directora, Mao Jingbo, procedente de Lotus China, donde ejerció desde noviembre del 2022 hasta finales del primer trimestre del 2025. Definitivamente, la casa no está en orden.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS