Voy a empezar diciendo que este Nissan Micra N-Sport ha sido toda una sorpresa. La última vez que pude conducir un Micra, de la generación anterior a esta, me pareció un coche muy sencillo, era versátil, sí, pero nada me hacía pensar en ese coche como una opción a comprar. Y mucho menos en el caso de un chaval con el carnet recién sacado, que son los usuarios que más me suelen cuadrar con estos coches. Sin embargo, con esta generación me ocurrió todo lo contrario. Ya me gustó su diseño cuando Nissan lo dio a conocer y después de probarlo, me gusta todavía más y no solo por diseño. Ahora sí, lo veo como una muy buena opción para chavales con 18-20 años, tanto por diseño como por todo lo demás.
El Nissan Micra es el coche más vendido de Nissan, o lo era hasta que llegaron los Nissan Qashqai y Nissan Juke y por Europa circulan más de 3,5 millones de unidades. No es precisamente un desconocido, pero nunca ha sido tan juvenil y deportivo, al menos en estéticamente hablando. La actual generación es la quinta y se puso a la venta en 2016, lo que quiere decir que ya no le queda mucho en el mercado y ya sabemos que cuando sea renovado, Nissan lo convertirá en un coche eléctrico. Es el futuro que les espera a todos los coches, tarde o temprano todos acabarán siendo eléctricos y me alegro de haber podido probar la última generación del Micra con motor de combustión, pues me ha dejado un buen sabor de boca, como se suele decir.
Desde el primer momento, no he podido dejar de compararlo con el Peugeot 208 que pude probar a finales de 2021, pues van dirigidos al mismo tipo de cliente y por prestaciones y características son muy parecidos. Son rivales en el mercado, obviamente, y el modelo francés tiene una gama más completa con versión eléctrica incluida, pero la versión que probé, con el motor de 100 CV y el acabado Allure Pack, es totalmente equivalente al Nissan Micra N-sport que nos cedió la marca, acabado por cierto que ya no está disponible en la página web de Nissan.
Entra por los ojos, tanto por dentro como por fuera
Lo primero que me llamó la atención del Micra fue su interior. El diseño, que también me parece muy acertado, es algo que llevamos viendo desde 2016 y en vivo es uno de esos coches que se ve como en las fotos, no hay cambios en la impresión que genera como ocurre con otros, pero el habitáculo es otra cosa. La sensación general es bastante buena, no es un coche que destaque por ofrecer los mejores acabados del segmento o el mejor diseño, pero no me esperaba que fuera tan agradable. Las formas, los colores elegidos, los materiales, desde el primer momento me sentí cómodo. Me gusta la zona tapizada con Alcántara del salpicadero, me gusta que tenga mandos físicos para las habituales funciones básicas (radio, climatización, modos de conducción…) y el sistema de sonido Bose equipado por la unidad probada, añade altavoces en el reposacabezas del conductor logrando un sonido genial. No es algo de lo que suela hablar, sobre todo siendo un detalle que se puede cambiar cuando al usuario le venga en gana, pero en esta ocasión merece ser mencionado por su calidad.
El diseño general del coche gusta a todo el mundo, no escuché ningún comentario negativo al respecto e incluso llama la atención cuando vas conduciendo. No es diseño rompedor, pero es un coche que tiene unas formas equilibradas y personales, incluso el director de espíritu RACER, un tipo que suele ser muy crítico con ciertos detalles, también tuvo buenas palabras para el coche, lo que dice mucho del Micra, al menos para mi.
Hay cosas que no me gustan, nada es perfecto y todos tenemos nuestras manías, como la sujeción de los asientos, por ejemplo. Son cómodos y a la vista no resultan feos, pero no ofrecen un agarre lateral elevado. En una conducción normal son satisfactorios, pero subiendo el ritmo adolecen de poca sujeción lateral. Seguramente nadie eche en falta más agarre, poca gente circula lo suficientemente rápido como para llegar a notar esto, pero no está de más comentarlo. También destacar que el climatizador es convencional, es decir, monozona, un detalle que personalmente no me desagrada, pero actualmente todos los rivales llevan climatizador bizona y aunque no por ello quiere decir que sean mejores, si podría ser un motivo suficiente para que un usuario piense en otras opciones.
Por espacio no debería haber problemas. Sí, es un segmento B y por ende, es un coche pequeño, pero no debemos olvidar que hace un puñado de años, allá por los 90, las familias hacían vida con coches de este tamaño. Los actuales utilitarios son tan grandes como los compactos de los 90, el coche estrella de aquellos años, así que no debería haber muchos problemas. Si metes una sillita de bebé habrá sitio para otra persona adulta, pero no podrás llevar dos. Tres personas en las plazas traseras viajarán apretadas y el maletero, aunque versátil, se quedará corto para las vacaciones de una familia de más de cuatro miembros (y para estos también, aunque se puede apañar). Sin embargo, podrás hacer la compra sin problemas, siempre que no pretendas llevarte todo lo del mes, en cuyo caso, tendrás que saber jugar al Tetris para acoplar toda las bolsas.
Solo un motor disponible, aunque solvente y usable
El Nissan Micra actualmente solo tiene un motor disponible, algo que personalmente, si veo como un escollo. Es una forma de trabajar muy común entre marcas japonesas, una oferta mecánica bastante limitada, pero la quinta generación del Nissan Micra se ofreció al inicio de su comercialización con otro motor más potente, 117 CV, que me hubiera gustado probar porque el chasis pide más caballería, pero ahora solo está disponible con un bloque 1.0 turbo de 92 CV que si bien, es un motor que no responde mal, creo que se queda corto.
Para un uso normal, el “motorcillo” de 92 CV es muy solvente, mueve el coche suficientemente bien en todas las circunstancias, no gasta mucho y es agradable en su funcionamiento, sin vibraciones, sin tirones, sin tosquedades, pero falta “chicha”. Si por ejemplo, quieres hacer una buena incorporación a la autopista, acelerando y alcanzando os 120 km/h rápidamente (no como hacen la mayoría de la gente, que parecen tenerle miedo al acelerador y entran en la autopista a 70 u 80 km/h…), no presenta problemas y puedes hacerlo en marchas largas sin mayores inconvenientes que pisar el acelerador un poco más, pero si quieres hacer un adelantamiento en carreteras secundarias, las cosas son diferentes. Aquí tienes que bajar marcha sí o sí, para pisar a fondo posteriormente y mantener el pedal así hasta que acabes con el adelantamiento. Y si es cuesta arriba, mejor esperar a que haya doble carril o una carretera más llana.
Ese tipo de comportamiento hace que los consumos sean muy sensibles al uso. Si circulas relajadamente, sin acelerones, usando el acelerador con suavidad, el consumo es muy bajo, es sencillo ver cómo el ordenador de abordo marca cifras alrededor de los 5 ó 6 litros, pero si usas el acelerador con más intensidad, estirando las marchas y exprimiendo el motor, la cifra se puede disparar hasta los 9 litros a los 100 km. En esas circunstancias acabarás circulando muy rápido, pero también puedes circular muy rápido manteniendo los consumos en una cifra más aceptable, sobre los 7 o 7,5 litros/100 km, siempre que lleves el coche “a punta de gas”, es decir, acelerando con más suavidad y aprovechando el par del motor. No es mucho, 160 Nm, pero el coche tampoco pesa demasiado y permite ganar velocidad sin disparar los consumos.
Para las pretensiones del coche, los 92 CV son más que suficientes, esa es la realidad, pero con algo más de cilindrada iría mucho mejor. Es una sensación que tengo con muchos de estos motores pequeños con turbo, a excepción del Ford Fiesta ST Line, que con la microhibridación gana mucho a bajas revoluciones. Quizá sea esa la mejor opción actualmente, hibridar estos motores pequeños para que no tengan esa falta de fuerza que aparentan tener todos. En el caso del Peugeot 208, se trata de un propulsor de 1.200 centímetros cúbicos y esos 200 centímetros cúbicos adicionales se notan, siendo un motor más “lleno”.
Sin embargo, no malinterpretéis mis palabras, no quiero decir que el motor del Nissan Micra sea malo, nada de eso, como he dicho antes, no vibra, no suena en exceso, no es tosco y además, sube bien de revoluciones y tiene un funcionamiento, en general, agradable, pero su poca cilindrada no le permite tener mucho empuje y cuando se busca potencia, los consumos se disparan y las ventajas que pueda tener un motor pequeño, desaparecen.
Permisivo al límite y muy controlable
Esa falta de potencia se nota cuando afrontas una conducción menos comedida y le buscas las cosquillas. Puedes ir muy rápido, raro es el coche que no te permite ir a velocidades de cárcel a día de hoy (incluso los más pequeños, como el Toyota Aygo, te dejan hacer un poco el salvaje), pero no tienes la sensación de ir “a saco”. El motor corre, al fin y al cabo son 92 CV y el coche no pesa mucho, sobre 1.200 kilos, y eso se nota, pero los 160 Nm de par no ofrecen mucha sensación de empuje y la caballería disponible no pone en apuros al coche nunca. Ni siquiera a la hora de frenar, cuando los tambores traseros podrían notarse algo más.
Las suspensiones no trabajan mal en ningún momento. En una conducción por poblado presentan una buena absorción de los baches y de los insufribles resaltos y guardias tumbados, presentes en todas las ciudades y pueblos, al igual que los agujeros en las calles y asfaltos agrietados. No me ha parecido una suspensión seca ni incómoda, ni siquiera en compresión a alta velocidad, lo que se agradece en el día a día, sobre todo cuando llevas a un niño pequeño en las plazas traseras.
Esa suavidad también se agradece cuando afrontas carreteras más retorcidas y con mal asfalto, porque permite rodar con comodidad incluso a buen ritmo. El coche no se descoloca, no pone en apuros al conductor, todo es muy controlable incluso al límite, pues el eje trasero no se mueve y cuando te pasas de la raya, arrastra el morro, es decir, subvira y con dejar de acelerar o corregir levemente con el volante, todo vuelve a su cauce. El Nissan Micra es un coche muy permisivo.
Cuando afrontas una carretera de curvas las sensaciones siguen siendo las mismas, falta chicha y el chasis podría con más motor. Puedes entrar a saco en una curva, incluso frenando y acelerar nada más soltar el freno, sin que haya problemas de ningún tipo. No hay malas reacciones, no hay pérdidas de motricidad, no hay sustos, pero tampoco hay mucha diversión. Es entretenido, pero no es un coche con el que quieras salir a conducir por el mero hecho de conducir. Si es tu primer coche, lo vas a disfrutar y aprenderás mucho conduciendo todos los días, pero si además eres como nosotros, que salimos de vez en cuando a rodar por puro vicio, pronto querrás cambiar a algo con más carácter. Como le ocurre al Peugeot 208, es un gran primer coche.
Aprovechando los descuentos de la marca, su precio es interesante
Una de las bazas que juega el Nissan Micra, incluso con el acabado N-Sport (del que ya hemos comentado que no está disponible en la web de la marca), es el precio. Sin descuentos, la tarifa ronda los 21.000 euros, pero con los descuentos y promociones típicas de todos los fabricantes, el precio se queda por debajo de los 18.000 euros. Actualmente, es un buen precio, si quieres gastar menos tendrás que bajar un escalón, ir a por un urbano, pero son menos coche en todo: más pequeños, menos equipados, menos potentes… o mirar un Dacia Sandero, por ejemplo.
Por tanto, creo que como primer coche, para aquellos que se acaban de sacar el carnet de conducir y quieren un coche nuevo, pero tienen un presupuesto ajustado, el Nissan Micra es una buena opción. Gasta lo justo, corre lo justo y es muy pintón, tanto por fuera como por dentro. Los acabados son buenos, la conducción es agradable y es puedes aprender mucho con él. Si lo que quieres es un coche versátil y que te lleve de un lugar a otro sin más, también es una buena opción, porque cumple con todos los requisitos.
Datos técnicos
MODELO | Nissan Micra N-Sport | |
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MOTOR | Delantero trasnversal. Tres cilindros en línea con 999 centímetros cúbicos y turbo. |
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RENDIMIENTO | Potencia máxima | 68 kW (92 CV) a 5.000 rpm |
Par máximo | 160 Nm a 2.000 rpm | |
TRANSMISIÓN | Tracción delantera, cambio manual de cinco relaciones y marcha atrás | |
DIMENSIONES Y PESOS | Largo por ancho por alto (en mm) | 3.999 x 1.743 x 1.455 |
Batalla (en mm) | 2.525 | |
Peso en orden de marcha | 1.170 kilos | |
Volumen del maletero | 300 litros | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 11,8 segundos |
Aceleración de 80 a 120 km/h | N.D. | |
Velocidad punta | 178 km/h | |
Relación peso potencia | 12,7 kg por CV | |
CONSUMOS | Consumo medio homologado (WLTP) | 5,6 litros/100 km |
Consumo medio durante la prueba | 7 litros/100 km | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 20.447 euros |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS