Allá por 1986, tres señores con apellidos ilustres hablaban sobre la resurrección de una marca legendaria: Bugatti Automobili S.p.A, fundada por Ettore Bugatti en 1909 en Francia. Estos caballeros os sonarán por sus apellidos: Ferruccio Lamborghini, Paolo Stanzani, y Nuccio Bertone. Ellos ya estaban embarcados en sus propias aventuras automovilísticas, así que convencieron a Romano Artioli para que comprase tan ilustre marca y la relanzase con un modelo que quitase el aliento. Y Artioli lo hizo.

A partir de ahi, tenía claro que debía ser un supercoche lo que haría renacer la marca, por lo que comenzó a contratar a los mejores ingenieros, tanto italianos como ingleses, alemanes o franceses. Se pusieron a trabajar en la nueva fábrica de Módena y meses más tarde nacía un coche de leyenda: el Bugatti EB110 GT.

Chasis de fibra de carbono, tracción a las cuatro ruedas y un motor V12 de 552 CV y 3,5 litros, con cinco válvulas por cilindro y cuatro turbos. Toda una obra maestra que dejaba obsoletos a los motores de la época. Y no solo a la planta motriz, sino que con su espectacular diseño, obra del maestro Marcello Gandini, conseguía hacernos soñar con conducir un EB110 algún día. Esta macchina conseguía llegar a 100 km/h desde parado en 5 segundos, y continuar hasta llegar a su velocidad máxima de 336 km/h. Simplemente brutal.

Solamente 90 afortunados pudieron hacerse con uno (entre ellos Michael Schumacher, con un EB110 SS amarillo), pues la compañía tuvo que cerrar sus puertas por problemas económicos. No se vendían los suficientes como para mantener la fábrica en pie. La historia posterior ya la conocéis: la compra de Volkswagen y el resurgimiento de Bugatti con los Veyron y Chiron.

En el documental que podéis ver más arriba, se insinúa que pudo haber sido la competencia (¿Ferrari?) quien presionó a los proveedores de componentes para que no trabajasen con Bugatti. En cualquier caso, fue una pena ese fracaso, con un producto tan maravilloso como el EB110. Hubo un intento posterior de resucitarlo a partir de lo que quedó de aquella Bugatti, el B. Engineering Edonis.

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