El Lamborghini Miura es una de esas piezas de coleccionistas que pocos tienen la capacidad de tener en su garaje. Este modelo deportivo ha llamado la atención durante todo este tiempo por sus prestaciones y, por su puesto, por su diseño, obra del maestro Marcello Gandini, pero lo que nadie sabía es que uno de los primeros modelos que se fabricaron estuvo pasando desapercibido ante la atenta mirada de todo el mundo. Este es el caso del chasis 3045, que solo se sabía una pequeña parte de su historia, pero ahora se ha conocido todo lo que había detrás de este curioso chasis del Lamborghini Miura de 1967.

Detrás de cada coche hay una historia única y muy especial y es que desde que se lanzase este coche en 1967, han sido muchos los rumores que han aparecido sobre el mismo. En ocasiones, hay situaciones que por inexplicables que parezcan tienen una gran historia detrás y ahora le ha llegado el turno al científico alemán y coleccionista de coches históricos Georg Gebhard, que ha hecho una labor extraordinaria de investigación para saber qué había detrás de ese Miura con número de bastidor 3045 que tenía en su posesión. 

Él quería uno de los primeros modelos que se produjeron porque solo pesaba unos escasos 930 kg, del que se llegaron a producir unas 475 unidades, de las cuales se han estado modificando las placas de numeración al antojo del fabricante. Con una potencia estimada de  350 CV y un par motor de 369 Nm, apostaba por 4 carburadores Weber y un doble árbol de levas junto a refrigeración líquida y lubricación mediante cárter húmedo. Debido, en parte, a su motor V12 central, tenía una carrocería realmente bonita y fina, de las que te entran por los ojos sin importarte lo que había en su interior y eso fue lo que llegó a redefinir el concepto de coche deportivo a finales de la década de los años 60. 

En el caso del coche que hoy nos concierne, se supo que inicialmente se entregó a Felice Riva, un magnate italiano de la industria textil y que tuvo un par de propietarios más antes de que Gerbhard se hiciese con él, pero realmente su historia es mucho más interesante y es que estamos ante el primer Lamborghini Miura P400 que estuvo en distintas exposiciones durante todos estos años de existencia. 

El Lamborghini Miura chasis de Georg Gebhard en el salón de Ginebra de 1966, el primer Lamborghini Miura

Lo más curioso es que la historia de recuperar el color original de este coche y descubrir la trama que había detrás, pasa por una pequeña reparación, donde volvieron a ver todos los colores. “Decidimos raspar y ver que nos encontramos. Lo hice con el pintor y pasé dos semanas raspando la pintura a mano, un proceso de pintura al revés y el problema es que cuando raspas demasiado ya no la puedes recuperar”, afirma Gerbhard en declaraciones para Hagerty. 

Durante todo este proceso, llegaron a sacar más de 20 capas en total, y lo que es más curioso, se llegó a tener un diseño propio de una obra de arte vanguardista y abstracta que tiene distintos acabados de primer nivel que hace que sea un cartel deambulante. Pero Gebhard seguía con muchas dudas sobre su origen.

La historia que se contó era clara, el coche de exhibición se destrozó por un accidente con un camión, pero en muchas ocasiones cuando se intenta tapar la verdad, esta termina saliendo tarde o temprano. Inicialmente, se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1966 con el número de chasis 0502 pintados en Rosso, en Turín estuvo de Bianco, mientras que también estuvo exhibido en Argentino Indianapolis, Giallo Sole y Giallo Verde, que era la secuencia de colores que se encontraron a medida que quitaron esas capas de pintura.

 Ante esta situación insólita, fueron muchas las dudas sobre lo que pasaba con ese coche y es que todo hacía pensar que se vendió el coche de exhibición. Para salir de dudas, se pusieron en contacto con anteriores trabajadores de la fábrica de Bertone, quienes confirmaron que solo un modelo fue pintado varias veces para comprobar la reacción del público y a todo ello, fueron más allá, admitiendo que se llegó a cambiar en varias ocasiones la placa de identificación.

Lo que es evidente, es que este coche estuvo pasando por distintas manos hasta llegar a las de su propietario actual, y es que obviamente este modelo ha sido uno de los más cotizados en el mercado y más si se tiene en cuenta que hace un par de años, un Lamborghini Miura P400 fue vendido por más de 4 millones de euros.

Para ver las fotos del coche, obra de Antonio Mocchetti, nada mejor que acudir a la publicación de Hagerty, donde se pueden encontrar más imágenes de este importante ejemplar.