Desde la revista Hot Rod, que se ha hecho eco de este caso, se plantearon la pregunta del millón: “¿A dónde van los coches de carreras viejos cuando se retiran?”, introdujo en su artículo el colega Steven Rupp, oriundo del Sur de California. Nunca hubo, hay ni habrá respuesta absoluta. Una jubilación lógica sería los eventos de carreras históricas. Otra igual de frecuente los ubicaría en museos y colecciones privadas. ¿Por qué no años o décadas de olvido en la oscuridad de un granero, con millas acumuladas como automóvil de uso diario, hasta un resurgir tan merecido como incierto? Ninguna de las tres. El caso de este Ford Mustang 1969 Fastback es una excepción.

La noticia es contundente: más de 55 años después de su salida de fábrica, este Mustang será coche de carretera por primera vez, pues está en proceso de una matriculación que nunca conoció. Sin ser vendido jamás a un propietario particular, se estrenó años después como una unidad de carreras de aceleración y pasó casi tres décadas compitiendo en la disciplina.

No es que su destino haya estado escrito desde sus inicios en el cuarto de milla. Al salir de la línea de montaje, este fastback pudo haber sido manejado como un coche de carretera más desde un principio, pero pasó sus primeras décadas en los depósitos del concesionario Holman & Moody, en Long Beach, donde experimentó la quietud y algunos retoques en la amortiguación. Una larga espera interrumpida por una primera compra que finalmente llegó.

Ford Mustang 1969 Fastback: Pasado, presente…

Su primer dueño fue Ed Conrad, una leyenda de las drag race que, entre su talento y un desenlace fatal en plena competición, se ha hecho una fama merecedora de una próxima entrega –llama la atención, de hecho, que en la nota de Hot Rod no se le haga mención alguna–. Bajo su posición, Conrad dio inicio a una sociedad con Chuck Hoffman, piloto con quien preparó este Mustang sin kilómetros acumulados para las carreras. Cliff Lozis, el otro nombre que caracteriza al coche en ambas puertas, se sumó en algún transcurso de este proyecto.

Hoy, este Ford Mustang del ’69 pertenece a Paul Bosserman, dueño de Old Anvil Speed ​​Shop, con sede en Orange, California. Es Bosserman quien habla frente a cámara en el vídeo que aquí les comparto y en el que confirma que tomó posesión del coche bajo la cortesía de Hoffman y Lozis, quienes, retirándose de las pistas, se lo han confiado. Paul Bosserman es la clave: de él nació la idea de acondicionarlo para que matricularlo y poder utilizarlo más allá de los circuitos.

Al respecto, dos cuestiones esenciales sobre la actualidad de este pony car. Por un lado, el hecho de matricularlo no significa que dejará las pruebas de aceleración. Todo lo contrario. Un objetivo central es ponerlo a correr en la clase AFX. Es por eso que Bosserman, con algunos ajustes necesarios de por medio, lo ha llevado recientemente a la icónica pista de aceleración del Match Race Madness 2025, en Bakersfield, donde lo probó por primera vez y realizó un octavo de milla en 6,05 segundos a 178 km/h. Con un cuarto de milla estimado en 9,5 segundos, este entusiasta ha adelantado que intentará bajarlo a ocho.

Y un futuro como restomod matriculado

Por otro lado, y lo que más nos interesa, está el estado actual y lo que le espera al vehículo. La premisa es hacerlo correr lo más veloz posible. Es por eso que el Mustang, que registraba en la balanza más de una tonelada y media, ya empezó a bajar de peso. Pero lo más importante es la versatilidad y la actualización que pretende darle al V8. Bosserman apunta a reemplazar el carburador por la inyección de combustible y administrar el suministro del combustible, la refrigeración y demás sistemas mediante una unidad electrónica. Eso sí, sería una sustitución eventual, bajo las demandas de las circunstancias y las conveniencias.

“Nuestro plan con la inyección de combustible es que podamos quitarla rápidamente y volver a instalarle el carburador en caso de que tengamos que competir en determinadas categorías”, profundiza en el vídeo. La modernización, que incluye además cambios de frenos, no será exclusiva de la mecánica. El plan incluye modificar las ruedas, los neumáticos, los indicadores analógicos originales por una pantalla digital y los faros tradicionales por una iluminación exterior LED. Sí, a este Ford Mustang 1969 se lo podrá ver por primera vez en las calles como un restomod.

Ahora sí, es hora del vídeo, por el que damos crédito al canal oficial Old Anvil TV, al que habrá que seguir atentos, porque Paul ha prometido próximas entregas que darán cuenta de la evolución del coche. Hacerlo “más rápido, más tuneable y realmente apto para circular por primera vez en su vida”, según la descripción que acompaña al siguiente material. Al mismo tiempo, no quiero dejar de destacar el aporte de la revista de MotorTrend, un valioso documento para un valioso Mustang.