Un apretón de manos esperado e inevitable. Era cuestión de tiempo que los Renault 4 del pasado y del presente se autoconvocaran. ¡Vaya diferencia de tamaños! Al lado de los R4 de toda la vida, el E-Tech parece un SUV compacto. El lugar de encuentro fue el Centro de I+D+i de Renault Group establecido en Valladolid. Una propuesta que no habría sido posible sin el aporte del Club Clásicos Renault 3, 4, 5, 6 y 7.
Fueron ellos quienes llegaron los tres ejemplares históricos que acompañaron en fila al eléctrico, que por el peralte encabezó el grupo. Bien, no estoy aquí, en realidad, para profundizar sobre algo que, mejor, dejarle al equipo de prensa de la firma del rombo. Cuestión que, al leer sobre la participación del Club Clásicos Renault 3, 4, 5, 6 y 7, me adentré en su universo en búsqueda de 4 Latas por los que valiera la pena matar el rato. Simple pasatiempo de aficionado. Un Renault 4 Super cumplió con la expectativa.
No fue el Renault 4 Super Confort una versión vista con normalidad en España, pues las 33.777 unidades fabricadas –7.216 en 1962 y 26.561 al año siguiente– se destinaron en exclusiva para el mercado francés, lo que no quiere decir que no hayan llegado a suelo español. Según este club especializado, cinco años atrás se contabilizaban dos matriculaciones de esta peculiar variante, pero no en península: las dos se detectaron en Canarias, donde ingresaron gracias a las ventajas de importación del régimen fiscal especial de las islas.
Si alguien pregunta por el R4 de Josué, lo lógico sería que todos pensáramos en el mismo coche. En las fotos cedidas al Club por el propio dueño, Josué González Delgado, el acabado Blue Jean se mimetiza con el paisaje. ¿Por qué una peculiar versión? Una de las imágenes lo muestra de espaldas, revelando su rasgo más característico: la apertura del maletero. “Limusina de lujo, seis ventanas, portón trasero plegable con venta descendente”, detallaba uno de los anuncios publicitarios de la época.
¡Que vivan las lunetas levadizas! Aunque, en este Renault 4, el accionamiento del cristal tenía como objetivo el acceso al espacio trasero, porque era parte del portón, que en este caso se abría hacia abajo y se sujetaba con dos topes de goma enganchados en ambos lados interiores. Tal disposición se prestaba para salir de pícnic, pero no garantizaba el mejor acceso al espacio de carga. Aquel anuncio también hablaba de un “interior muy confortable”. No lo podía dejar pasar, pues la calidad de su cabina era otra de sus características destacadas. Las butacas estaban en otro nivel, con una tapicería de tela para la ocasión. El cromado también elevaba el status del modelo.
Me queda recomendarles que activen el sonido del publicado por el propio Josué González –bajo estas líneas–, donde comparte el paso a paso de la apertura del maletero en su Renault 4 Super Confort. Todo comienza llevando el paragolpes para despejar la zona. Con el interior a la vista, se nota que este coche fue sometido a una restauración exhaustiva, tal como el Club Clásicos Renault 3, 4, 5, 6 y 7 informa, pues el tapizado ya no es el original de tela.
Mauro Blanco
Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.COMENTARIOS