Es Curioso que después de la Segunda Guerra Mundial, algunas de las mejores ideas surgieron de mentes externas a los fabricantes, aunque, por lo general, siempre tenían algún tipo de relación con una compañía automovilística. Ahí está el caso del señor Hoffman, epicentro de la puesta en escena de coches como el Mercedes 300SL o el Porsche 356 Speedster.
Ben Pon es otro tipo que resultó ser decisivo en la creación de un modelo que, a pesar de estar destinado al transporte de mercancías, es hoy día un icono: la Volkswagen T1. Quizá no sepas su historia, pero su creación fue espoleada Ben Pon, importador de Volkswagen en Holanda a finales de los años 40, quien, al parecer, quedó impresionado por una plataforma de transporte que había ideado los operarios de la fábrica de Wolfsburg, sobre la base de un chasis de Volkswagen Type 1 –entonces no se le conocía como Escarabajo–.
A finales de los 40, Volkswagen estaban en una situación delicada. La Segunda Guerra Mundial había finalizado y todas las instalaciones de empresas alemanas, involucradas en la contienda, estaban en ruinas, o casi. En el caso de Volkswagen, sus instalaciones estaban en manos británicas, quienes había ordenado el regreso a la producción del Type 1 en 1945. Poco después, en 1947, Benjamin Marinus Pon –conocido como Ben Pon– abrió el primer concesionario de la marca fuera de sus fronteras.
No obstante, antes de abrir su importación de Volkswagen a Holanda, visitó la fábrica en 1946 y se sintió interesando por unos vehículos, creados sobre la base del Type 1, para mover piezas por las instalaciones de la compañía. Una de las particularidades, era que el puesto de conducción estaba situado atrás y la carga delante. Era un aparato que no tenía nombre, aunque acabaron por llamarle Volkswagen Plattenwagen.
Inmediatamente, Ben Pon vio el potencial que podría tener un vehículo de transporte, una furgoneta, sobre la misma base del VW Type 1 y realizó un boceto de lo que podría ser un vehículo así. Boceto que está fechado en abril de 1947 y que sentó las bases de la que acabaría siendo la Volkswagen T1.
El proyecto comenzó como un vehículo derivado del Volkswagen, pero finalmente acabó por contar con chasis y elementos propios, aunque compartía muchas cosas con el Escarabajo
Finalmente, después de un desarrollo que duró menos de un año, el “proyecto Type 29” –así se conocía internamente– se presentó oficialmnte el 12 de noviembre de 1949 como Volkswagen Type 2, pues era el segundo vehículo que la firma alemana ponía en producción –es decir, solo fabricaban el Type 1, más conocido como Escarabajo, y el Type 2, la icónica Volkswagen T1–. La producción comenzó el 8 de marzo de 1950 y llegó a las tiendas como Volkswagen Transporter –Volkswagen Combi en Estados Unidos–.
Cuando llegó a producción, las cosas habían cambiado bastante. No estaba basada en el chasis del Type 1, contaba con una carrocería autoportante totalmente nueva, aunque sí compartía gran cantidad de elementos con el Type 1, como era el propulsor, un cuatro cilindros boxer de 1.131 centímetros cúbicos y 25 CV. La gama se componía de dos opciones: Panelvan –sin ventanas– y Kombi –ventanas y asientos–, aunque luego fueron llegando versiones de todo tipo, como las ambulancias o los autobuses –Bus de Luxe, también conocido como Samba o “23 cristales”–.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS