La existencia del Skoda Favorit 136 L/A del Campeonato Mundial de Rallyes es uno de los mejores episodios en la historia de la casa checa. Y es que, al fin y al cabo, con más de su siglo de historia a sus espaldas ésta puede presumir de haber protagonizado no pocos momentos estelares. Para empezar, antes de la Segunda Guerra Mundial fue una marca de calidad con interesantes modelos de gama media a los que se unió la fabricación bajo licencia de vehículos Hispano-Suiza. Todo un asalto al segmento más exclusivo y refinado del momento, lo cual se conjugó con la comercialización de motocicletas y vehículos industriales.
Además, aún con las dificultades propias de la Guerra Fría y el Telón de Acero responsable de partir Europa en dos, Skoda pudo saltar barreras para inscribirse repetidas veces en el Rallye de Montecarlo. Una de las pruebas más icónicas en el calendario del automovilismo deportivo, donde llegó a ser toda una referencia en lo relativo a la clase con menos de 1,3 litros de cilindrada. Así las cosas, esto viene avalado por las victorias en su categoría del Octavia TS – tres, de 1961 a 1964 – y el 130 RS – una, en 1977, con doblete de primera y segunda posición – .
Sin duda una sorprendente historia de éxito en el Montecarlo. La cual vivió su mejor continuación con el Skoda Favorit 136 L/A del 1989, ganando cuatro veces consecutivas en su clase desde 1991 hasta 1994. La mejor y más efectiva campaña de publicidad para el Favorit, lanzado en 1987 para vivir la transición de Skoda desde ser una empresa estatal en un país de economía socialista a convertirse en una de las filiales del Grupo Volkswagen. Todo ello, además, no sólo salvaguardando sino también potenciando para el futuro la tradición de la marca en todo lo relacionado con el mundo de las cilindradas escuetas en las pruebas de rallye.
Dentro de la clase por debajo del litro y medio de cubicaje, Skoda obtuvo en el Montecarlo una importante saga de éxitos protagonizados por diversos modelos durante varias décadas
Skoda Favorit 136 L/A, la revolución del “ todo adelante ”
En los años setenta Skoda tuvo un gran éxito gracias al 130. Un modelo poco prestacional aunque no por ello poco deportivo, capaz de cosechar excelentes resultados en los rallyes gracias a su bajo peso y más que efectivo paso por curva. Además, en el mundo de la producción en serie el 130 cobró fama de icono gracias a ser el “ 911 de los pobres “ . Un apelativo ganado gracias al brío de su escueta mecánica, pero especialmente a la disposición de su motor. Colgado detrás del eje trasero.
De esta manera, la saga de los Skoda 130 dominó durante más de veinte años con su planteamiento de “ todo atrás “. Sin embargo, aun con mucho retraso respecto a las marcas occidentales, Skoda creyó necesario a comienzos de los ochenta transitar hacia la tracción delantera. Además, quisieron presentar este giro bajo una llamativa carrocería firmada por Bertone. Todo ello con el objetivo de abrirse paso en el mercado occidental, del cual habían estado postergadas durante décadas debido a la escasa inversión en innovación ejecutada por el régimen comunista.
Así las cosas, cuando finalmente se presentó el Skoda Favorit en 1987 éste ponía fin al dominio de los “ todo atrás “ poniendo “ todo adelante “. De esta forma, el último de los 130 de competición – el LR – dejó un hueco en el mundo de los rallyes que fue rellenado con los primeros Skoda Favorit preparados por la marca. Pensados para revalidar aquellos éxitos en la clase del Montecarlo relativa a los modelos con menos de 1,3 litros, la cilindrada del bloque motor con cuatro cilindros subió hasta los 129,6 centímetros cúbicos.
A pesar de parecer un modesto modelo deportivo del Grupo A, pocos modelos pueden sacar pecho como éste, exhibiendo el haber ganado cuatro veces seguidas su clase en el Montecarlo
Gracias a ello entregaba 65 CV a 6.500 revoluciones por minuto, manejados por una caja de cambios que llegó hasta las seis velocidades en la primera actualización recibida por el Skoda Favorit 136 L/A. Respecto al peso, éste se quedaba en unos 750 kilos. Motivo por el cual este modelo contaba con un excelente y ligero comportamiento en los rallyes, siendo uno de los modelos más interesantes de la época dentro de la homologación del Grupo A. Y no es para menos. Ya que, aunque no sea en la clasificación absoluta sino sólo dentro de su clase, pocos vehículos pueden alardear hazañas como cuatro victorias consecutivas en el prestigioso Montecarlo.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.COMENTARIOS