Coche del día: SEAT Cupra GT

Coche del día: SEAT Cupra GT

El sello Cupra ya apuntaba maneras, aunque finalmente era más bonito que competitivo


Tiempo de lectura: 4 min.

CUPRA es, hoy día, una marca por derecho propio y además, con modelos específicos, sin réplica en SEAT, como son el Formentor y el Born, este último, eléctrico. Pero como todos sabéis, no siempre ha sido así. CUPRA nació como una versión deportiva de la segunda generación del SEAT Ibiza, allá por los años 90 (concretamente, en 1996), que acabó por convertirse en el sello deportivo de la marca, teniendo un lugar privilegiado en la gama del León y también del Ibiza. Por desgracia, esa gama CUPRA solo tuvo presencia en esos dos modelos y finalmente, solo en el León, aunque se estaba fraguando su conversión a una marca independiente en esos momentos.

Sin embargo, a muchos se les olvida un coche que nos hizo soñar a muchos aficionados. Corría el año 2003 y se celebraba el Salón del Automóvil de Barcelona, cuando SEAT dejó a todo el mundo con la boca abierta, presentando un coche que nadie se habría imaginado nunca en la marca: el SEAT Cupra GT, un prototipo espectacular, diseñado por el centro de estilo de la marca en Sitges, con forma de superdeportivo y alma de carreras. Por aquellos años, SEAT iba a ser la firma deportiva del Grupo Volkswagen, la encargada de batirse el cobre con Alfa Romeo, algo que nunca acabó por hacerse realidad, aunque no fue porque los ingenieros y los directivos de la marca no lo intentaron.

Sus dimensiones lo hacían muy espectacular, sobre todo por sus 2.100 milímetros de ancho y sus 1-190 milímetros de alto

El SEAT Cupra GT lucía los característicos e inconfundibles rasgos que de Silva imprimió a los modelos de la marca, los cuales, fueron presentados con el SEAT Tango y luego, con el Salsa, dos modelos que nunca llegaron a producción, pero cuyas formas se vieron replicadas en el SEAT León de segunda generación y en el SEAT Altea. Sin embargo, el Cupra GT llevaba esas líneas un paso más allá y las coronaba con unas grandes llantas y un alerón trasero de proporciones casi colosales. Era un superdeportivo a la altura de lo más granado del mercado, un coche para luchar de tú a tú con Lamborghini o Ferrari, pero que, por desgracia, nunca pasó a producción. El destino del Cupra GT estaba en los circuitos del Campeonato FIA GT. Era evidente que Volkswagen no dejaría que un coche así luciera el sello de SEAT, sobre todo cuando Audi tenía en el horno el R8 (se presentó también en 2003 bajo el nombre de Auto Le Mans quattro Concept). Además, de Silva había pasado a dirigir el departamento de diseño de Audi un año antes.

seat cupra gt concept (2)

SEAT no había tenido nada similar ni como prototipo. El SEAT Cupra GT tenía un chasis tubular de aluminio, cubierto por una carrocería de fibra de carbono. Su Cx. era de solo 0,32, a pesar de contar con un alerón de gran tamaño y solo pesaba, en conjunto, 1.100 kilos. Para animar semejante creación, SEAT recurrió al banco de órganos del Grupo Volkswagen, pues la marca española no tenía nada que pudiera ser aprovechado. Se optó por un V6 3.0 biturbo de origen Audi (diámetro por carrera, de 82,5 x 92,8 milímetros, respectivamente). Los dos turbos tenían sendos intercoolers de gran tamaño, que recibían el flujo de aire a través de las aberturas que había justo detrás de las ventanillas. Anunciaba 500 CV y 600 Nm, pudiendo rozar los 300 km/h y completar el sprint hasta los 100 km/h desde parado en 4,2 segundos.

Aunque se anunciaban 500 CV, la potencia en competición es un valor muy variable, pues depende del reglamento

Por supuesto, era propulsión, con un cambio secuencial de seis relaciones, frenos AP Racing con rotores de 378 milímetros delante y 355 milímetros detrás, suspensión de paralelogramo en todas las ruedas, con muelles dobles y amortiguadores Öhlins. Las llantas eran de 18 pulgadas y se calzaban con gomas 265/650 delante y 285/680 detrás.

El SEAT Cupra GT nació en una era loca de Volkswagen, con Ferdinand Pïech a los mandos del buque y a simple vista, empezado en hacer de todas las marcas del grupo al espectacular. Solo se fabricaron siete unidades y por desgracia, no contaron con el desarrollo adecuado y no fueron muy competitivas. Hubo unidades a las que se les cambió el motor por un V10 Lamborghini.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

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