Uno de los ejercicios de diseño más innovadores del fabricante sueco fue el Saab Aero-X Concept. Fue presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2006 y adelantó la estética de los futuros modelos de producción de la marca.
A nivel estético lo que más llamaba la atención era su peculiar sistema de apertura de las puertas, que formaban un bloque solidario con un extenso parabrisas, que se prolongaba hasta cubrir la casi totalidad del habitáculo. Conectaba de forma casi indetectable con la luneta trasera, ofreciendo una increíble superficie acristalada.
Se podía considerar como una evolución del sistema de apertura de alas de gaviota. Este peculiar sistema de acceso a su interior, con diseño del antiguo arte japonés conocido como Origami (arte que consiste en plegar el papel sin usar tijeras, consiguiendo cualquier forma imaginable) permitía una panorámica de 180 grados del habitáculo, gracias a la ausencia del pilar A.
Su interior mostraba un diseño limpio de estilo escandinavo, con un tablero de instrumentos sin los indicadores ni botones habituales, ofreciendo imágenes en 3D en diferentes pantallas, denominadas por entonces ”pantallas transparentes”.
Además de las voluptuosas y musculosas líneas, lo que más llamaba la atención era el sistema de apertura de las puertas solidarias con el techo, recordando la antigua técnica de plegado japonesa conocida como Origami. La ausencia del pilar A otorgaba una visibilidad de 180 grados
La suave y musculosa carrocería estaba construida en fibra de carbono en su totalidad. Muchos de sus elementos de diseño -sobre todo de la parte delantera- se materializaron en modelos de producción de Saab, como los restyling de 9-3 y 9-5, así como el 9-4X. Este coupé de “una puerta” medía 4.675 mm de longitud, 1.918 mm de anchura y 1.276 mm de altura, con una batalla de 2.795 mm y unas vías delantera y trasera de 1.590 y 1.579 mm, respectivamente. Su peso se estimaba en unos 1.500 kg.
Otros elementos que llamaban la atención eran el empleo de una suspensión con control electrónico o la existencia de abundantes huecos portaobjetos repartidos por todo el habitáculo, algo poco habitual en coches conceptuales, o el uso de tecnología LED para la iluminación de dicho habitáculo, al igual que en la iluminación exterior.
Saab puso toda la carne en el asador equipando al Aero-X Concept con toda su tecnología, sin las típicas limitaciones impuestas por un coche de producción. Así, su propulsor Biopower era un V6 de 2,8 litros con un turbocompresor en cada bancada de cilindros, con la particularidad de estar alimentado con bioetanol, un alcohol utilizado como combustible “ecológico”. Los motores Biopower salieron al mercado aceptando E-85 o gasolina “pura” como combustibles, eso sí, solo con cuatro cilindros.
Como el E-85 tiene más octanaje que la gasolina (104 RON), la potencia anunciada no era precisamente descabellada al menos respecto a lo que el motor podía dar de serie ya con homologación de calle
Volviendo al Aero-X Concept, entregaba 400 CV a 5.000 RPM y se transmitían a las cuatro ruedas a través de una caja de cambio automática de siete velocidades con levas en el volante. Su velocidad máxima estaba limitada electrónicamente a 250 km/h y alcanzaba los 100 km/h desde parado en poco menos de 5 segundos. Dada la naturaleza de deportivo de altas prestaciones, el equipo de frenos estaba a la altura, con discos ventilados de 380 mm en todas las ruedas. Todo eso según el fabricante, claro.
Como todos los concept car, algunos de los principales responsables de la marca se aventuraban con mayor o menor acierto dando sus opiniones personales al respecto. Brian Nesbitt, director ejecutivo de GM Design Europe dijo: “A medida que avancemos con el nuevo producto Saab, nos mantendremos enfocados en cultivar cuidadosamente este valor de marca en el contexto de los valores del diseño escandinavo”.
Su motor “ecológico” Biopower era un V6 alimentado bioetanol (E-85), que entregaba 400 CV transmitidos a sus cuatro ruedas mediante un cambio automático de siete marchas; en teoría podía superar los 250 km/h tan solo liberando CO2 y vapor de agua por el escape
Jan Ake, director general de Saab, comentó: “Este concept muestra las emocionantes posibilidades que se nos abren a medida que desarrollamos un lenguaje de diseño más progresivo para la marca Saab. Nuestros diseñadores, ingenieros y comercializadores en Suecia están en una posición ideal para nutrir y comunicar el ADN único de la marca Saab”.
Incluso corrió el rumor del que el Saab Aero-X debutaría en el cine en una película de la saga “Transformers”, concretamente en “Revenge of the Fallen” (La venganza de los caídos). Al final no llegó a suceder. Este fue uno de los últimos prototipos de Saab antes de entrar en desgracia, para lo cual faltaban pocos años ya.
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS