Coche del día: Renault 12 Familiar

Coche del día: Renault 12 Familiar

La versión familiar, que no era familiar según la prensa


Tiempo de lectura: 3 min.

El Renault 12 Familiar fue un coche espectacularmente longevo. Comenzó a salir de las instalaciones de FASA en 1972 y abandonó la línea de producción en 1984, cuando se comenzó a fabricar el Renault 18 familiar. Y hablar de “instalaciones”, en plural, es más acertado que nunca, porque el Renault 12 –el sedán y el familiar–, se fabricaron en Valladolid y en Palencia.

Las carrocerías familiares –o break, station wagon, ranchera, rubia, sport wagon, tourer, estate, avant… Escoge la denominación que más te guste– nunca han tenido una buena aceptación en España, o al menos no la tenían allá por los años 70 y 80, cuando, aproximadamente, uno de cada 20 coches tenía este tipo de carrocería. Por un lado, los diseños que se aplicaban en aquellos años les otorgaban un aspecto más bien rústico y poco atractivo, aunque no es menos cierto que su capacidad de carga era excepcional.

Curiosamente, la denominación de “familiar”, en ocasiones, se ponía en duda, como hizo el señor Arturo de Andrés en 1972, con motivo de una prueba del Renault 12 familiar publicada por la revista Autopista. Según se decía, la denominación “Familiar” no era adecuada, porque se daba a entender que había un aumento de plazas, como ocurría, por ejemplo, con el SEAT 1500 familiar y un Dodge que fabricaba Barreiros –modelos, por cierto, usados como referencia en la prueba mencionada–. El Renault 12 Familiar solo mejoraba su capacidad de carga y, por tanto, debería haberse llamado Break. ¿Qué pensarían de los coches familiares actuales?

El Renault 12 Familiar era el coche con más capacidad de su categoría, pero también uno de los más caros

Reanult 12 Familiar

Podríamos decir, como se afirmaba en la época, que hablamos de una carrocería de cinco puertas, cuyo diseño, en aquellos años, fue bastante acertado. No se vendieron tantos como del sedán, obviamente, y no fue por precio, pues la opción más accesible se quedaba un poco debajo del Renault 12 S con un precio “franco fábrica” de 143.900 pesetas, que ascendía a las 177.000 pesetas con seguro y pagado al contado.

La producción del Renault 12 Familiar en España contó con versiones TL, S y GTL, la versión que se mantuvo hasta casi mediados de los 80 y además, también fue la menos prestacional. Posiblemente, sea la versión menos interesante, ya que por entonces ya estaba superada por todos los rivales. Con esto no estamos diciendo que no fuera un coche válido, simplemente, no era una opción para todos los conductores. Todo lo contrario que al inicio de la comercialización, cuando su motor, un cuatro cilindros de 1.289 centímetros cúbicos, con árbol de levas lateral, carburador simple y una potencia de 57 CV a 5.300 revoluciones –un par de 9,5 mkg a 3.000 revoluciones–, permitía velocidades máximas cercanas a los 150 kilómetros/hora o completar los 400 metros con salida parada en un tiempo de entre 21 y 22 segundos.

El Renault 12 GTL Familiar, aunque notablemente más potente, era mucho más lento, siempre según datos de las revistas de la época. Al final de su vida comercial, la ranchera del R12, con un motor de 1.397 centímetros cúbicos, ábol de levas lateral y un carburador, rendía 70 CV y 11 mkg, pero no era capaz de llegar a los 140 kilómetros/hora. Se achacó a unos desarrollos del cambio algo largos –tenía cuatro relaciones y la cuarta se iba hasta los 27,1 kilómetros/hora a 1.000 revoluciones–.

Según la fuente, se fabricaron unas 455.392 unidades del Renault 12. No obstante, no se desglosa cuantas unidades son del sedán y cuantas del familiar. Aun así, a ojo de buen cubero –y a riesgo de que llegue el Club del Renault 12 a tirarnos de las orejas– y con la base de que, en aquellos años, las ventas de coches familiares casi no llegaban al 20% del total en España, podríamos suponer que la producción del Renault 12 Familiar no llegó a las 100.000 unidades.

COMPARTE
Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

COMENTARIOS

avatar
2000
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Soy un apasionado de los coches desde que era muy pequeño, colecciono miniaturas, catálogos, revistas y otros artículos relacionados, y ahora, además, disfruto escribiendo sobre lo que más me gusta aquí, en Espíritu RACER.

Javier Gutierrez

Mauro Blanco

Veo arte en los coches y en sus diseños una potencia que va más allá de las cifras. Ex conductor de Renault 12 rojo modelo 1995 de épicos e imprevisibles episodios, al que recuerdo por la hostilidad de su volante, pero, sobre todo, por nunca haberme dejado en el camino.

Jose Manuel Miana

Ando loco con los coches desde que era pequeño, y desde entonces acumulo datos en la cabeza. ¿Sabías que el naufragio del Andrea Doria guarda dentro el único prototipo del Chrysler Norseman? Ese tipo de cosas me pasan por la cabeza. Aparte de eso, lo típico: Estudié mecánica y trabajé unos años en talleres especializados en deportivos prémium.