Nuestro protagonista de hoy, el Porsche 924 Turbo, fue conocido con elcódigo interno como 931 para las unidades con volante a la izquierda y 932 para las que lo llevaban en la derecha. Habían pasado dos años después de la llegada del modelo 924 al mercado, el Turbo surgió como necesidad de tener alguna versión intermedia entre un “simple” 924 y la gama de acceso de los 911, el SC.
Unos meses antes había sido presentado en Ginebra el nuevo Porsche 928, pero el nuevo deportivo de la marca alemana jugaba en otra liga con su bloque V8 y dejaba un hueco en el mercado que debía intentar cubrir la versión “turbada” del 924.
Así que, usando el mismo bloque de cuatro cilindros del 924 convencional, que rendía en origen unos discretos 125 CV de potencia, se le instaló un turbo compresor KKK (K-26), se redujo la compresión hasta 7,5:1 y se le incorporó una nueva caja de cambios de cinco velocidades con la primera invertida, consiguiendo llegar hasta los 170 CV de potencia a 5.500 RPM y mejorando sustancialmente las prestaciones del 924 básico.
El Porsche 924 Turbo nacía de la necesidad de la marca alemana de incorporar un escalón intermedio entre los 924 básicos y el modelo SC de 911, sin perder un ápice de deportividad y manteniendo un precio contenido
Además, y como elementos característicos del modelo, se instalaron unas llantas de nuevo diseño en medidas 185/70 VR 15, incluyendo por primera vez en el modelo discos de freno en su tren trasero. Unas entradas de aire ubicadas entre sus faros retráctiles y otra en el lado derecho de su capó también eran sello de identidad de la nueva versión del 924. En el capó trasero también se instaló un spoiler de nueva factura que le otorgaba una línea más agresiva y deportiva.
El resultado a nivel dinámico era bastante bueno, consiguiendo llegar a cifras a nivel prestacional muy similares a las de un 911 SC, con una velocidad máxima de 228 km/h y una aceleración de 7,4 segundos en el 0 a 100 km/h, ayudado en parte por su contenido peso final inferior a 1.200 kilogramos, una buena aerodinámica y un reparto de pesos del 49/51, gracias a su configuración transaxle. Es decir, con el motor en posición delantera y caja de cambios atrás, siendo la fuerza motriz transmitida al eje trasero.
Desde ese mismo 1978 hasta principios de 1981 el 924 no sufrió cambios significativos, pero había cosas por pulir y los ingenieros de la marca eran consciente de ello, sobre todo a nivel de fiabilidad donde los turbos del 924 no brillaban precisamente por esta cualidad.
La incorporación de un turbocompresor al bloque de cuatro cilindros del 924 fue un gran acierto por parte de Porsche, consiguiendo llegar hasta los 177 cv de potencia en su segunda serie y quedándose muy cerca de los Porsche 930 SC en cuanto a prestaciones puras
Así que en ese mismo 1981 la marca de Stuttgart revisa por completo la mecánica de su pequeño deportivo, dotándolo de un nuevo sistema de inyección, así como de encendido. Incrementa la compresión hasta los 8:1, pero rebaja la presión de soplado del turbo, garantizando de esta manera una mayor durabilidad y fiabilidad mecánica en general.
La potencia en esta nueva versión se incrementaba hasta los 177 CV a las mismas 5.500 RPM, incrementando su par hasta los 250 Nm a 3.500 RPM. La velocidad llegaba hasta los 231 km/h y la aceleración del remozado 924 Turbo se mantenía prácticamente en los mismos valores.
Tanto a nivel estético como de interiores o acabados, el Porsche 924 Turbo se mantuvo prácticamente inalterado. Incluso su caja de cambios invertida se mantuvo, a pesar de que ya se había instalado en el resto de la gama del 924 un cambio de cinco velocidades al uso, más fiable y con menos complicación mecánica.
El Porsche 924 Turbo de 170 CV tenía un coste de 39.980 marcos alemanes, un 30 % más que la versión estándar del modelo, que al cambio en nuestro país eran aproximadamente unos 3,4 millones de las antiguas pesetas en el año 1980
Pocos cambios más sufrió el modelo hasta 1984, cuando tras más de seis años en el mercado y 13.616 unidades vendidas de este carismático automóvil, la marca decidió dar por finalizada su vida comercial.
En la actualidad, y desde hace unos pocos años a esta parte, el valor de esta versión ha ido incrementándose paulatinamente, hasta llegar a cifras casi inesperadas por los amantes de la marca, donde hay que desembolsar entre 7.000 y 25.000 euros dependiendo de su estado, historial, etc.
En definitiva, este pequeño deportivo es un buen escalón de acceso para todos aquellos forofos de la marca que deseen adquirir un automóvil con el que divertirse y poder disfrutar de todo un clásico de Porsche, y sin complicarse demasiado la vida.
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J. Rubio
Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular. Dedicado al mundo de la automoción desde hace unos años, disfruto probando toda clase de vehículos y escribiendo mis impresiones y experiencias sobre ellos.Como ya he comentado pro aquí, soy un gran defensor de los “olvidados”, al menos hasta hace dos días, 924 y 944, sobretodo del primero, llamadme raro, ahora me arrepiento de no haber comprado un 924 Turbo cuando estaban a precio de “saldo”. Por mucho que para los más puristas no sea un Porsche, ojo, algo de razón tienen.
El 924 es un Porsche como otro cualquiera. Indudablemente no tiene el atractivo de un 911, pero cualquiera que ha probado, por ejemplo un 928, deja de tener prejuicio alguno respecto a los Porsche de motor frontal. Digo un 928, como un 944 turbo o 968.
Los 924 Turbo tuvieron una época de esta entre 3 y 4 mil euros, pero también es cierto que un 928 o un 944 turbo, los encontrabas por no mucho más.