Coche del día: Peugeot 106 1.5D XR

Coche del día: Peugeot 106 1.5D XR

El hermano gemelo del Saxo 1.5D


Tiempo de lectura: 3 min.

El Peugeot 106 1.5D XR es, básicamente, el primo hermano del Citroën Saxo 1.5D, o mejor dicho, es casi su hermano gemelo, aunque resultaba más caro que el coche de los chevrones: 1.900.000 pesetas frente a 1.783.000 pesetas. Representa un tipo de coche que ya no se puede encontrar, un segmento B sencillo, con motor diésel atmosférico y casi indestructible, cuyo mayor objetivo era ser práctico y muy económico.

Si hay un coche conocido en el mundillo por ser duro como una roca y fácil de mantener, ese es, sin lugar a dudas, el Citroën Saxo con el motor diésel de 1,5 litros. Sin embargo, el Saxo no estaba solo, también había una versión del Peugeot 106 con el mismo propulsor, aunque no se hizo tan popular. Quizá fue culpa de la diferencia de precios, porque por todo lo demás es básicamente el mismo coche.

El Peugeot 106 1.5D XR, por tanto, tenía bajo el capó el bloque de cuatro cilindros de 1.527 centímetros cúbicos y carrera larga –77 milímetros de diámetro y 82 milímetros de carrera–, culata de aleación con dos válvulas por cilindro e inyección indirecta, capaz de entregar 58 CV a 5.000 revoluciones y 9,68 mkg a 2.250 revoluciones. Un propulsor de prestaciones humildes, pero voluntarioso y de consumos muy bajos, cuya sencillez le hacía realmente fiable.

Sin embargo, aunque era casi el mismo coche, el Peugeot 106 1.5D XR ofrecía un funcionamiento general más refinado y agradable que el modelo de Citroën. Es una característica que siempre ha mantenido el Grupo PSA –cuando era solo PSA, solo Peugeot y Citroën– con respecto a las marcas que lo conformaban y se podía apreciar en cualquier modelo que lanzaran al mercado. De esta forma, y siempre según las pruebas publicadas en su momento, el motor diésel de 1,5 litros montado en el 106, era más suave y tenía una mayor facilidad para ganar revoluciones en casi cualquier escenario de conducción.

Ya no existen coches tan sencillos y útiles como el Peugeot 106 1.5D

Diferentes soportes para el motor, diferente puesta a punto de toda la gestión del motor, y también, diferentes desarrollos para la caja de cambios. El Peugeot 106 1.5D XR tenía desarrollos más cortos para todas las marchas, lo que permitía que el coche ofreciera unas mejores prestaciones en determinados momentos y una mayor tendencia a ganar velocidad cuando fuera necesario.

El Peugeot 106 1.5D, por configuración, diseño y planteamiento general, era un coche urbano sin mayores pretensiones, aunque admitía salidas a autopista sin inconveniente alguno. Destacaba por agilidad y facilidad de conducción, pero también por aplomo en carretera a alta velocidad, que además se acompañaban de unos consumos muy contenidos. Por ejemplo, La revista Autopista logró consumos de 3,8 litros a 90 km/h, que pasaban a 5,2 litros a 120 km/h y a 5,6 litros en circulación urbana.

Obviamente, no era un coche demasiado rápido, aunque cumplía sobradamente para cualquier desplazamiento, incluso para viajes largos. La velocidad máxima estaba ligeramente por debajo de los 160 km/h –exactamente alcanzaba los 158 km/h–, al tiempo que las aceleraciones tampoco eran su mejor dato, con un 0 a 400 metros en 20,67 segundos y los 1.000 metros también con salida parada en 38,65 segundos.

De todas formas, quien se compraba un Peugeot 106 1.5D XR no buscaba un coche veloz, buscaba un vehículo con consumos muy contenidos y fácil de conducir.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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