Coche del día: Packard Clipper MK1

Coche del día: Packard Clipper MK1

Fue el primer exponente de esta saga creada por Packard a modo de modelo de acceso a la marca


Tiempo de lectura: 4 min.

La primera generación del Packard Clipper abrió una idea interesante en la prestigiosa marca estadounidense. La de asentar una linea de vehículos ligeramente segregada del resto, capaz de abarcar un espectro del mercado más popular. Así las cosas, esto nos recuerda bastante a lo ocurrido en el caso de Ferrari y Dino, cuando la casa de Maranello creó esta especie de filial para encuadrar en ella a los modelos V6, aquellos a los que se podría llamar “ de acceso “, dejando así el nombre más histórico y prestigioso para las potentes mecánicas V12. Eso sí, curiosamente la historia siempre acaba jugando sus paradojas, por lo que llama la atención ver cómo los Dino 246 suelen superar en cotización a algunos V12. Cosas del mercado de clásicos.

No obstante, volviendo al Packard Clipper lo primero que llama la atención es su año de lanzamiento. 1941. Un momento en el que la Segunda Guerra Mundial ya había echado a andar, aunque realmente no acabó afectando directamente a los Estados Unidos hasta el 7 de diciembre de ese mismo año. Día en el que la aviación japonesa atacó la base de Pearl Harbor, produciendo así la entrada definitiva del gobierno de Washington en la contienda. A partir de ahí, muchas de las fábricas de automóviles se adecuaron al esfuerzo de guerra. Incluso Ford, cuyas fábricas en Alemania estuvieron proveyendo de camiones a la Wehrmacht hasta fechas peligrosamente avanzadas.

De todos modos, la producción automovilísticas en los Estados Unidos no se paralizó hasta el punto experimentado en el Reino Unido. País donde incluso se llegaron a fundir vehículos y utensilios diversos a fin de producir más armamento, todo ello producto de una escasez bajo la cual era complejo hacer incluso un único prototipo. Caso que le ocurrió a la Aston Martin previa a David Brown con su revolucionario diseño Atom. Una situación extrema a la que no llegaron los fabricantes de Detroir, quienes además aprovecharon los años de la guerra para ir consolidando lo que iba a ser su gran expansión al calor del crecimiento económico disfrutado por los Estados Unidos y sus clases medias durante la posguerra.

packard clipper (1)

En 1941 Estados Unidos entró en la Segunda Guerra Mundial, lo cual hizo que la producción del Clipper se tuviera que parar por unos pocos meses, aunque la situación no llegó a ser tan grave como en el Reino Unido

Packard Clipper, una gama más accesible

Aunque en su inicio los Clipper no fueron segregados de la gama ofertada por Packard, según fueron pasando los años – este modelo evolucionó hasta el cierre de la compañía a finales de los años cincuenta – quedaron como un “ modelo de segunda “ debido al contraste constatable con sus hermanos mayores. No obstante, a pesar de contar con mecánicas menos prestacionales los acabados y el diseño de estos vehículos sí estuvieron a la altura de un producto firmado por la histórica casa estadounidense.

Para empezar, se puede decir que el Clipper fue el primer diseño de Packard donde hubo una preocupación real por la aerodinámica. Es más, analizando material publicitario sobre el modelo llama la atención cómo se recalca su altura, indicando cómo un adulto podría poner su vista por encima de la altura del techo sin ningún problema. Hecho que nos pone en mente el recuerdo del revolucionario Chrysler Airflow.

Además, hablando del techo todo él se insertaba en una misma pieza de chapa estampada con la cual también se hacia buena parte de la zona delantera – todo lo que rodea el capó – así como de la trasera – con todo lo que enmarca la tapa del maletero – . Sin duda un verdadero alarde, más aún si tenemos en cuenta las complicaciones que, en aquellos tiempos, podía dar el manejo de la chapa estampada. Marcas motociclistas españolas como Mymsa lo supieron muy bien, llegando a tener que cerrar debido a las consecuencias de entrar en una técnica que, literalmente, la arruinó.

packard clipper (3)

Packard quiso tener con este modelo una opción más accesible, buscando tener un mayor índice de ventas para sanear así sus cuentas

Respecto a la mecánica, ésta se basaba en un ocho cilindros en línea con más de cinco litros. Poderoso desde muy bajas vueltas, era capaz de entregar un comportamiento suave y eficaz desde el primer momento. De hecho, según ciertas rumorologías la mismísima Rolls-Royce se inspiró en aquel bloque motor de cara a mejorar el de sus Phantom después de la Segunda Guerra Mundial. Un coche, recordemos, reservado especialmente a autoridades, jefes de estado y demás clientes de alta gama. Y es que, aunque el Packard Clipper de primera generación se concibió como un modelo de acceso, éste no dejaba de ser un Packard. Es decir, un automóvil realmente excepcional.

COMPARTE
Sobre mí

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
Notificar de


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Alejandro Delgado

Jesus Alonso

Javier Gutierrez

Mauro Blanco