Durante el salón de Frankfurt de 1967, se presentó un coche que estaba llamado a revolucionar el sector, pero al final, no hubo revolución. Si mucha sorpresa, mucho optimismo y valentía por doquier, pero las cosas no fueron como se esperaba. Era el NSU RO80, el primer coche alemán galardonado como “coche del año”, y también, el primer coche del mundo en comercializarse con un motor Wankel de dos rotores.
NSU –Neckar Sulm Union, aunque hay otras fuentes que afirman que, en realidad, las siglas son de Näh- und Strickmaschinen Union–, fabricante alemán que acabó integrado en Auto Union y desapareció tras la compra de la empresa por Volkswagen, presentó su revolucionario modelo intentando llamar la atención con un buen gancho: “una fábrica que produce un coche nuevo casi siempre se inclina a creer que es ‘el más bonito, el más rápido, el más económico, el más moderno; en resumen, el coche idea’. En NSU también estamos muy orgullosos de nuestro hijo pequeño, pero nos esforzamos por evitar los superlativos en cualquiera de sus formas; en lugar de ello, nos limitamos a expresar una afirmación: este es un buen coche y, sin duda, interesante”.
Es raro ver a un fabricante que no elogia sin parar su propio producto, pero quizá en NSU sabían algo que los demás. El NSU RO80 sorprendió a todos, primero con su diseño futurista para finales de lo 60 –obra de Claus Luthe, quien luego pasó a ser diseñador jefe de BMW–, y luego, con el motor rotativo, pero no se transformó en ventas. Es cierto que los miembros del premio Car of the Year le otorgaron el premio al coche del año de 1968, pero las cosas no fueron como se esperaba.
De entrada, el coche tenía un elevado precio de ventas, tan caro como, según dicen, un BMW 2500. También tenía un consumo de gasolina elevadísimo y además, sufrió algunos problemas de fiabilidad del motor desde el mismo día de su lanzamiento. Uno de los problemas, el más conocido, está relacionado con los segmentos verticales de los lóbulos, que se desgastaban en exceso y provocan fallos en compresión y un mayor consumo de aceite. ¿Resultado? Reconstrucción del motor antes de 50.000 kilómetros.
NSU puso solución al problema rápidamente, pero el daño en la imagen del modelo ya estaba hecho, sobre todo porque hubo problemas en otros apartados como el encendido.
La producción comenzó en octubre de 1968 y salieron de fábrica en su primer año entero 5.986 unidades. En 1969 se alcanzaría su mayor cifra de producción, 7.811 unidades, pero a partir de aquí se redujo poco a poco hasta llegar a 1973, el año de la crisis del petróleo, que provocó una caída de ventas muy notable, hasta dejarla en 2.000 unidades. La producción cesó en 1977 tras 37.046 ejemplares producidos.
Quisieron revolucionar y las cosas salieron mal. Sin embargo, la base no era mala, aunque tampoco buscaba romper todos los récords. El motor, con dos rotores, tenía 497 centímetros cúbicos y rendía 115 CV a 5.500 revoluciones –alimentado por dos carburadores–. Se acoplaba a un cambio semiautomático de tres relaciones, que constaba de un convertidor de par y un embrague con mando automático, que se activaba al contacto con el selector del cambio. Tenía chasis monocasco, frenos con servo y discos ATE Dunlop, suspensiones independientes…
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS