Hace ahora unos treinta años existían diversas opciones en el mercado español – ninguna de ellas fabricada aquí eso sí – para aquellos que buscasen un pequeño deportivo diferenciado de los típicos GTI y que, además, quisieran contar con la posibilidad de rodar a cielo abierto. Más o menos lo que para los años setenta podían representar el FIAT XI/9 o el Volkswagen 914/4. Compactos, desenfadados, con carrocería targa y una deportividad más entendida como salidas de ocio que como pilotaje y paso por curva. Un conjunto de características muy bien entendido por la industria nipona en los noventa, presentando al Honda CR-X del Sol, al Mazda MX3 o a nuestro protagonista de hoy: el Nissan 100 NX de 1990.
Un modelo que entró a España sobretodo por los puertos francos de Canarias, aunque a finales de la década gozó de una mayor difusión gracias a las unidades de segunda mano llegadas desde Alemania y los Países Bajos especialmente. Así las cosas, aunque el Nissan 100 NX fue un modelo más o menos conocido por los aficionados españoles al motor japonés, hoy en día sigue siendo un vehículo escaso. Por todo ello, ahora puede ser una opción de lo más interesante para aquellos conductores que estén buscando un clásico joven – preclásico o “ youngtimer “ – fácil de mantener, usar y disfrutar tanto en situaciones de ocio como del día a día.
Eso sí, huelga decir que el Nissan 100 NX no cuenta ni con la rabia ni la potencia de sus hermanos mayores como los GT-R. Lejos de ello, sus motorizaciones se movieron en una horquilla que va desde los 1,6 litros hasta los 2 de cilindrada, entregando desde 89 CV hasta 141 CV en la más potente al ir alimentada por inyección de combustible. No obstante, su liga no era esa, ya que en lo referido a los compactos con garra deportiva a la forma y manera del segmento liderado por el Golf GTI, en Nissan ya tenían al Sunny/Pulsar GTI-R de 1990.
En los años noventa varios fabricantes japoneses ofrecieron pequeños y sencillos deportivos de carácter ligero y desenfadado con la posibilidad de llevar carrocerías targa
Nissan 100 NX, a cielo abierto para el día a día
Aunque siempre han gozado de una consideración especial, la verdad es que los descapotables plantean no pocos problemas de diseño y rendimiento. Para empezar, no todas las capotas resultan especialmente fáciles de quitar y poner. Algo que se puede remediar con un techo rígido plegable – la primera marca en hacerlo de serie fue Peugeot con sus variantes Eclipse de los años treinta, aunque décadas después lo recuperó Mercedes con el SLK – , un interesante avance técnico que, sin embargo, puede subir bastante la factura en un modelo del segmento C.
Además, los descapotables pueden presentar serios problemas de rigidez. Todo un problema cuando se negocian curvas, notándose cómo el chasis se retuerce cual si fuera un flan. De hecho, algunos fabricantes han tenido que dejar de lado proyectos de descapotable justo por no poder remediar eso. En ese sentido, el Volvo Sport P1900 es el ejemplo más conocido, habiendo sido imposible el llevarlo a serie por la total falta de rigidez en su comportamiento.
Llegados a este punto, una más que interesante solución para llegar a un compromiso entre practicidad, rigidez y seguridad es la carrocería targa. Popularizada por Porsche – de hecho el nombre viene por sus éxitos en la Targa-Florio – este diseño donde sólo se descubre la parte superior del techo gracias a unos paneles extraibles fue muy bien aplicado por los fabricantes nipones durante los noventa.
Ahora que han pasado más de tres décadas desde su lanzamiento el 100 NX se presenta como una opción interesante para aquellos que quieran un preclásico sencillo y usable en momentos de ocio o incluso el día a día
Prueba de ello es que el Nissan 100 NX contó con esta carrocería pero también con otra coupé, siendo la targa la más difundida a pesar de hacer que el coche pesase más. Y es que, en fin, ciertos encantos como el poder viajar bajo el viento siempre han de pagar su contraprestación en otras materias. Por lo demás, el diseño del Nissan 100 NX no fue tan espectacular como el de algunos de sus hermanos mayores con faros escamoteables, pero sin embargo ha envejecido con dignidad conservando la capacidad de ser llamativo especialmente en lo que se refiere a su frontal. En suma, un modelo escaso pero de fácil mecánica, sencillo de mantener y de disfrutar.
Miguel Sánchez
Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.Hola, en otros mercados el modelo de dos litros llevaba el apellido GTI, y en todo caso compartían chasis con el Sunny/Pulstar GTI que, a pesar de estar años luz del GTI-R en prestaciones si que se podían comparar con otros hot hatches de la época, como el Golf Gti 16v mismamente
Saludos!