Mercedes ha puesto en producción uno de los coches más espectaculares de los últimos años, creado básicamente por puro gusto: el Mercedes-AMG One. Pocos automóviles son tan radicales y complejos como este automóvil, el cual, adapta todo lo empleado en Fórmula 1 a su empleo en vías públicas. Lo malo de este coche, como ocurre con todos los vehículos de este tipo, es que acabará sus días en una colección privada de donde saldrá dos o tres veces, si es que hay suerte.
Exactamente lo mismo que le ocurre a otro de esos coches que dejan a todos con la boca abierta, el cual, se podía considerar como el antecesor del AMG One: el Mercedes CLK GTR. Este coche, no obstante, sí tiene mayores motivos para existir, uno que ha sido el detonante para la aparición de algunos de los coches más deseados del mundo. El Mercedes CLK GTR nació como un coche de homologación, para poder competir en el Mundial de Resistencia y es bastante más radical que el AMG One. Más radical y se desarrolló en mucho menos tiempo.
Desde que se tomó la decisión de crear el este coche –5 de diciembre de 1996–, hasta que se puso a rodar el primer prototipo –26 de marzo de 1997, en el Jarama–, apenas pasaron 111 días. A los dos días de comenzar el proyecto se comenzó a fabricar el monocasco de fibra de carbono y Kevlar y a los 16 días ya se estaba probando los motores en banco. Sin embargo, todo esto tiene un motivo y es que Mercedes, para agilizar el proyecto, compró el McLaren F1 GTR del equipo Labre Competition –con el chasis 11R–. Coche que se usó como base para los prototipos que rodaron por primera vez en el circuito del Jarama en 1997.
En aquellos años, para poder competir en el Mundial de Resistencia, había que basarse en un coche del que se hayan vendido, al menos, 25 unidades, un requisito exigido por la FIA. En lugar de tomar un coche del catálogo de producción, lo que todos los fabricantes hacían, era desarrollar el de competición y luego, adaptarlo malamente a las vías públicas. Y decimos malamente, porque apenas se hacía cambios al coche de competición para poderlo a la venta: más tapizados, equipo de sonido, aire acondicionado, un tarado de suspensión ligeramente más benévolo…
La primera unidad del Mercedes CLK GTR se completó entre el invierno de 1998 y verano de 1999, aunque ese coche nunca se llegó a poner a la venta, pues la marca lo guardó y ha permanecido desde entonces en poder de la marca, expuesto en su museo. El resto se pusieron a la venta a precios, como cabría esperar, espectacularmente alto: 1.547.620 dólares, un precio que le valió el derecho a entrar en el libro Guinness de los Récords como el coche más caro del mundo en aquellos años.
Eso se debe, como hemos dicho, a que apenas se adaptó nada para su uso en carretera. El chasis era el mismo monocasco de competición, con los asientos de los ocupantes integrados en la estructura, casi encajados en el habitáculo y muy, muy abajo –los laterales del chasis quedan a la altura del pecho una vez sentados–, su altura respecto al suelo le impediría circular por cualquier carretera moderna repleta de guardias tumbados y resaltos y la visibilidad hacia atrás es casi nula.
Sin embargo, todavía se dispone de un motor con auténticos genes de carreras, como el AMG One. El Mercedes CLK GTR tenía un propulsor V12 de 6.898 centímetros cúbico, que rendía 612 CV a 6.800 revoluciones, mientras que el par ascendía a los 775 Nm a 5.25 revoluciones. No obstante, no es exactamente el motor de competición, ya que este no pasaba de 5.987 centímetros cúbicos y rendía 673 CV a 6.600 revoluciones. Se aumentó el cubicaje en el modelo de producción para hacerlo más usable en vías públicas, y de paso, asegurar una fiabilidad más elevada.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS