En septiembre de 1986 se presentó una nueva entrega del Jaguar XJ, conocido internamente como XJ40. Un modelo que debería haberse presentado mucho antes, a finales de la década de los 70, pero British Leyland, por entonces propietarios de Jaguar, retrasaron en varias ocasiones la puesta del largo del modelo. Aun así, los expertos en Jaguar afirman que el XJ40 fue un coche realmente importante para la firma británica, aunque su vida comercial estuvo marcada por unos inicios problemáticos.
Las primeras ideas sobre el XJ40 se pueden encontrar antes incluso de la década de los 70, mientras que los trabajos de desarrollo comenzaron en 1973. Justo entonces estalló la crisis del petróleo, lo que retrasó, lo que hubo que sumar a una falta de financiación y a una gestión bastante deficiente por parte de British Leyland, así como a un repunte inesperado de las ventas del Jaguar XJ Series III a comienzos de los 80.
Así, finalmente, el Jaguar XJ se presentó en 1986, pero no era un coche completamente nuevo, en realidad tomaba como punto de partida el XJ Series III, aunque como cabe esperar, debidamente revisado y rediseñado allá donde fuera necesario. Lanzar un coche nuevo, con un motor nuevo, era inviable para una empresa del tamaño y con el presupuesto de Jaguar en aquellos años, así que lo más sensato fue basarse en el modelo anterior.
El diseño del Jaguar XJ XJ40 mantenía toda la esencia de modelos anteriores, pero con los característicos rasgos de los coches de los 80. Los diseñadores supieron mantener las líneas de Jaguar, pero sin que faltara modernidad, aunque hubo medios que lo tildaron de anticuado y falto de brillo en sus formas. Un detalle que ahora, con la perspectiva que da el tiempo, no vemos igual. El Jaguar XJ40 es un coche absolutamente Jaguar, que ha soportado el paso del tiempo como pocos coches pueden hacerlo.
Fue criticado por iniciales problemas de fiabilidad, pero su reemplazo, el apreciado XJ X300, no era más que una evolución sobre la base del XJ40, así que malo no tuvo que ser
Bajo el capó se ofreció, al menos al inicio, un único motor de seis cilindros –el AJ6– porque las patas del chasis y la estructura de coche estaban demasiado cerca y no dejaban hueco para instalar un V12. Hay una leyenda urbana bastante interesante que habla de que se trata de una acción deliberada, con el objetivo de evitar que British Leyland impusiera un V8 Rover. No obstante, Jim Randle, jefe de ingeniería de Jaguar en aquellos años, contó tiempo después que se reunió con la junta directiva, quienes preguntaron si encajaría un V8 Rover en el nuevo coche, y él, sencillamente, dijo que no. Nadie se molestó en comprobar si tenía razón o no…
La primera serie del Jaguar XJ XJ40 tenía un motor de 2,9 litros que no era especialmente potente, pero luego se cambió por uno con 3,2 litros que mejoraba mucho las prestaciones. Además, se podía montar un cambio manual de cinco relaciones, aunque había un automático de tres marchas de origen General Motors que se podía solicitar sin coste; fue la transmisión más solicitada.
Ford llegó en 1989 e inyectó capital en la compañía, lo que sirvió para una remodelación del modelo y la parición de nuevos motores, como el esperado y deseado V12, junto a toda una serie de cambios y mejoras. De todas formas, las primeras unidades del Jaguar XJ40 sufrieron de fiabilidad y empobrecieron la imagen del modelo, lo que afectó a sus ventas durante un tiempo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".« Como pocos coches puedeN hacerlo »