Hay que reconocer que el Ford Mustang tiene algo especial. Todo el mundo conoce el modelo, incluso si no es aficionado al automóvil, y la legión de seguidores que tiene en todo el mundo es brutal. ¿Alguien sabe por qué? No es el mejor deportivo del mundo, ni siquiera el más rápido, pero es el más vendido y uno de los más deseados. ¿Tendrán algo de culpa las películas de Hollywood?
Este último caso, y no lo dudamos ni un momento, podría ser el que rodea a Eleonor –versión española de Eleanor–. ¿Te suena el nombre? Seguro que sí, es el apodo que le dan al Shelby GT500 en la película “60 segundos” y que ha calado tan hondo, que incluso hay quien se piensa que es su denominación original. No es así, ese nombre es cosa de la película, pero raro es el caso en el que no hay que mencionarlo para que se sepa de qué coche hablamos.
No obstante, es lógico que haya auténticos fanáticos del Shelby GT500, es el Mustang más salvaje y espectacular de cuantos se fabrican, siempre que no tengamos en cuenta al Super Snake, que es todavía más desproporcionado, pero, curiosamente, menos popular. Y eso es, volvemos a lo de antes, cosa de las películas de Hollywood. El caso es que Eleanor ya no se fabrica, o al menos no lo fabrica Ford, aunque merece la pena destacar que sí cuenta con certificado Shelby, es decir, está considerado un auténtico Shelby Cars.
Hablamos de Classics Recreations, una empresa estadounidense que fabricar versiones Shelby de los Mustang, restomods de un calidad espectacular y de una exactitud que, como decíamos antes, les ha valido el derecho a contar con certificado por parte de Shelby. Y no solo eso, son auténticas bestias, entre las que destaca el Ford Mustang Boss 429 presentado en el SEMA de 2018, precisamente, por no ser un Shelby. Sin embargo, resulta que Classics Recreations también tiene licencia Ford para fabricar “viejas” versiones del Pony Car y al parecer, solo ellos tiene permiso para fabricar esta iteración del mítico Mustang Boss de 1969, cuyo poderío supera los 800 CV.
Concretamente, son 826 CV extraídos de un descomunal V8 de 546 pulgadas cúbicas, 8.947,34 centímetros cúbicos de desplazamiento. Potencia suficiente para derretir el embrague, por lo que se emplea un disco y un volante de Centerforce DYAD. Para extraer todo ese caudal de potencia no solo se recurre a un motor muy grande, también a elementos como culatas Kaase Boss 9 y a un escape Magna Flow de acero inoxidable. El cambio es manual, proporcionado por Tremec.
Todos los Mustang Boss 429 –nombre que tiene nada que ver con el motor, pues, como hemos dicho, tiene 546 pulgadas cúbicas y no 429– fabricados por Classics Recreations son diferentes entre sí, pues se crean según especificaciones del cliente. No obstante, la unidad que mostraron en el SEMA de 2018 montaba llantas American Racing VJ529 en 18 pulgadas, salpicadero de cuero negro, volante de aluminio Lecerra y un equipo de sonido Kicker, entre otras cosas.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS