Qué duda cabe que los formatos cupé son bonitos y deseados por la mayoría de los amantes del motor. Hubo una época en la que eran coches muy deportivos y caros, por lo que empresas más generalistas como Ford intentaron democratizarlo. Así nacía el Ford Capri, un cupé deportivo con tracción trasera hecho para las clases medias.
Este modelo tiene tres generaciones: la primera desde 1969 hasta 1974, la segunda de 1974 a 1978 y la tercera, de la que hablamos hoy, de 1978 hasta 1986. Ni que decir tiene que si el modelo sobrevivió durante 17 años, es que las ventas le acompañaban.
La tercera generación fue presentada en 1976 en el salón de Ginebra, para dos años más tarde presentarse definitivamente en el mercado. Como vemos, se trata de un cupé con morro largo, tres puertas, con una caída de la trasera bastante suave, y algunos otros detalles que hacían su aerodinámica mucho mejor que la de sus antecesores. Tenía unas dimensiones de 4.439 mm de largo, 1.698 mm de ancho, 1.323 mm de alto y una batalla de 2.563 mm. En él podían viajar cuatro adultos sin problemas, aunque el maletero, debido a su forma aerodinámica, quedaba un poco justo en altura. Algo novedoso respecto a las generaciones anteriores era su doble faro, adoptando la forma del Capri RS 3100 de primera generación.
En cuanto a motores, tuvo una gran diversidad de 4 cilindros en línea y V6. La versión de la imagen es la 2.8i, que poseía un V6 de 2.792 cm3 con inyección electrónica, ofreciendo 158 CV a 5.700 rpm y un par de 221 Nm a 4.300 rpm. Unido a su caja de 5 marchas, con sus 1.230 kg de peso, lograba alcanzar una punta de 209 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 8,1 segundos.
Donde tuvo un éxito rotundo y se convirtió en coche de culto fue en Reino Unido, siendo el país que más unidades vio rodar sobre sus carreteras. En total, a lo largo de sus tres generaciones, se vendieron un total de 1,92 millones de Ford Capri, lo que no está nada mal. En nuestro país tuvo unas ventas discretas, y últimamente lo hemos visto en la serie “Fariña”, conducido por Sito Miñanco (Javier Rey) en algunos de sus capítulos.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS