A principios de los años 80, el Ford Capri ya sumaba nada menos que 10 años de vida comercial. Sin embargo, el modelo todavía mantenía su interés y cierto nivel de ventas, que permitía presencia en el catálogo de la marca. Pero, además, también permitió que en 1982 apareciera una versión turbo, exclusiva de Alemania, que hoy resulta una de más deseables.
Cuando el Capri se presentó en 1969, la idea era la de ofrecer un coche con el espíritu del Mustang, pero al más puro estilo europeo, que no era, ni de lejos, igual al norteamericano. Fue un éxito, pues en sus dos primeros años de comercialización, se habían alcanzado las 400.000 unidades vendidas. Obviamente, eso hizo que Ford quisiera mantener ese tirón comercial durante todo el tiempo posible.
Llegados los años 80, y en pleno auge del turbo –dominaba por entonces la mayoría de las competiciones en todo el mundo y empezó a dejarse ver bajo los capós de las versiones más deportivas–, el Ford Capri recibió su particular variante protagonizada por un motor turbo. De hecho, en 1981, un Ford Capri Turbo ganó el campeonato alemán DRM –el antepasado del DTM– y, ¿quien sabe? Quizá se quiso aprovechar ese éxito, o quizá se quiso seguir las tendencias de mercado, pero desde Ford Colonia se desarrolló una versión para calle del Ford Capri Turbo.
Su denominación comercial era Ford Capri 2800 Turbo, aunque se le conoce simplemente como Ford Capri Turbo. Estaba equipado con un motor V6 de 2.792 centímetros cúbicos, que sustituía la inyección por un carburador Solex 38 y un turbo Garrett, que permitía aumenta la potencia hasta los 188 CV y la velocidad máxima hasta los 220 km/h. Junto a todo esto, también se añadieron algunos detalles adicionales, como un alerón trasero de gran tamaño, un faldón delantero de Ford Motorsport, carrocería ensanchada, llantas de aleación…
Como se ha comentado antes, solo se comercializó en Alemania, donde se ofreció en tirada limitada de 200 ejemplares a un precio de 33.000 marcos de la época –unos 16.900 euros sin calcular inflación, 33.124 euros si sumamos inflación–. Se estima que, al menos la mitad de las unidades acabaron en competición y por tanto, tan solo hay 100 unidades que se mantuvieron de origen.
El Ford Capri 2800 Turbo no fue la única versión de este tipo. También hay que sumar, por ejemplo, el Tickfort Capri Turbo, aunque este ya es una versión bastante más radical con 205 CV y creada por una empresa externa, no por la propia Ford. El Ford Capri RS Turbo es otra versión sobrealimentada, en este caso, desarrollada por Zakspeed y con 190 CV, destinada, como el Capri 2800 Turbo, solo al mercado alemán.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS