¿Cuándo piensas en un coche revolucionario, que te viene a la mente? ¿El Mercedes Clase S W220? Pues sí, tendrías razón, porque fue un coche revolucionario en cuanto a muchas cosas, pero no es la respuesta que buscamos, nosotros pensábamos en el FIAT Panda, el sencillo y económico FIAT Panda.
El FIAT Panda supuso un cambio importante en la forma que tenían en la compañía de diseñar, desarrollar y fabricar sus coches. Eso, y en la forma de aprovechar soluciones muy sencillas, para lograr un resultado más que bueno. La referencia para su diseño fue que no podía ser más caro de fabricar que un FIAT 126, pero tenía que ser tan funcional como un Citroën 2CV o un Renault 4.
La contención de costes fue lo que marcó el diseño cuadrado y de paneles lisos que tanto marcan la personalidad del coche, pues, por si alguien no lo sabe, la línea recta es más barata que la curva. Lo que no se esperaba nadie es que un prototipo, el FIAT Panda Offroader, presentado por Italdesign en el salón de Turín de 1983, fuera a tener tantísimo éxito.
Ese Panda Offroader fue el preámbulo del FIAT Panda 4×4, una versión que tuvo un enorme éxito desde el mismo momento de ponerse en circulación. Era la combinación perfecta: coche sencillo y económico, capaz de superar obstáculos que solo los auténticos todoterreno podían. Se presentó como la solución ideal para los habitantes de la alta montaña y zonas rurales, donde era necesario un vehículo robusto, fiable y con la capacidad de circular por zonas complicadas y en ocasiones, embarradas.
Las características del FIAT Panda 4×4 eran, como todo el coche, bastante simples. Tenía más altura libre con respecto al suelo, aunque no como cabría esperar, pues solo elevaba la parte trasera gracias a una nueva suspensión, que actuaba sobre un eje rígido en lugar del eje del resto de la gama –un eje de torsión en forma de U–. Contaba con un sistema de tracción total diseñado y fabricado por Steyr-Puch, una empresa que seguro que te suena más por ser la que fabrica los Mercedes Clase G.
Se trataba de una transmisión conectable, es decir, mientras no se accionara el mando correspondiente, el Panda 4×4 era en realidad un tracción delantera. Para conectar el sistema de tracción total, había un simple tirador tras el selector del cambio, que conectaba el eje trasero y se podía accionar a cualquier velocidad. Por supuesto, la sencillez del vehículo le hacía prescindir de bloques de diferencial y de un diferencial central.
Para dar vida a tan peculiar, pero interesante aparato, FIAT escogió el cuatro cilindros de 965 centímetros cúbicos y 48 CV alimentado mediante carburador, que se combina a con una caja de cambios de cinco relaciones –en lugar de cuatro, como el resto de la gama–. No era un coche rápido, pues anunciaba 135 km/h de velocidad máxima, pero con 740 kilos de peso, podía ir muy rápido por pistas embarradas.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS