Coche del día: Fiat 600 Multipla

Coche del día: Fiat 600 Multipla

¿El primer monovolumen?


Tiempo de lectura: 4 min.

Aunque este tanto se lo hayan anotado tanto el Renault Espace venido desde Francia y fabricado por Matra, como el Chrysler Voyager desde EEUU -ambos nacidos en la década de los 80-; este honor probablemente corresponda a nuestro protagonista de hoy, que vio la luz en 1956: el Fiat 600 Multipla. Esta distinción nunca ha recaído sobre el Multipla, comercializado durante pleno baby boom de los años 60, probablemente debido a que sus ventas se redujeron casi en exclusiva a su mercado nacional.

Diseñado al igual que el 600 “a secas” por el ingeniero italiano Dante Giacosa, contaba con una longitud total de 3.530 milímetros, por 1.480 de ancho y 1.580 de altura, y, una distancia entre ejes de 2.000 milímetros justos. Suponía 500 milímetros más de longitud, 100 más de anchura y 75 más en altura que el 600 del que partía. Su peso total era de 700 kg, un verdadero peso pluma.

Aprovechando que el motor estaba ubicado en la parte trasera, se colocó el asiento delantero sobre las ruedas delanteras, permitiendo introducir un segundo banco corrido, para poder así acomodar en principio a un total de seis pasajeros -o los que cupieran-. Dos puertas adicionales serían añadidas para facilitar el acceso de los pasajeros a la fila posterior -las delanteras eran de apertura suicida-. Las ventanillas delanteras se bajaban y subían de manera manual, mientras que las de la parte trasera eran de corredera. Detrás de estas había dos cristales más para la zona de carga -no muy práctico para los amigos de lo ajeno-.

Fiat 600 Multipla 2

En el interior, como hemos dicho, sendos bancos corridos acolchados que permitían acomodar con relativa comodidad a seis pasajeros. Pensemos que en esa época, en un 600 normal, se “acomodaban” familias completas, incluyendo a la suegra y el canario, por lo que viajar en el Multipla era el equivalente a viajar en la clase turista de cualquier aerolínea de nuestros días.

El banco delantero tenía una hendidura en su parte central para permitir el recorrido de la palanca de cambios. Mantenía el mismo salpicadero sencillo, con un volante de dos radios en nácar, tras el cual se encontraba un cuadro de instrumentos con un velocímetro tarado hasta los 120 km/h e indicador de combustible –benzina– y de temperatura del agua –acqua-.

No tenía salidas de aire frontales para conductor y pasajero -favoreciendo su achicharramiento en los cálidos veranos italianos. No habrían venido mal unos derivabrisas en las ventanillas delanteras-, ni radio de serie -tocaba cantare cantar en los viajes-.

Compartiría también la mecánica original de cuatro cilindros y 633 cc del Fiat 600, que rendía 21,5 CV a 4.600 vueltas. Por desgracia, no heredaría en 1962 la mecánica de 767 cc y 32 CV a 5.200 vueltas del Fiat 600 D. La conducción era un tanto “asmática” con los seis pasajeros y todos sus bártulos. La caja de cambios siempre era manual de cuatro velocidades -con la primera sin sincronizar-, que, transmitía la potencia a las ruedas traseras.

Además, sus frenos eran de tambor en las cuatro ruedas -tampoco había demasiado problema, gracias a su bajo peso-. Un depósito de combustible de 27 litros de capacidad aseguraba una buena autonomía -de entre 300 y 400 kilómetros-, gracias a su consumo medio cifrado en 8-9 litros a los 100 km. Sus prestaciones eran mediocres para la época, alcanzando una velocidad máxima de entre 95 y 100 km/h.

En cuanto a su chasis, contaba con una suspensión delantera por medio de un ballestón transversal; mientras que la trasera era a través de muelles helicoidales. Una de sus ventajas, además de la posibilidad de acomodar en su interior sin estrecheces a seis pasajeros de talla mediterránea, era el enorme espacio de carga que tenía detrás del segundo banco de asientos, que se sumaba al espacio, bajo el capó delantero.

Fiat 600 Multipla 9

En España se vendería su equivalente, el Seat 600 Múltiple; pero se vendieron con cuentagotas. Actualmente se dice que queda únicamente una unidad viva en Cataluña, mientras que en Italia el Multipla gozó de cierto éxito -no tanto como el 600-, siendo muy utilizado como Taxi en el país transalpino hasta bien entrada la década de los 70. Un total de 243.000 unidades serían fabricadas hasta 1966, mientras que del “Múltiple” se desconocen las cifras.

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Sobre mí

Adrián Iniesta

Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)

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CaZadoRdElefanTEs

Recuerdo de ver uno hará 15 años cuando salíamos de fiesta por el barrio del Carmen, en Valencia. Resulta que se estaba rodando la peli de Mortadelo y Filemón en pleno barrio y la plaza donde se encontraba el bareto heavy en el que nos juntábamos se convirtió en una pequeña exposición de coches antiguos. Y éste me dejó flipado. Muy curioso la verdad.


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Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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