Durante el pasado 2021, concretamente el 17 de marzo, la empresa gallega especializada en trabajos con fibra de carbono IXO daba por finalizado su trabajo sobre el Ferrari F50 que estás viendo. Unas de las intervenciones más interesantes realizadas por cualquier particular sobre este modelo, gracias al cual la casa de Maranello celebrada sus primeros cincuenta años de existencia con un diseño que acercaba todo lo posible la tecnología empleada en la F1 a la homologación para las calles. Además, en lo referido al innovador uso de la fibra de carbono también marcó un antes y un después en Ferrari. Ya que por primera vez se usaba de forma profusa en el chasis en combinación con el aluminio.

No obstante, ya que este artículo va a tener como eje a la fibra de carbono gracias al estiloso trabajo ejecutado por IXO, lo mejor será retroceder hasta el siglo XIX. Concretamente hasta 1879, cuando este material fue usado por primera vez en el marco de la electricidad, experimentando con la posibilidad de realizar bombillas de larga duración en el laboratorio de Thomas Alva Edison. A partir de ahí, pocos hubiera pensado que esto tendría aplicaciones a otros ámbitos. No obstante, para los años sesenta ya se había utilizado en el sector aeroespacial. Y de ahí a aplicarse en 1968 por parte de Rolls-Royce en las aspas de un motor de aviación.

Llegados a este punto, tan sólo era cuestión de tiempo que la fibra de carbono derivase al automovilismo al igual que inventos como el turbocompresor o la inyección directa han sido tomados de la aeronáutica militar. No obstante, su uso no iba a ser en absoluto fácil. De hecho, manejar un material tan sensible como la fibra de carbono requiere de un alto grado de preparación técnica. No en vano, aunque tiene como gran ventaja su extrema ligereza encontramos también una enorme facilidad para romperse en caso de no absorber la energía recibida. Característica que da una gran rigidez a los chasis fabricados con este material, pero al tiempo una preocupante facilidad para partirse de no estar adecuadamente preparado.

Ferrari F50 IXO, fibra de carbono a la vista

Pasados los años, el primer fabricante con la suficiente osadía como para plantear un chasis monocasco con fibra de carbono fue McLaren. Quien escogió esta vía para construir su monoplaza MP4/1. Uno de los grandes hitos de la F1, al cual siguió la aplicación de esta técnica en vehículos de calle con el McLaren F1 de 1992. Uno de los superdeportivos responsables de ir asentando no sólo la costumbre de usar, sino también de dejar sin pintar, a la vista, el uso de la fibra de carbono. A partir de aquí hay que sumar la gran experiencia acumulada por Pagani. Otro de los fabricantes clave en toda esta historia.

No obstante, vayamos de nuevo a Ferrari situándonos en 1995. Momento en el que se lanza el Ferrari F50 intentando superar el listón puesto por su antecesor el F40. Para empezar, hay que señalar la gran cantidad de diferencias entre los dos. Y no, no sólo hablamos de una estética que claramente había avanzado hacia los típicos volúmenes curvos de los noventa. También hablamos de una mayor progresividad en la entrega de la potencia – el F40 contaba con dos turbocompresores, mientras que el Ferrari F50 es atmosférico – así como un mejor control por parte del conductor, posibilitado en gran medida gracias al sistema de suspensiones independientes unidas al motor como elemento estructural. Pura F1.

No obstante, refiriéndonos al tema que aquí nos interesa el Ferrari F50 destaca por el uso de la fibra de carbono en su chasis. E incluso en elementos donde iba a la vista, como en el salpicadero. De esta manera, en el particular imaginario de los superdeportivos se iba creando esa semejanza entre la calidad y la ligereza y la visión desnuda de este material. Algo en lo que es especialista la empresa IXO, responsable ya de tres imponentes deportivos ultimados en fibra de carbono lacada. Y es que, además de este F50, hace no mucho ya habían presentado trabajos semejantes sobre un Lamborghini Aventador y otro Ferrari. Aquella vez un 458.

Respecto al proceso, lo primero fue quitar toda la pintura original en rojo así como el material que igualaba ciertas juntas. Tras ello, se cortaron con láser las planchas de fibra de carbono como si de un sastre con un tejido se tratase. A partir de ahí se imprima y compacta al vacío para luego pasar al horno. Tras esto, la nueva piel de este Ferrari F50 ya estaba unida a él. Quedando tan sólo la fase de lijado y lacado. Lo cual implicó a varios técnicos durante casi medio año, ya que se trata de un proceso lento y artesano en el que se está buscando un pulido perfecto. Toda una virguería que da a esta unidad un aspecto único, asemejándola a una época más moderna en la que la fibra de carbono vista ya viene a ser algo más común en este tipo de vehículos deportivos. En todo caso, además de haber creado una pieza única los de IXO han demostrado una calidad en su trabajo que llama la atención. De hecho, por ahora este Ferrari F50 sólo se ha dejado ver en algún evento en Marbella, no quedando oculto para los fotógrafos que, poco a poco, fueron haciendo correr su estampa por las redes sociales. Muy interesante.

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