Emory Motorsport es un especialista norteamericano fundado por Rod Emory, cuya obsesión por el Porsche 356 ha ido más allá de lo que iría cualquier aficionado. Evidentemente, él tenía el dinero y una visión detallada de lo que quería hacer y gracias a ello, puede presumir de ser el único taller especializado en Porsche, cuyos trabajos se centran en el Porsche 356, el primer modelo fabricado por la firma alemana.
Para Rod Emory, el cuidado por los detalles siempre ha sido uno de los principales pilares de su trabajo y con el bestial Emory 356 RSR, demuestra que lo aplican hasta límites insospechados. De todas formas, también es cierto que Rod crear un coche muy especial sobre la base del 356, con el que homenajear a los Porsche 935 RSR de los años 70.
Siempre había querido un 356 que homenajeara a los Porsche 935 RSR de los años 70, con sus enormes aletas ensanchadas, y los turbocargadores expuestos en la parte trasera. Mi amigro Greg Macey realizó algunos bosquejos del diseño del coche, los cuales posteamos en nuestras redes sociales; el boceto captó la atención del CEO de MONO, Henrique Cisneros, quien se sumó al proyecto. Fue así como arrancó su creación”. Rod Emory, CEO y fundador de Emory Motorsport
Podríamos llamarlo restomod, pero en realidad, el Emory 356 RSR es casi un coche nuevo, realizado con toda clase de componentes. Por ejemplo, la carrocería es una creación interna, realizada con aluminio totalmente a mano y con una serie de cambios, que lo alejan mucho de lo que se entiende por un Porsche 356. Las formas del frontal son nuevas, con varias entradas de aire para los frenos y los radiadores. Los laterales también son nuevos, con aletas ensanchadas y unos huecos para las ruedas más grandes, para poder poner, obviamente, ruedas más grandes. La trasera, una de las zonas más espectaculares del coche, es lo que más llama la atención, pues tal y como Rod quería, los turbos están totalmente expuestos y además, los paneles laterales no están totalmente pegados al resto de la carrocería y dejan ver el enorme ensanche que se ha llevado a cabo.
Colgado tras el eje trasero, como en todo Porsche de los años 60, hay un motor de origen Porsche, sí, pero no de 356. En realidad, es un bloque de seis cilindros boxer con 2.6 litros, tomado de un Porsche 964, al que le han quitado dos cilindros. Es el mismo bloque que Emory usa en todos sus proyectos, pero en esta ocasión era la primera vez que instalaba dos turbos (unos Garrett GT28R). Su nueva configuración también obligó a realizar otros cambios, como un nuevo sistema de combustible, dos bujías por cilindro, gestión electrónica Motec… el resultado son alrededor de 400 CV, encargados de mover un conjunto que ni siquiera llega a 900 kilos. Para la realización del propulsor, se contó con la ayuda de Rothsport Racing.
El RSR es un pequeño hot rod sin límites. Demasiadas personas están preocupadas por lo que pensarán los demás. Yo quiero fabricar coches como más me guste: a algunos les va a encantar y a otros no les va a gustar, pero la final del día creo que la gente lo apreciará, pase lo que pase, por el nivel de detalle, la mano de obra y la artesnía que se utilizó para hacerlo”. Rod Emory, CEO y fundador de Emory Motorsport
La mecánica es uno de los muchos detalles del Emory 356 RSR. El chasis, por ejemplo, es una adaptación de un chasis de Porsche 964, lo que a su vez permitió instalar unas suspensiones KW especialmente puestas a punto para la ocasión, junto a ruedas más anchas fabricadas específicamente por MOMO (con neumáticos Pirelli Trofeo R) y los frenos del mismo 964. En el habitáculo, nuevamente, casi todo es nuevo: volante, asientos (sin reposacabezas, por cierto), arneses de seis puntos, semi jaula, pedales… el salpicadero y el piso delante de los asientos, por ejemplo, se fabricaron usando fibra de vidrio ámbar, el selector del cambio tiene un pomo inspirado en el Porsche 935 y los asientos son fabricados a medida y tapizados con un material similar al Nomex.
Solo existe una unidad y no debe ser precisamente barata, pero si tienes el dinero suficiente, seguro que Emory te fabrica una igual.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS