El coche del día del que vamos a hablar hoy es un tanto extraño. Y esta afirmación no es por su estética, claramente conservadora; o por el hecho de que con la motorización que vamos a tratar ni siquiera se vendiera por estos lares. Su verdadera “rareza” era lo que tenía en sus tripas: un seis cilindros en línea colocado en posición transversal. Este rara avis era el Daewoo Magnus/Evanda L6 2.5.
Esta berlina diseñada por Ia Italdesign de Giugiaro de más de 4,7 metros de longitud y encuadrada en el segmento D, fue un coche que, para el mercado en el que nació -el de Corea del Sur-, recibió la denominación Magnus. Evanda, fue sin embargo su nomenclatura para el viejo continente -para ambos casos con la insignia de Daewoo sobre el capó desde que comenzaron sus ventas en 2002, aunque en 2005 pasó a ser vendido bajo el paraguas de Chevrolet sin cambios-.
En EEUU se vendió como Suzuki Verona y en Canadá como Chevrolet Epica -nombre que recibiría su sustituto en Europa-, y en algunas zonas de Asia como Formosa Magnus. Cosas de posicionamiento de las marcas de General Motors…
Por lo general, la arquitectura de seis cilindros en línea en posición longitudinal (L6) es la clásica de una berlina de propulsión. Conviene recordar que, para concepciones de coche de tracción delantera, lo general y habitual para un seis cilindros, es una arquitectura en uve (V6) y transversal -por aquello del ahorro de espacio y que quepa mejor en el vano motor-. En este Daewoo era un seis en línea que iba montado de manera transversal. Extraño, ¿verdad?
Su razón: el desarrollo de un bloque modular de seis cilindros en línea muy compacto por parte de Daewoo -que, a partir de este seis cilindros, les permitiría sacar motores de tres, cuatro o cinco-. Era tan compacto que permitía esta colocación tan diferente. También había una versión de 2 litros con la misma configuración, seis en línea, el L6 2.0 DOHC (X20D1).
Como curiosidad, el L6 2.5 DOHC tenía una longitud de 642 mm a lo largo de su eje de rotación, lo que le hacía el seis cilindros en línea más pequeño en su día. Una de las causas de tan corta longitud -y que le permitía ahorrar unos milímetros-, era que las paredes entre cilindros tenían un grosor de 6 mm, por los 8-10 mm habituales. Aun así, poco espacio quedaría a lo ancho en el vano motor.
En su momento en Daewoo se jactaban de que podrían haber llegado a paredes de sólo 5 milímetros de grosor -suponemos que no se atrevieron con ello por temas de fiabilidad-. Y, ojo al dato: para el desarrollo de este motor recibieron ayuda incluso de ingenieros de Porsche.
El motor en cuestión era un L6 2.5 con culata multiválvulas -24 en total-, que rendía una potencia máxima de 155 CV a 5.800 vueltas y un par de 240 Nm a 4.000 RPM. No le acompañaba para nada -y mermaba sus prestaciones-, una vetusta caja de cambios automática de solamente cuatro velocidades, sin posibilidad de manejo secuencial o modo deportivo. Debido a ella, el 0 a 100 km/h se conseguía en 10,7 segundos, alcanzando una máxima de unos 210 km/h.
Este Evanda L6 2.5 destacaba ante todo por la finura de su mecánica -algo esperable en un motor de seis cilindros- y la suavidad de sus suspensiones -multibrazo en el eje posterior-, que invitaban ante todo a practicar una conducción de “pureta” relajado. Si intentabas una conducción más ligera, sobre todo en carreteras reviradas, te verías levantando el pie del acelerador al sufrir el acusado balanceo de su carrocería y un elevado subviraje. A la hora de bajar el ritmo, su potencia de frenado era normal y estaba conformada por cuatro discos, siendo ventilados en el eje de tracción.
Por el contrario, su tacto de dirección aunque era blando, tenía un buen grado de precisión y era moderadamente rápida. Otro aporte para el confort de esta berlina era su buen grado de insonorización
Al pasar a su interior, nos encontrábamos con una cálida atmósfera a la que ayudaban unas poco agraciadas -pero muy en boga en los coreanos de esa época-, inserciones en madera fake y el tapizado en cuero de su tapicería. Era bastante buena la calidad percibida, así como los ajustes de todas las piezas del salpicadero, muy decentes para una berlina de su segmento -y sobre todo, de su precio-. Todo lo que quedaba a mano estaba rematado con plásticos blandos, siendo duros los que quedaban más apartados de nuestro tacto.
El conductor encontraba una postura de conducción relativamente cómoda, pese a que el volante solo se regulaba en altura -podría quedarte un pelín lejos en su parte superior-. Acomodaba sin problemas y sin estrecheces a tres pasajeros en la parte trasera, destacando sobre todo en la cota de anchura. Redondeaba el interior un maletero algo escaso para un coche de su tamaño, aproximadamente unos 420 litros según norma VDA.
Su equipamiento incluía de serie asiento de conductor eléctrico -el ajuste en altura también era motorizado para el pasajero-, calefacción en ambos asientos -así como en los retrovisores, además de plegado eléctrico y posición de cortesía al engranar la marcha atrás-, espejo interior fotosensible, control de crucero, control de tracción, mandos para el equipo de audio en el volante, climatizador automático, cargador de CDs -sin MP3- o asientos traseros abatibles asimétricamente.
Nada mal para el precio que tenía esta berlina con el motor 2.0 de cuatro cilindros y acabado CDX -volvemos a recordar que con seis no se vendió en nuestro país-: 24.000 euros de 2005 (casi 30.000 euros de 2019). Un motivo para dar el tirón de orejas a GM era la ausencia -ni en opción-, del control electrónico de estabilidad. Os dejamos con una recopilación de anuncios del Magnus en coreano:
Os daríamos información de si os queréis hacer con uno, pero al no haberse vendido en nuestro mercado vuestros ojos tendrán que centrarse en uno de cuatro cilindros -al que podéis acceder a una unidad en buen estado por unos 1.500 euros-, un Daewoo/Chevrolet Evanda. Si no queréis bajaros de la burra y queréis un seis cilindros Made in Korea, os tocará ir a por un Kia Magentis o Hyundai Sonata 2.5 V6.
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Adrián Iniesta
Ingeniero electrónico industrial de profesión y amante de los coches por vocación. Dicen que aprendí a leer con las matrículas de los coches y que con 2 años me conocía todas las marcas y modelos. Cualquier cosa que me discutas sobre coches, te la intentaré rebatir ;)Está versión en España no se vendió verdad?
Así es, lo decimos en el primer párrafo. La única versión que se vendió fue la 2.0 de 4 cilindros.
Un saludo.