¿Qué clase de invento puede surgir de la unión de las mentes de un ingeniero automotriz y un compositor de música? Pues el que estáis viendo en portada: el Cizeta-Moroder V16T, un coche que parece salido de un sueño, con un motor muy especial. Vamos a verlo.

Claudio Zampoli, ingeniero automotriz y Giorgio Moroder, compositor de música, debían estar tomando algo allá por 1988 una noche de verano en Italia, cuando se les ocurrió la idea de crear un coche nuevo, partiendo de cero. “¿Cómo lo llamaremos? Con mis iniciales C.Z. y tu apellido”. Después de bautizarlo, contactaron con Marcello Gandini (sí, el diseñador del Lamborghini Diablo) y comenzó a trabajar en esta obra de arte. De hecho, el diseño del Cizeta es uno de los primeros bocetos del Diablo, con algunas modificaciones. No solo Gandini provenía de Lamborghini: una gran cantidad de ingenieros que participaron en el proyecto habían trabajado antes allí.

Para la planta motriz había que usar también algo diferente: dos motores V8 a 90º de cigüeñal plano unidos, formando un motor V16. Utilizaron los provenientes del Lamborghini Urraco, y lo montaron en posición central-trasera-transversal. Toda una excentricidad. Esta bestia rendía 560 CV y 398 Nm de par a 6.000 revoluciones. Sus 1.700 kg no ayudaban, pero aún así conseguía acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y llegar a 328 km/h de máxima. ¿Cómo suena un V16? Podéis escucharlo en este vídeo.

Estuvo en producción desde 1991 hasta 1995 y se fabricaron 19 unidades a un precio estimado de unos 250.000 €. No son muchas, pero teniendo en cuenta que fue el sueño de dos personas muy dispares y consiguieron llevarlo a la realidad, al menos merece un pequeño homenaje como el de hoy.