Coche del día: Chevrolet D20 Custom de Luxe

Coche del día: Chevrolet D20 Custom de Luxe

Un vehículo muy útil al otro lado del charco


Tiempo de lectura: 5 min.

Las pickup o camionetas son vehículos que apenas tienen presencia en nuestro país, aunque cada vez se ven más. Siendo muy comunes y apreciadas al otro lado del charco, la Chevrolet D20 Custom de Luxe es un ejemplo de ellas. Apareció en mercados del cono sur americano mediados de los 90, siendo un modelo con buena salida en países como Argentina.

Era uno de los tradicionales rivales de la F-100, otra pickup fabricada por Ford. La Chevrolet D20 Custom reapareció en Argentina en 1994, 16 años después de la anterior generación. En realidad, las distintas partes del modelo se fabricaban en Brasil y se ensamblaban en la planta de Santa Isabel, situada en la ciudad de Córdoba. La velocidad de montaje de las primeras unidades era baja a causa de un problema de transporte de las piezas suministradas desde el país vecino, con una cadencia diaria de cuatro unidades, lejos de las siete iniciales previstas.

La Chevrolet D20 Custom de Luxe era, como indica su nombre, la más equipada de la gama. Curiosamente, se exportó a Brasil con unas buenas cifras, para compensar las importaciones de las piezas para su ensamblaje. Su diseño exterior era el típico de estos vehículos: líneas rectas y cuadradas, ofreciendo un aspecto macizo y robusto, con una cabina simple para tres ocupantes y una enorme caja trasera de carga.

Chevrolet D20 Custom de Luxe 2

Para ser una camioneta born in USA sus dimensiones y peso no eran excesivos: tenía 4.830 mm de largo, 1.990 mm de ancho y 1.880 mm de alto, junto a una distancia entre ejes de 2.920 mm. Su peso en vacío era de 2.189 kg. Con un depósito de combustible de 126 litros nos imaginamos una elevada autonomía aun cuando los consumos no fuesen muy frugales. La caja de carga admitía hasta 1.000 kg de peso y una capacidad volumétrica de 1.890 litros.

En materia de equipamiento no salía mal parada. Venía con aire acondicionado, elevalunas eléctricos, equipo de radio con reproductor de casetes, techo solar practicable con cuatro posiciones posibles y un diseño de los asientos similar a los de un turismo de la época, tanto el del conductor -con distintas regulaciones- como el de la butaca corrida para dos pasajeros.

En su contra, los espejos retrovisores exteriores estaban anclados a la puerta mediante barras de hierro, por lo cual no contaban con regulación desde el interior de la cabina. El volante no era regulable en altura y la guantera era pequeña. La visibilidad no era buena a causa de unos reposacabezas grandes y a la rejilla de protección de la luna trasera. Los cinturones de seguridad eran de tres puntos excepto el de la plaza central, de solo dos puntos (ventral).

Chevrolet D20 Custom de Luxe 7

El motor era de nueva factura, de fabricación brasileña, denominado Maxion S4, y estaba situado en posición delantera longitudinal. Alimentado por inyección directa de gasóleo y con 4 litros de cilindrada, entregaba 95 CV a 2.800 RPM y 270 Nm a 1.600 RPM de par máximo. Con semejante nivel de potencia el peso y la aerodinámica no contribuían a unas prestaciones y consumos brillantes.

Tardaba 24 segundos en alcanzar los 100 km/h desde parado, y su velocidad máxima era de 126 km/h. Para recorrer los 1.000 metros desde parado necesitaba 44 segundos. A 100 km/h consumía 9 l/100 km y por ciudad aumentaba hasta los 11,5 l/100 km. Con los 126 litros de depósito de combustible anteriormente citados su autonomía media era de unos 1.200 km, muy útiles en zonas remotas.

La potencia se transmitía a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades. La primera era sumamente corta, por lo que solamente se utilizaba en pendientes muy inclinadas o cuando iba muy cargada. Como vehículo que estaba destinado a llevar cargas pesadas, era de agradecer que el elevado par predominase sobre la potencia. Contaba con la ayuda de un diferencial autoblocante.

Chevrolet D20 Custom de Luxe 3

Las llantas eran de acero, de 16 pulgadas, calzadas por unos neumáticos de medidas 255/75 R16, un perfil muy alto pero adecuado para moverse por terrenos complicados. La suspensión era independiente en el eje delantero, con muelles y amortiguadores hidráulicos de doble acción; detrás llevaba un robusto eje rígido, con unos elementos elásticos semielípticos progresivos, mismo tipo de amortiguadores que el eje delantero y barra estabilizadora. Los frenos eran de discos ventilados delante y tambores con válvula antibloqueo de compensación detrás, algo llamativo habida cuenta su elevado peso.

Para los estándares americanos la Chevrolet D20 Custom se manejaba con soltura y facilidad, tanto en ciudad como en carretera abierta. La dirección asistida beneficiaba su maniobrabilidad en ciudad, sobre todo a la hora de aparcar. A una velocidad de crucero de 100-110 km/h su estabilidad en recta y en curva amplias era buena gracias al buen trabajo de la suspensión.

Lo cierto es que las pickups servían -y sirven- tanto como herramienta de trabajo como para hacer viajes en familia o como simple vehículo de postureo. Son vehículos lógicos en países donde las distancias son inmensas y con una red viaria compleja, no toda ella en buen estado, por lo que las necesidades de vehículos robustos con gran capacidad de carga y un buen nivel de confort son muy apreciados.

Fotografía: Cortesía de The Garage (Brasil)

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Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

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