El Buick Y-Job fue un prototipo desarrollado por la marca estadounidense Buick en 1938, y se consideró el primer vehículo conceptual –concept car– de la historia, uno no destinado a venderse. La explicación de la “Y” tenía tres orígenes: bien la estrella de Mercedes-Benz invertida, bien la letra siguiente a la “X” en el abecedario, que se utilizaba para los coches experimentales, o la más plausible, un homenaje a los prototipos de aviones de guerra denominados por sus constructores con esta letra.
Los vehículos de preproducción de la época se conocían como “X-Jobs”, y se decidió dar un paso adelante en el abecedario con la denominación de este primer coche conceptual. Su única misión era mostrar un adelanto de la tecnología y elementos estilísticos de los futuros modelos de General Motors, pero con la clara intención de no llevarlo a producción. Fue el fruto del esfuerzo conjunto de la capacidad constructiva y de la colaboración de elementos de diseño, dando lugar a técnicas vanguardistas nada usuales en los años 30.
La gran pregunta que se hacían los distintos responsables de ingeniería y de ventas era por qué se realizaba este gran esfuerzo para un vehículo que ni siquiera iba a entrar en producción. La insistencia y el tesón de su inspirador, Harley Earl, así como su gran capacidad visionaria, consiguieron sacar adelante este exitoso proyecto.
El Buick Y-Job se considera como el primer prototipo conceptual o concept car de la era del automóvil, una idea revolucionaria y disruptiva hace más de 80 años
Se pretendía mostrar al gran público la potencia a nivel técnico y de diseño que tenía Buick con el objetivo de aumentar la buena imagen de la compañía y ofrecer una muestra del futuro camino del automóvil, basándose en los altos estándares de calidad y confort que la marca quería transmitir a sus actuales y futuros clientes. Este hecho nos puede resultar totalmente obvio hoy, pero hace más de 80 años era una idea totalmente revolucionaria y disruptiva con lo que se conocía.
Se partió del chasis de un Buick Century debidamente supervisado y modificado por el jefe de ingeniería de Buick, Charlie Chayne, cuyas envolventes líneas finales del diseño fueron diseñada por George Zinder, marcando el desarrollo de los productos de GM durante muchos años.
La inspiración del concepto debió a Harley J. Earl, responsable de diseño de GM -padre del Chevrolet Corvette-, presentando como rasgos más distintivos un adorno con forma de mira de rifle en el capó, unos faros retráctiles eléctricos, unos parachoques envolventes cromados y unas manillas de puertas enrasadas. La capota también contaba con un sistema de desplegado y plegado automático accionado eléctricamente, al igual que los elevalunas y el cierre de las puertas.
Otros novedosos elementos de diseño del Buick Y-Job eran su parrilla cromada con lamas verticales y los elevalunas eléctricos. También resultaban muy llamativas las formas redondeadas de su inmensa carrocería de 5,3 metros de longitud, animada por un motor Buick de ocho cilindros y 5,2 litros, acoplados a una caja de cambios de cuatro velocidades automática.
Su enorme carrocería cabrio de más de 5,3 metros, de clara inspiración aeronáutica, presentaba interesantes novedades técnicas muy llamativas, como accionamiento eléctrico de la capota, ventanillas y cerraduras de puertas, faros retráctiles eléctricamente y curiosidades como un adorno en forma de mira de rifle en el capó
En su diseño quedaba clara su inspiración 100 % de mundo de la aeronáutica, como se ve reflejado en los guardabarros y paragolpes, que recordaban a los trenes de aterrizaje y a la nariz redondeada del cobertor del eje de la hélice de los aviones de la época.
Estos elementos estilísticos fueron utilizados por Buick hasta los años 50. El prototipo se paseó durante muchos años a lo largo y ancho de Estados Unidos, pasando a ser un vehículo de uso personal del propio Harley J. Earl. Actualmente se puede encontrar en la colección del GM Heritage Center en Sterling Heights (Michigan, EEUU).
Ginés de los Reyes
Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...COMENTARIOS