Hubo un tiempo en que los fabricantes que quisieran competir en ciertas carreras, debían vender el mismo modelo en la calle. Esto llevó a BMW a construir el primer y único BMW de motor central, hasta la llegada del i8. Se trata del BMW M1, un deportivo de calle, pero hecho para las carreras.
BMW Motorsport GmbH nacía allá por 1972 con el objetivo de llevar la marca bávara a la competición, aunque como todo lo que empieza, disponían de recursos bastante limitados. Por eso, en 1976 cuando nace el proyecto E26 que daría lugar al M1, se dieron cuenta que necesitaban ayuda. Debían fabricar 400 unidades en dos años si querían competir en el Gr. 4, así que se buscaron un aliado para su diseño y fabricación: Lamborghini.
Tenía unas dimensiones de 4.361 mm de largo, 1.824 mm de ancho, 1.140 mm de alto y una batalla de 2.600 mm, proporciones de superdeportivo
No solo la construcción era italiana, también su diseño. El genial Giorgetto Giugiaro se encargó de su diseño, tomando como base el el BMW Turbo de 1972, que diseñó Paul Bracq. De sus lápices nació este bonito cupé biplaza, que ha llegado incluso al nivel de obra de arte. Para moverlo, los ingenieros de BMW se decantaron por el motor M88 de seis cilindros en línea con inyección electrónica Kugelfischer, que cubicaba 3.453 cm3, empleando seis mariposas de admisión independientes y cuatro válvulas por cilindro. Esto ofrecía un rendimiento en su versión de calle de 277 CV, llevados a las ruedas traseras mediante su cambio manual de cinco marchas, pudiendo alcanzar una velocidad máxima de 260 km/h.
Esta belleza fue presentada en el salón de París de 1978, y fue un completo éxito. Tras unos pocos modelos construidos por Lamborghini, comenzaron sus problemas financieros, así que BMW retomó el control y asumió la fabricación a mano del modelo. En total se produjeron 453 unidades, superando las 400 mínimas exigidas para competir. De estas unidades, 20 eran exclusivamente para las carreras, incluida la copa monomarca “Procar BMW M1”.
Puesto que su carrocería era de fibra de vidrio, el peso no se iba muy alto, alcanzando los 1.300 kg.
El precio de la época era desorbitado, llegando a unos 100.000 marcos alemanes, lo que serían unos 300.000 euros de hoy en día, aunque eso no fue impedimento para vender las unidades como si fueran magdalenas recién hechas. Estuvo en producción hasta 1981, aunque su espíritu RACER sobrevivió, empleando el BMW M5 E28 su mismo motor. En 2008 se presentó en su 30 aniversario un concepto para conmemorar esta efeméride, el BMW M1 Homage. Lástima que BMW nunca lo llevó a la producción.
Pablo Mayo
Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.COMENTARIOS