Pensar en un BMW, es pensar inmediatamente en los tradicionales riñones de su calandra. Es la mayor seña de identidad de la marca, un diseño que se usa desde hace décadas y todos, o casi todos los coches de la marca, han lucido esos riñones de una forma u otra. El BMW 507 los incorporaba con unas formas muy particulares, el BMW M1 también contaba con ellos de tamaño muy pequeño y lo más radical llegó en 2022, con el BMW XM, aunque no son los más grandes que ha tenido un coche de la marca.
Los riñones llevan formando parte del diseño de BMW desde allá por la década de los 30, siendo muy pocos los coches que no la llevan. Uno de esos coches que no usan la característica calandra de la marca, es el BMW Hurricane, un bonito coupé lanzado puesto en circulación en 1975, aunque la historia comenzó mucho más atrás. Al parecer, este BMW Hurricane (o Hurrican, según la fuente), es el proyecto fin de carrera de un grupo de estudiantes del Palatine School de Kaiserslautern. Es decir, la marca no tuvo nada que ver con este coche, o en todo caso, tuvo muy poca presencia.
El primer coche con los famosos riñones de la marca fue el BMW 303, presentado en 1933. Antes de este hubo tres modelos que no lucían el famoso diseño de la calandra: el Dixi 3/15 PS, el Dixi 3/15 PS DA (ambos, en realidad, un Austin Seven fabricado bajo licencia) y el BMW 3/20 PS, que fue el primer coche 100% diseñado por la marca, pero no contaba con la famosa calandra. Tampoco la llevaron los microcoches como el Isetta o el BMW 700, aunque todos ellos fueron fabricados por la marca.
La idea del BMW Hurricane surgió en 1964, pero su fabricación no comenzó hasta 1967 y finalizó en 1975, lo que indica que no fue un camino de rosas, algo lógico cuando fueron estudiantes los que fabricaron el coche. No obstante, a simple vista parece contar con unos acabados más que decentes para ser un automóvil artesanal creado por noveles sin ninguna experiencia. El diseño también es de los estudiantes, lo que merece igualmente un reconocimiento.
Sin embargo, al ser estudiantes, no contaban con la experiencia ni con los medios para poder fabricar o encontrar quien les suministrara las piezas, así que tuvieron que recurrir a lo fácil: piezas de automóviles ya en producción. Así, encontramos cosas como unos indicadores de dirección procedentes de un Jaguar XJ6, los faros delanteros de un Volvo 121 Amazon, los pilotos traseros de un FIAT 850 Spider o la luna delantera, que según se dice, es de un Ferrari 250 LM. En aquellos años, como cabe esperar, no era tan caro como actualmente, aunque sorprende que unos estudiantes pudieran tener acceso a semejante material.
El habitáculo también es muy artesanal e incluso espartano. Todas las formas resultan muy sencillas, no hay equipo de sonido de ninguna clase, tampoco parece tener aireadores de calefacción y nuevamente, muchos componentes son tomados de otros coches. La columna de dirección y los indicadores de la instrumentación son todos de Jaguar, los asientos tipo bucket (de la época) son firmados por Scheel aunque no se desconoce la procedencia y los pedales son de BMW, al igual que el selector del cambio y el volante. El salpicadero es una pieza artesanal, sin duda.
Bajo el capó estaba el mismo bloque de cuatro cilindros y 1.8 litros del BMW 1800, alimentado por cuatro carburadores para rendir 120 CV a 5.500 revoluciones y 170 Nm a 3.600 revoluciones. El coche puede alcanzar los 195 km/h y no existe otro igual en el mundo.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS