Coche del día: BMW 1M Coupé

Coche del día: BMW 1M Coupé

Muchos lo consideraron mejor deportivo que el mismísimo BMW M3


Tiempo de lectura: 5 min.

Cuando el BMW Serie 1 salió al mercado, se convirtió en el compacto más especial y deportivo del mercado. No había nada similar, ni lo volverá a ver nunca más. Un compacto con el motor longitudinal y por detrás del eje delantero, que enviaba la potencia al eje trasero. Era único, y así aguantó dos generaciones, hasta que BMW decidió tirar a la basura esas características para vender más. Lo transformó en un tracción delantera convencional, perdiendo toda la magia que tenían las dos primeras generaciones.

La decisión se tomó, como bien dijeron desde la marca, porque la mayoría de los compradores del Serie 1 elegían el 116d (de 116 CV) y no sabía, ni tampoco les interesaba, que ruedas movían el coche. Quería un BMW “barato”, pero el Serie 1 tenía el habitáculo más pequeño del segmento y resultó, además, ser una crítica recurrente a lo largo de su vida comercial. Es decir, la gente quería un BMW, pero por el logo en el frontal, no por sus características intrínsecas. “Marquitis” en su más pura esencia, no cabe duda.

Pero aunque el modelo cambió perdiendo toda su esencia original, dejó algunas de las versiones más prestacionales que había en el segmento de los compactos y, además, también de los coupés. Es otra de las características del BMW Serie 1 original, se ofrecía en varias carrocerías, antes de que la marca hiciera unos cambios que han complicado un poco la gama, como convertir la carrocería coupé y descapotable en el Serie 2 y borrar del catálogo, de paso, la carrocería de tres puertas. Y sin duda, la versión del Serie 1 que será más recordada y por supuesto, la más deseada, es la firmada por BMW M: el BMW 1M Coupé.

bmw 1 series m coupe (3)

La carrocería coupé del BMW Serie 1 era la típica con tres volúmenes y dos puertas, muy característica de la propia marca, que ha explotado ese diseño desde hace décadas en coches como el BMW 2002, el BMW Serie 6 e24, el BMW Serie 3 Coupé y claro, el BMW Serie 1 Coupé y el sustituto, el BMW Serie 2 Coupé. Es una carrocería con clase y también, con deportividad, dos argumentos que en el BMW 1M Coupé no se daban la mano. La variante M del Serie 1 era claramente un coche musculoso, agresivo; no era, como se suele decir, un sleeper, se veía claramente que era un coche especial, potente; deportivo. Pero lo que no se veía era que tenía un motor con una entrega de potencia bastante bestia.

El BMW 1M Coupé se ganó el favor del público, incluso por encima del casi intocable BMW M3. Según los medios especializados de aquellos años, allá por 2011, el BMW 1M Coupé era el auténtico heredero del espíritu del primer BMW M3, del mítico e30, tanto por concepto como por concepción. El BMW M3 se había vuelto un coche muy pesado y grande, seguía siendo un referente en el segmento, pero era un poco más torpe que aquella primera iteración, incluso menos pasional que las siguientes ediciones del M3. Sin embargo, el 1M Coupé cogía ese mismo testigo y recuperaba la esencia del BMW M3 e30. Eso, al menos, se decía… porque en el fondo, por prestaciones, por tecnología, diseño y concepción, el 1M Coupé solo compartía el logotipo del frontal.

Un frontal que daba cobijo a un propulsor que ya tradicional en BMW: un seis cilindros en línea de tres litros y sobrealimentado, aunque en esta ocasión, el BMW 1M Coupé hacía uso de dos turbocompresores. Tenía, concretamente, 2.979 centímetros cúbicos y cada uno de los dos turbos daba presión a tres cilindros. La inyección era directa, con una presión de 200 bares, y era capaz de rendir 250 kW (340 CV) a 5.900 revoluciones y entregar un par de 450 Nm a 4.500 revoluciones. Además, durante unos instantes, la presión del turbo podía aumentar ligeramente para entregar 50 Nm adicionales (la famosa función overboost).

bmw 1 series m coupe (2)

Como se puede esperar, con semejante potencia, el BMW Serie 1Coupé tuvo que ser adaptando a las nuevas exigencias. Las suspensiones, de paralelogramo deformable en los dos ejes, se tomaba prestada del BMW M3, eso hacía que también fuera igual de ancho (e igual de alto), aunque era notablemente más corto que su hermano mayor (300 milímetros). Esto quiere decir que frente al BMW Serie 1 más potente de la gama, aumentaba el ancho en 55 milímetros. También contaba con detalles específicos, como el paragolpes delantero o los faros, que también tenían algunos detalles únicos del BMW 1M Coupé, como los cuatro escapes traseros. Cambios, además, aerodinámicamente funcionales.

En cuanto a prestaciones, como cabría esperar, eran buenísimas. Todavía hoy sigue siendo un coche muy rápido. El 0 a 100 km/h lo completaba en 4,9 segundos, el 0 a 200 km/h en 13,7 segundos y encontraba el tope en los 250 km/h (limitado electrónicamente). Y lo mejor de todo, solo se ofreció con cambio manual de seis relaciones, nunca hubo cambio automático disponible.

Se fabricó hasta el año 2012, es decir, solo un año en producción, durante el cual, se montaron un total de 6.331 unidades. Se tenía prevista una tirada limitada a 2.700 coche, pero la demanda fue muy alta y BMW decidió ampliar la producción. ¡Ah!, por cierto, se llamó 1M y no M1, para evitar coincidencias con el mítico BMW M1 e26.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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