Coche del día: Alpine GTA V6 Turbo

Coche del día: Alpine GTA V6 Turbo

Un Porsche a la francesa


Tiempo de lectura: 5 min.

El nombre de Alpine siempre estuvo unido al mundo de la competición, tanto en circuitos -Régie Renault- como en los rallyes en las décadas de los 60 y 70. El Alpine GTA V6 Turbo, sucesor del Alpine A310, es heredero de esta tradición, pero enfocado al concepto de Gran Turismo, referido al lujo, la exclusividad, excepcional equipamiento y calidad, aprovechando las cualidades de sus 200 CV. En un principio brillaba sobre todo por sus prestaciones y su ímpetu, más que por su condición de GT.

Aunque conservó la arquitectura tradicional de todos los Alpine, su espejo era el Porsche 911 -salvando las distancias-, imitando su disposición mecánica de “todo atrás”, es decir, motor y caja de cambios en el eje trasero. Esta peculiar distribución condicionaba el confort y la facilidad de conducción, siendo de agradecer algunos conocimientos de conducción deportiva. A su favor teníamos un placer y unas sensaciones al volante mucho más puras.

Su fabricación era una mezcla de artesanía y la última tecnología de la que disponía Renault en su momento, en consonancia con la tradición de los constructores de vehículos de Gran Turismo

Su ritmo de fabricación se situaba en nueve unidades al día, destinadas fundamentalmente al mercado francés y alemán, quedando una exportación residual al mercado norteamericano y japonés.

Renault Alpine GTA V6 Turbo 3

Partiendo de una estructura central de acero, fabricado por Heuliez, se disponían sobre él todos los órganos mecánicos -motor, transmisión, suspensiones, dirección-. La carrocería estaba compuesta por elementos de poliéster, poliuretano y fibra de vidrio, que se encolaban a alta temperatura y se unían entre sí, sin necesidad de realizar ninguna soldadura en la fábrica. El control de calidad era riguroso, desechando y destruyendo piezas, conjuntos de las mismas o incluso vehículos enteros si no pasaban dicho control.

Su posición de conducción era muy buena, con una excelente visibilidad, una climatización de gran calidad y un nivel sonoro muy contenido. Su salpicadero era casi el mismo que el del A310: funcional y con un equipamiento abundante, cierre centralizado con mando a distancia, elevalunas eléctrico, excelente equipo de sonido con radiocasete, asientos en piel y volante guarnecido del mismo material… El acceso a las plazas delanteras resultaba fácil y sencillo, casi como en una berlina familiar.

Su propulsor era un V6 a 90o, de 2.458 cm3, conocido como PHV, el mismo que llevaba el Renault 25 Turbo, pero con algunas modificaciones. Iba situado en posición trasera longitudinal. Se diferenciaba del anterior bloque, aparte de su admisión atmosférica, en elementos como un nuevo cigüeñal, nuevos árboles de levas y un encendido electrónico integral. Se incorporó un sofisticado intercooler y un cárter de aceite de mayor capacidad, con 7,1 litros. Con todo ello se consiguió una potencia de 200 CV a 5.750 RPM y 290 Nm a 2.500 RPM.

Renault Alpine GTA V6 Turbo 4

La caja de cambios era manual de cinco relaciones, de palanca corta y con una precisión casi diabólica, dándole un punto racing a la conducción, en contraste al lujo y confort del habitáculo. La amortiguación conseguía un equilibrio entre el confort y la efectividad con unos muelles más flexibles y unos amortiguadores más duros. Los elementos de la suspensión eran comunes en ambos ejes, con cuadriláteros transversales con dos triángulos superpuestos, barra estabilizadora, amortiguadores hidráulicos telescópicos y muelles helicoidales. La suspensión delantera contaba con un radio de pivotamiento positivo y 7 º de inclinación del brazo inferior (efecto antihundimiento).

Los frenos, de discos ventilados en ambos ejes, no eran del todo satisfactorios. Al frenar a altas velocidades se provocaba un leve zigzagueo en el volante, que desaparecía al pisar con mayor fuerza el pedal, al tiempo que aparecían unas molestas vibraciones que alargaban las distancias de frenada.

La dirección era suave y aceptablemente precisa, con un punto muerto de algunos grados, lo que provocaba pequeñas correcciones para mantenerlo en línea recta a alta velocidad, con una clara tendencia subviradora. Si se insistía más de la cuenta con el acelerador el coche se cambiaba esta tendencia, y la zaga intentaba adelantar al eje delantero. Sobre suelo seco no alcanzaba este comportamiento a menos que fuésemos muy bruscos con el acelerador; sobre suelo mojado la cosa se complicaba de verdad, necesitando experiencia de conducción deportiva.

Renault Alpine GTA V6 Turbo 2

Los neumáticos condicionaban bastante el comportamiento del coche, sobre todo con pavimento mojado. En el eje delantero contaba con unas medidas 195/50 VR15, y 255/50 VR15 en el trasero. Nos podemos imaginar su comportamiento en suelo mojado con semejantes zapatos atrás, y 200 CV en el pie derecho. Con el pavimento seco su estabilidad era encomiable, tanto en línea recta como en curvas.

Sus prestaciones eran realmente buenas. La velocidad máxima se veía favorecida por una quinta marcha larga, superando los 250 km/h, en detrimento de las recuperaciones -7,3 segundos de 80 a 120 km/h en cuarta, y 10 segundos en quinta-. El 0 a 100 km/h lo realizaba en poco más de 7 segundos

Los consumos variaban mucho dependiendo del tráfico y del tipo de conducción; a 120 km/h de velocidad contenida rondaba los 9 litros. Como curiosidad, a 250 km/h se superaban los 30 l/100 km. Tranquilizaba saber que el depósito de combustible contaba con 72 litros de capacidad.

Existían pocos vehículos con esta disposición mecánica, pero si manejamos este Alpine con cabeza y teniendo presente su comportamiento peculiar, sobre todo en firme mojado, seguro que nos regalará unas sensaciones de conducción deportivas realmente puras, despertando emociones dormidas y, por supuesto, nuestro espíritu RACER.

Os dejamos con este vídeo, que aunque no sea una maravilla de la técnica, permite un vistazo muy de cerca al coche.

COMPARTE
Sobre mí

Ginés de los Reyes

Desde que tengo conciencia me llamó la atención cualquier cosa con ruedas. Aprendí a montar en bicicleta al mismo tiempo que a andar, y creo que la genética tiene algo que ver: mi padre adoraba los coches, les ponía nombres, mi abuelo conducía y participaba en el diseño de camiones, y le privaban los coches...

4
COMENTARIOS

avatar
2000
 
smilegrinwinkmrgreenneutraltwistedarrowshockunamusedcooleviloopsrazzrollcryeeklolmadsadexclamationquestionideahmmbegwhewchucklesillyenvyshutmouth
Foto
 
 
 
  Suscribir  
el más nuevo el más antiguo
Notificar de
Leo
Invitado
Leo

Yo tengo un gta v6 turbo y es una pasada. Dibuja las curvas.

Lo único que le haria es quitarle el catalizador para tener 20 cv extra.

El exterior me encanta. Es una plancha de surf, simple y aerodinamica. El interior es de la serie de V.

Sin duda un clasico incomprendido

sergio
Invitado
sergio


Hombre no hay que tomárselo en serio, pero bueno, es una prueba un tanto rara.
A mi lo único que no me gusta, es el diseño exterior, lo veo muy raro, demasiada superficie acristalada, pero la verdad no tenia mala pinta y creo que puede ser un coche muy divertido si se potencia y se mejoran algunos aspectos

Pablo Mayo
Editor

Este capítulo no lo había visto, pero destrozar un Alpine A610 me parece “demasié”.

sergio
Invitado
sergio

Ya sabes como era el Señor…. unas veces se pasaba, otras se quedaba corto, en este caso, no se a que vino esa estupidez de destrozar un coche así, si no te gusta, no lo pruebes o haces otras tonterías y listo, pero un clasico, no se merece ese final


NUESTRO EQUIPO

Pablo Mayo

Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

Miguel Sánchez

Todo vehículo tiene al menos dos vidas. Así, normalmente pensamos en aquella donde disfrutamos de sus cualidades. Aquella en la que nos hace felices o nos sirve fielmente para un simple propósito práctico. Sin embargo, antes ha habido toda una fase de diseño en la que la ingeniería y la planificación financiera se han conjugado para hacerlo posible. Como redactor, es ésta la fase que analizo. Porque sólo podemos disfrutar completamente de algo comprendiendo de dónde proviene.

Francisco Javier Rodriguez

En la época en la que pasaba el día dibujando coches, alguien me preguntó: ¿pero a ti te gusta más la mecánica o la carrocería de los coches? Esa misma semana leí el Manual del Automóvil de Arias Paz. Tenía 14 años, esa simple pregunta es la razón por la que estoy aquí, desde entonces no he parado de aprender sobre lo que se convirtió en mi pasión.

Ángel Arias

La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.