Laguna Seca sigue estando en el punto de mira, tanto bien como para mal. El mítico circuito ha sido testigo de las continuas quejas por el ruido excesivo de los vecinos, pero ahora la noticia salta por otros derroteros. El McMurtry Speirling se ha convertido en el prototipo eléctrico más rápido en rodar en la pista americana y lo peor de todo, es que lo ha hecho sin proponerse el hecho de batir nuevos récords en la pista. Ahora, toca esperar para que se termine de confirmar este rendimiento en otros circuitos.
Con la intención de plantarle cara a Koenigsegg o Czinger, este pequeño, pero matón superdeportivo, parece que lo tiene todo para ser el centro de atención. Con un tren motriz puramente sostenible y eléctrico junto a una tecnología propia de fan car, se complementa a la perfección con una turbina en su parte trasera. Sobre su corta, pero intensa trayectoria e historia, cuenta con el récord absoluto en la subida a Goodwood, e incluso a un Mercedes AMG One en Hockenheim. Sin embargo su última gran hazaña ha llegado a confirmar su gran poder de humillación ante otros modelos que actualmente se encuentran en un nivel inferior de prestaciones.
Lo más sorprende de este hecho que se ha vivido en el trazado americano no es otro que desde el McMurtry Speirling Pure, que no es más que la versión de producción de este modelo, no se habían propuesto batir el récord de la pista. Tanto es así, que lograron pulverizar los cronos del Koenigsegg Jesko Attack o el Czinger 21C, todo ello rebajando el tiempo en seis segundos, parando el reloj en 1:18.413 segundos. Si esto fuese poco, se nos olvida la parte más importante y es que en ningún momento se habían planteado batir el mejor tiempo marcado por un hypercar en este trazado.
Seguramente, te preguntes que es lo que tiene de especial este superdeportivo y es algo esperable. En su interior nos encontramos con un motor eléctrico que desarrolla 1.000 CV, algo insolito en modelo de dimensiones tan raducidas y con un peso tan bajo, que no llega a superar los 1.000 kg (997 kg). Esto se debe especialmente a su acabado aerodinámico, el cual llega a ofrecer 1.814 kg de downforce, todo ello gracias a su gran alerón trasero y el poder de su turbina.
Lo que poca gente sabe es que estos récords se batieron de la mano de un piloto amateur, Philip Kadoorie. Se trata de un dato un tanto sorprendente, si se tiene en cuenta que este crono podría mejorarse si se pone en manos de Max Chilton, que incluso podría mejorar este cuento. También habría que tener en consideración el hecho de que este registro lo marcaron al 50% de la potencia real del vehículo y al 50% de la carga máxima aerodinámica que podrían generar a corto plazo.
Ahora bien, el principal problema que se encuentran no es otro que este modelo, el Speirling Pure es un modelo que cuesta un millón de euros, es que se debe producir más unidades para que se pueda considerar como un récord oficial, siendo considerado el vehiculo de producción más rápido de la tierra.
Alejandro Delgado
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