El Bugatti Veyron, que llegaba con toda su disrupción; el biplaza Peugeot 907 y su largo morro; Lo más reciente de Maranello para la calle y para las pistas representado en dos coches girando juntos sobre una plataforma roja: el por entonces nuevo Ferrari F430 y el F2004, el monoplaza definitivo. En el Salón de París 2004 también se dejaban ver peculiaridades como el prototipo futurista Audi RSQ, del cual el Audi R8 heredaría su forma, y rarezas como el Lada Niva Skarabee, un concepto que se abría al frente y mostraba su tren motriz a modo de estrategia de relanzamiento del todoterreno en Francia. Entre todo eso y más, desde el stand del tridente, el Maserati MC12 2005 advertía.
Ferrari ganándolo todo en la Fórmula 1, Maserati alcanzando la gloria una y otra vez con su prototipo. En la década de los 2000, ninguno se impuso tanto en la categoría GT1 del FIA GT como el Maserati MC12. Años de prosperidad y títulos consecutivos cosechados por el lazo entre ambas marcas. El MC12 fue el Ferrari Enzo que brilló por su ausencia en las carreras GT y podría decirse que fue una especie prórroga para el de Maranello, cuya producción cerraba cuando la del tridente empezaba, aunque su F140 construiría una saga más compleja y un legado extendido.
El V12 F140 fue precisamente el que propulsó a las ruedas traseras del Maserati MC12, que tomó de base al chasis del Enzo, pero su tanda fue mucho más limitada que las 399 unidades del sucesor del F50, además de que constituyó una versión mejorada para las carreras, su propósito original, a diferencia del superdeportivo de Ferrari. Una hermandad interpretada más allá de los años. No hace tanto, a finales del 2023, una empresa de subastas británica los juntaba y los ponía en venta en un anuncio que no parecía de esta época, sino de aquella, a juzgar por el uso casi nulo de ambos.

El Maserati MC12 2005 número 41 y un peculiar historial de mantenimiento
Hablando de muy bajos kilometrajes, echémosle un vistazo a este ejemplar, un Maserati MC12 2005 ofrecido por el concesionario Mechatronik y publicado en Classic Driver. donde se indica que se trata del número 41, es decir, uno de los correspondientes a la segunda producción de 25 unidades, que por cambios de reglamentación de la FIA medían 150 milímetros menos de largo que las 25 iniciales con que los de Módena lo habían homologado.
Difícilmente vemos un MC12 con capas de pintura de otros colores. El “Bianco Fuji” y el azul de los bajos y la zaga no se negocian. En posición central lleva todavía su V12 de 630 caballos y el cuidado en sus 20 años fue tan celoso en los talleres como en el papeleo. Durante casi las dos décadas, este ejemplar fue propiedad del primer dueño, quien lo adquirió en abril del 2005 en Hong Kong y lo vendió en mayo del 2023. Durante todo ese período, conservó todas las facturas y documentación de las periódicas sesiones de mantenimiento que le realizó en Maserati Hong Kong, lo que permite con la fechas de las visitas y observar una particularidad de su historial detallado en el sitio suizo.
Actualmente, registra 1.960 km y sumó 45 km desde su matriculación en Alemania con su venta del 2023. Contra todo pronóstico, teniendo las autobahns para llevarlo al extremo, ¿no? Si esto llama la atención, más curiosos son los siguientes datos. En 2006 ya había acumulado casi 1.400 km y del 2012 al 2018 aumentó apenas ocho kilómetros, con dos visitas técnicas en el medio. De éstas no se informa qué kilometrajes llevaba entonces. Da para sospechar, pero se aclara que “el propietario utilizó el vehículo muy raramente” y, durante la segunda mitad de su vida, sus usos se limitaron a esporádicas exposiciones. Como sea, hace casi 20 años que este Maserati MC12 se mira y no se toca más que para conservarlo inmaculado.
Mauro Blanco
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