El Renault 5 GT Turbo es uno de esos pequeños GTI de los años 80 que, a día de hoy, es todo un icono de aquella década y de la misma Renault. Su motor turbo, con tecnología de Fórmula 1 –Renault fue el paladín de los motores turbo en Fórmula 1– le hacían especial, diferente al resto de rivales, todos con motores atmosféricos.
Se hizo famoso, además de por sus prestaciones, también por la forma de entregar la potencia, típica de los motores turboalimentados de los años 80. Se creó un aura alrededor del R5 GT Turbo que añadía más interés y emoción. ¿Quién no quiere un coche al que hay que domar con mano dura? Así no es de extrañar que fuera un éxito.
Pero no solo tuvo el interés de sus altas prestaciones, Renault aprovechó para crear algunas versiones especiales sobre su base, que a día de hoy, al ser menos numerosos, son casi piezas de colección. Tal es el caso del Renault 5 GT Turbo Alain Oreille, una edición limitada a 2.000 unidades en honor al piloto francés Alain Oreille, campeón a los mandos de un R5 GT Turbo de la Copa FIA de coches de producción, o más conocida actualmente como Grupo N.

El R5 GT Turbo Alain Oreille se lanzó en 1990, en el último año de producción del Supercinco GT Turbo y único año de producción del Alain Oreille. Se basaba en la fase 2 del utilitario francés –hay quien afirma que es un fase 3, pero el R5 GT Turbo Club de Francia afirma que es un fase 2– y es plenamente reconocible por su decoración exterior, pues no hay ni un solo anagrama que indique que se trata de un R5 GT Turbo Alaín Oreille.
Se fabricó en la planta situada en De Haaren, en Vilvoorde, en Bélgica, y será el único Renault Supercinco en hacerlo. No obstante, técnicamente era un Renault 5 GT Turbo estándar, no había diferencias con el resto de hermanos de gama y lo único especial es el mencionado color azul –azul 449, introducido con este modelo y usado también en el Clio 16S, en el Clio Williams, en el Renault 21 Quadra… –. Color que también se trasladaba a las llantas.
El habitáculo lucía una tapicería específica, aunque era básicamente la misma que la usada en el GT Turbo fase 2 pero con banderas azules, a juego con la carrocería.

Como se ha dicho, el apartado técnico quedaba intacto, es decir, se mantiene, entre otras cosas, el propulsor de 1.397 centímetros cúbicos alimentado por un carburador y un turbo Garret T2, que rinde 120 CV a 5.750 revoluciones y 165 Nm de par a 3.750 revoluciones. Se mantenían también los mismos frenos de disco en las cuatro ruedas y su escaso peso de 830 kilos.
A modo de curiosidad, en Reino Unido se vendió como Renault 5 GT Turbo Raider, porque pensaron que vender una edición especial con el nombre de un piloto no nacional, no tendría éxito. Pero solo cambiaba la denominación, todo lo demás era un calco.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".No todos los rivales eran atmosféricos, ahí estaba el Fiat Uno Turbo con 118cv( y técnicamente superior)
Hola, Carlos. Razón tienes, me había olvidado por completo del Uno Turbo…