Coche del día: Audi 80 quattro Competición

Coche del día: Audi 80 quattro Competición

Edición limitada a 2.500 unidades, para homologar la versión de competición del campeonato alemán STW


Tiempo de lectura: 3 min.

El Audi 80 fue un modelo muy importante para la firma de los cuatro aros, pues con él se abrió las puertas de la marca a mercados como Estados Unidos y se comenzó a establecer la senda que recorrería hasta llegar hasta nuestros días. Hoy día, el Audi A4 es el fiel reflejo del 80, de hecho, su código interno, designado con la letra B y un número, comenzó con el Audi 80 (B1), por eso, el Audi A4 de primera generación es el B4. Un dato curioso que solo sirve para demostrar donde comenzó la Audi que tenemos a día de hoy.

Cierto es que el 80 no se puede comparar directamente con el A4, pero eso no quiere decir que fuera un modelo insulto o poco interesante. Ahí están, sin ir más lejos, las versiones S2 o el brutal RS2, dos variantes que se basan en el Audi 80 y que, hoy día, son modelos deseados y muy coleccionables. Sin embargo, hay una versión que no es tan conocida y que suele ser pasada por alto, aunque hay que reconocer que tampoco fue la más deportiva de todas. No obstante, merece la pena recordarla porque fue una versión de homologación fabricada en tirada muy limitada (solo 2.500 ejemplares). Nos referimos al Audi 80 quattro Competition, que sirvió, como decíamos, para homologar la versión de competición, el Audi 80 Competition, que fue creado para participar en el campeonato alemán Super Tourenwagen Cup (STW), un campeonato que se formó tras la marca de BMW y la propia Audi del DTM.

Solo se vendió en Europa y en realidad, era un Audi 80 con algo de maquillaje y poco más. La base de partida era el Audi 80 2.0 16v quattro, que recibía una serie de elementos para la carrocería para darle un toque más deportivo, elementos que, por cierto, se tomaban prestaos del Audi S2. Al kit de carrocería del S2 había que sumar un alerón en la tapa del maletero y unas llantas Ronal de 16 pulgadas y una suspensión deportiva, que bajaba la altura del casco en 40 milímetros. Solo se podía escoger en tres colores: rojo láser, gris plateado y negro volcán perlado.

Para el habitáculo el tratamiento era similar. Se montaron asientos deportivos y se incluyeron molduras de puertas tapizadas con la leyenda “quattro”. La instrumentación era más completa, con nuevos diales para la presión y la temperatura del aceite y para la tensión de la batería. En el salpicadero se añadía una placa que anunciaba “Audi Competition”, colocada delante del copiloto. El resto de cosas eran bastante convencionales, como el ABS, volante de cuero (con cuatro radios) y airbag, lunas con tintado verde y mando eléctrico delante, más cierre centralizado.

audi 80 quattro competition (3)

Bajo el capó había un 2.0 16, con inyección Bosch, que rendía 140 CV a 5.900 revoluciones y un par de 185 Nm a 4.500 revoluciones. El cambio era manual de cinco relaciones y todo el conjunto tenía un peso de 1.370 kilos, lo que no permitía que destacara especialmente por prestaciones, ya que anunciaba un 0 a 100 km/h en 9,8 segundos y una velocidad máxima de 206 km/h. El peso tan elevado para un coche de los 90 (de 1994), se debe a la presencia de un sistema de tracción total permanente, de ahí, obviamente, la denominación “quattro”.

En carretera, según las revistas de la época, pecaba de una dirección muy asistida y poco informativa, pero que al menos, destacaba por ser mucho más dinámico que el resto de versiones del Audi 80, a excepción, claro está, del Audi S2 y del Audi RS2. Se vendió, principalmente, en el mercado francés y en el alemán.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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La historia del automóvil está llena de grandes emprendedores, de ideas arriesgadas, curiosas casualidades, irreconciliables enemistades y muchos fracasos. Es un mundo intenso y fascinante del que muchos hemos quedado cautivados. Cualquier vehículo con un motor me parece interesante, ya sean motocicletas, automóviles, camiones, aviones o barcos; es estupendo sentir la brisa del viento en la cara sobre uno de ellos. Si estáis aquí es porque compartimos afición.

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