En un contexto en que cada vez los fabricantes apuestan menos por los salones del automóvil para mostrar sus novedades -incluso en los de primera fila- este tipo de exposiciones tienen que reinventarse. El Salón de Barcelona se llamará oficialmente -de nuevo- Automobile Barcelona, y se celebrará del 11 al 19 de mayo de 2019 en su ubicación predilecta, el recinto de Montjuïc.

El futuro no versa únicamente de novedades, sino de mezclas en mayor o menor grado entre el automóvil y la tecnología de otros ámbitos. Así, el salón tendrá conexión con la conducción autónoma -y se podrá probar-, la conectividad, movilidad sostenible, el Internet de las cosas (IoT) o las relaciones entre conductores y vehículos. El Siglo XXI dejará al automóvil del Siglo XX decididamente en otra época.

La cita barcelonesa aspira a ser referente mundial de las tecnologías del vehículo conectado, y la ciudad ya es conocida por su relación con la tecnología más avanzada por el Mobile World Congress. Cómo no, el salón contará con toda la colaboración de la industria del automóvil. En otra época habría sido un salón sobre el presente y poco sobre el futuro. Ahora es al revés, más futuro que presente, no será una simple feria para vender coches.

El movimiento efectuado por la organización es totalmente coherente con los tiempos que corren. Bajo el formato clásico el Salón de Barcelona ha peligrado varias veces, pero siempre se lograba una solución en el último momento a pesar de las bajas de algunos fabricantes. Al igual que el Salón de Madrid, Barcelona tiene que adaptarse, pero a diferencia de la cita madrileña, este salón tiene más caché: es el único de España con el reconocimiento internacional de la Organisation Internationale des Constructeurs d’Automobiles (OICA).

Obviamente también habrá espacio para las novedades y las primicias nacionales, y puede que alguna europea, pero no hay que apostar a ver alguna novedad mundial. No faltará el recuerdo hacia la historia del evento, que solo ha dejado de celebrarse durante la Guerra Civil, Segunda Guerra Mundial y primeros años de la etapa franquista. La octava edición se celebró en 1966. No estaba el forn para profiterols. En 2019 se celebrará la cuadragésima edición.