Hace unos pocos días que el CEO saliente de FCA (Fiat Chrysler Automobiles), Sergio Marchionne, anunciaba en una larga presentación en Balocco, cerca de Turín, lo que será el plan de FCA 2018-2022. Las marcas protagonistas fueron Alfa Romeo, Maserati, Jeep y Ram, mientras que Fiat, Chrysler, Dodge y Lancia jugarán un papel secundario en estos planes. Lancia ni estaba ni se la esperaba.

Las finanzas

Vamos a comenzar con un punto interesante para inversores. Por primera vez desde que se fusionaran las compañías italianas con las americanas, el grupo va a ofrecer un dividendo a sus inversores, que será del 20% del beneficio. Esto es posible gracias a que, según el plan quinquenal, se va a doblar el beneficio, generando unos 30.000 millones de euros en flujo de caja libre. Esto significa un beneficio estimado de unos 16.000 millones de euros, y llegar a un margen superior al 10%, desde el 6,8% actual.

Para aumentar este beneficio, FCA prevé adquirir a su actual socio o crear su propia financiera, sobre todo en Estados Unidos, donde Santander Consumer USA realiza este tipo de operaciones actualmente. Esto es una fuente más de ingresos para el negocio.

Durante este periodo, el grupo invertirá unos 45.000 millones de euros, de los cuales 9.000 irán a parar a la electrificación de la gama, desde motores a baterías y todos sus elementos accesorios. El resto irán a parar al resto de marcas, teniendo a Alfa Romeo, Maserati, Jeep y RAM como protagonistas en sus planes de producto.

Recordemos que Marchionne se puso al frente cuando Fiat rozaba la bancarrota en 2004, con un valor estimado de unos 5.000 millones de euros, y ahora deja el grupo con un valor estimado de más de 60.000 millones de euros. Algo ha hecho bien el hombre de los jerséis, multiplicando por algo más de 10 el valor del grupo.

Líneas de acción

La principal línea de acción, y que cambiará la marca para siempre, es la electrificación. Con unos planes de inversión bastante ambiciosos, el grupo prevé ponerse al día en este aspecto, al que ha llegado un poco tarde, cuando el resto de fabricantes ya ha comenzado a desarrollar sus inversiones. Aún así el poder de reacción de FCA siempre ha sido bueno, así que veremos como se adaptan al nuevo mercado.

De la mano de la electrificación, llega el adiós a los motores diésel en 2021, al menos para turismos en Europa, pues en vehículos comerciales se prevé que continúe su comercialización un tiempo más. Puede que algo tenga que ver la fina línea que separa el tuning de sus motores MultiJet con un fraude similar al de Volkswagen, que todavía se está investigando.

Otro punto importante en cualquier fabricante actual es la conducción autónoma. Aquí FCA se ha aliado con Waymo -la filial de Google- para el desarrollo de su coche autónomo, así como con BMW y Aptiv PLC. Los niveles 2-3 llegarán entre 2019 y 2021 y se prevé que para 2023 el grupo tenga algún vehículo con nivel 4 de autonomía, lo que supondrá un coste extra de unos 25.000 euros, que se reducirá con el tiempo hasta los 8.500 euros.

No dudo de que este sea el coste real de desarrollo y de equipamiento necesario, pero a ese precio dudo mucho que se popularice. Deberán encontrar algún modo de amortizarlo de otra manera, para reducir su precio, y así que se convierta en un producto masivo. Dentro de este acuerdo, se proveerán 62.000 Chrysler Pacifica a Waymo durante tres años, para la realización de pruebas a gran escala. ¿Son muchos? Uber ya llamó la atención encargando a Volvo 24.000 XC90 para hacer de “robotaxis”, menos de la mitad.

La conectividad será otro pilar importante, así que el grupo va a crear su propia solución de conectividad en 2019, y estará disponible en todos los vehículos en 2021. El equipamiento incluirá lo necesario para conectarse a Internet y a la nueva plataforma de FCA basada en la nube. El sistema Uconnect, por tanto, queda sentenciado como obsoleto.

Alfa Romeo

Entrando ya en lo interesante, los planes de producto, tal vez la mayor revelación de la presentación fue el regreso de dos modelos míticos, junto a los siete nuevos vehículos que lanzarán hasta 2022: el 8C y el GTV.

El nuevo Alfa Romeo 8C será un cupé deportivo que intentará recuperar el coche “halo” de la marca, con un vehículo que se prevé tendrá un precio alto: chasis de fibra de carbono, motorización híbrida y tracción total. El motor de combustión será de 600 CV de potencia, montado en posición central-trasera, e impulsará las ruedas posteriores. Al frente tendremos un motor eléctrico que se complementará con el térmico, de manera que se ahorran el árbol de transmisión, y gana la tracción total, a la vez que se puede realizar una regeneración eléctrica más eficiente.

El GTV no andará muy lejos del 8C, con 600 CV, e-boost, tracción total con control vectorial del par y cuatro plazas, eso sí, con motor delantero y un chasis más convencional. Básicamente se tratará de un GT enfocado a la carretera, pero con mucho carácter.

El resto de productos será la renovación de la línea Giulia, Giuletta y Stelvio, a los que se añadirán dos SUV, uno en el segmento E, y otro por debajo en el C (el Stelvio se queda en el segmento D). Las versiones de batalla larga de Giulia y Stelvio se comercializarán solamente en China, país de gran importancia en el crecimiento de ventas de FCA.

Maserati

Siguiendo el crecimiento de Maserati, el nuevo plan prevé impulsar más la marca, con la llegada de nuevos productos, que también serán electrificados bajo la submarca “Maserati Blue”, que incluirán el Quattroporte y Levante. El producto más interesante que verá la luz será el Maserati Alfieri, esa obra de arte que se materializará como cupé y cabrio, y que será PHEV (híbrido enchufable).

Al igual que sus primos el 8C y GTV, será tracción total, donde el tren delantero contará con dos motores eléctricos, mientras el motor térmico enviará su potencia al tren trasero y moverá un tercer motor eléctrico. Como siempre, la planta motriz provendrá de Ferrari, lo que hace prever cambios importantes también en Maranello y su gama de productos.

Cómo no, Maserati tendrá otro SUV -de tamaño medio- que también será PHEV, y del que proyectaron un teaser de su parte de atrás.

Jeep y RAM

La marca estrella del grupo tuvo un protagonismo especial en la presentación. En esta parte se anunció que la gama Jeep tendrá 10 vehículos PHEV, y dos BEV (completamente eléctrico) para 2022. También eliminará sus motorizaciones diésel para Europa de una manera progresiva, en línea con los planes del grupo.

“Todos los modelos tendrán opción eléctrica en 2022.” – Mike Manley, CEO de Jeep y Ram

La marca expandirá los nichos a los que llega, con tres nuevos 4×4 en los próximos años, así como la renovación de su gama. Se espera que en 2021, los Jeep puedan disponer de autonomía nivel 3.

La marca RAM, principalmente destinada al mercado norteamericano y centrada en pick-ups y vehículos para el trabajo, renovará su actual línea de producto, con el nuevo modelo TRX en su gama ligera. Una nueva camioneta heavy-duty también llegará en este tiempo, así como la renovación de la furgoneta ligera Promaster City.

Fiat y el resto

El resto de marcas tuvo un protagonismo más limitado, aunque llama la atención que la marca que encabeza el nombre del grupo tuviera tan poca relevancia. Según Marchionne, las reglas del juego están cambiando, y el mercado masivo de Fiat solo tiene sentido con el 500 y el Panda. De hecho, en el plan se anunciaron nuevas versiones híbridas del 500X y 500L y eléctricas del 500, así como una variante ranchera, el 500 Giardiniera. Me da la sensación de que es una “patata cliente” que el hombre de los jerséis quiere dejar a su sucesor, para que defina el futuro de la marca turinesa a su gusto y sin ataduras.

Como decíamos al inicio, el resto de marcas tuvo una presencia testimonial, sin grandes anuncios de producto, lo que abre un interrogante sobre las fusiones entre ellas, o se trata como decíamos antes, de dejar libertad al nuevo CEO entrante, del que por cierto, no se dijo una palabra. Lo que sí ocurrió por primera vez, es que Marchionne apareció en su última presentación importante con una corbata, algo digno de mención en él.