Coche del día: BMW 328i Touring (e36)

Coche del día: BMW 328i Touring (e36)

Prestaciones y buen comportamiento, a costa de capacidad de carga


Tiempo de lectura: 3 min.

El BMW 328i Touring ponía de manifiesto que podían combinarse prestaciones, dinámica de conducción y espacio para toda la familia, en un formato no demasiado grande o aparatoso, y además, con un diseño atractivo y deportivo, pero sin estridencias, con un estilo muy “germano”.

Las carrocerías familiares con motores de altas prestaciones, comenzaron a ganar popularidad allá por los años 90. Empezaron poco a poco, con motores potentes pero siempre sin pasar de cierto límite, pues en el fondo, hablamos de coches “para familias”, su objetivo no era ser rápidos, sino prácticos. Sin embargo, la misma BMW puso en circulación el M5 Touring e34, luego llegó el Volvo 850 R y el Audi RS2 y todo se fue de las manos.

Esos coches eran, digamos, versiones muy especiales, no aptas para todos los bolsillos ni para todos los conductores, pero demostraron que había mercado para “station wagon” con motores potentes. Quizá por eso, cuando la marca alemana lanzó el Serie 3 Touring, cuidó que fuera tan deportivo como el sedán. Y para colmo, le añadió a la gama el motor de 2,8 litros y 193 CV del BMW 328i, dando lugar a una ranchera que a simple vista no destacaba por nada, pero que podía poner en apuros a muchos modelos de aspiraciones más deportivas.

Con un precio base de 5.830.000 pesetas –35.040 euros de 1995–, el BMW 328i Touring era un coche muy caro, pero también era un coche que estaba por encima de la media en apartados como la calidad de fabricación o el comportamiento en carretera. Sin ir más lejos, el motor ya lo separaba del resto de rivales, un seis cilindros en línea atmosférico de 2.793 centímetros cúbicos –de cotas cuadradas, 84 por 84 milímetros para diámetro y carrera–, capaz de rendir los ya mencionados 193 CV a 5.300 revoluciones, más 28,6 mkg a 3.950 revoluciones.

BMW 328i Touring (2)

Sus virtudes como coche familiar no eran las mejores, pero hacía que te olvidaras de ello con su comportamiento y su motor

No había otro familiar de su categoría con un motor semejante –cuando salió al mercado, luego llegaron los Audi A4 Avant y Mercedes Clase C Estate–, y por supuesto, con unas prestaciones siquiera cercanas. Con un cambio manual de cinco relaciones, presumía de completar el 0 a 400 metros en 15,25 segundos y los 1.000 metros, también con salida parada, en 28,07 segundos. El 80 a 120 km/h en cuarta requería de 8,5 segundos y en quinta, 11,37 segundos. Alcanzaba los 230 km/h y con un consumo medio de 9,5 litros, podía recorrer 653 kilómetros con un depósito –62 litros de capacidad–. Como dato curioso, la revista Autopista registró 12,5 litros a 180 km/h, un dato que tildó de muy bueno.

Pero no todo son prestaciones, sobre todo en un coche de carrocería familiar, y es ahí donde el BMW 328i Touring perdía un poco de terreno. Frente a rivales similares resultaba más pequeño y con menos capacidad interior, incluso tenía menos maletero que su hermano sedán –370 litros frente a 435 litros–, aunque sus formas lo hacían más aprovechable y con un acceso más sencillo. Todo ello provocado por la suspensión trasera multibrazo, que también obligaba a tener unos pasos de rueda muy voluminosos, que limitaban el espacio disponible de lado a lado a solo 83 centímetros.

Cuando algo se quiere, algo cuesta, ¿verdad? De todas formas, se ganaba en comodidad en todas las plazas –el techo era más alto– y se podía aprovechar la baca sobre el techo para ampliar las posibilidades de carga.

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Sobre mí

Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".

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Ingeniero de profesión, la mayor pasión de mi vida son los coches desde que era un chaval. El olor a aceite, gasolina, neumático...hace que todos mis sentidos despierten. Ahora embarcado en esta nueva aventura, espero que llegue a buen puerto con vuestra ayuda. Gracias por estar ahí.

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