Parece que no, pero puedes seguir y conocer la historia social mediante la evolución de la estética y diseño de los coches que se han ido presentando. Este es el caso de Ferrari, que su gran época dorada fue entre los años 50 y 60, siendo obras maestras de la ingeniería, mientras que 30 años más tarde llegaría una de sus joyas de la corona, el Testarossa, que en su sexto año sufrió un fuerte lavado de imagen que haría que este modelo fuese más icónico en el mercado.

Con todo esto y después de comprobar el éxito que estaba alcanzando, decidieron comenzar a producir el nuevo Ferrari 512 TR. Se trataba de un coupé, que había cambiado prácticamente toda su ingeniería para hacerlo único. Eso sí, fue mediante el concesionario oficial de la firma italiana en Singapur, Hong Seh Motors, y de la mano de Alfred Tan, cuando se decidió ir un paso más allá y producir tres unidades exclusivas de este modelo sin techo.

Tan, que era un gran aficionado al mundo de Maranello y de las prestaciones de sus coches, encargó a Pininfarina varias unidades de este modelo, conocido como Testarossa Spider. Eso sí, no fue hasta el 1993 cuando comenzó a llegar al mercado y fue en ese momento cuando se le entregó las 3 unidades a Alfred Tan, que vendió uno a un directivo francés, mientras que la unidad de la que hoy hablamos acabada en Blu Cobalto, fue para él.

El exterior de este bonito modelo ya te deja claro que es un coche muy especial y que marcó por completo un punto de inflexión en el mercado. Con una estética muy singular, este Ferrari tenía una línea que hablaba por ella sola, imponiéndose en el mercado con una gran presencia. En su interior, ya se veía que era una gran obra de artesanía y se observaba asientos de cuero Connolly teñido en Blu Scuro, que se combinaba a la perfección con una alfombrilla Blu. Al mismo tiempo, su techo de lona azul marino seguía la línea cromática de este modelo, el cual formaba parte de este numerado chasis 97310, que fue el único que salió en este color de la fábrica.

Solo había tres modelos en el mercado y dos de ellos eran del mismo propietario, quien se hizo con este proyecto tan especial, pero en este caso el Ferrari que hoy hablamos solo tiene 570 km recorridos y está propulsado por un motor bóxer de 4,9 litros y 12 cilindros, contando con una cilindrada de 4.943 cc, lo que hace que sea uno de los coches más especiales que se recuerdan. Ahora, este modelo tan poco visto, se ha puesto en subasta en RM Sotheby’s en Monterrey por un precio que oscila entre los 2,7 millones y 3,5 millones de dólares, que al cambio serían 2,5 millones a 3,2 millones de euros. Sin duda, hacerse con esta joya de alta ingeniería italiana no sale barato.

Antes de acabar, merece la pena mencionar que Ferrari nunca fabricó, oficialmente, un Testarossa descapotable. Y “oficialmente” es la palabra clave, pues Gianni Agnelli si disfrutó de un Ferrari Testarossa Spider, creado exprofeso para su uso personal.

Este es el único Testarossa Spider “oficial”, creado expresamente para Gianni Agnelli