El Bugatti Bolide es uno de los coches más emocionantes de cuantos ha creado la firma francesa desde que entró a estar controlada por el grupo Volkswagen. Es cierto que eso ya no es así, que ahora es Rimac y Porsche y quienes dirigen el devenir de la empresa, pero el Bolide es uno de los últimos proyectos que nacieron bajo el amparo de los alemanes y además, no es un Bugatti más.

Desde aquel brutal Bugatti Veyron, la compañía se ha centrado en automóviles excelsos, potentes a más no poder y con una predilección especial por la velocidad pura y dura. Hay versiones del Bugatti Chiron, la criatura que llegó para ocupar el lugar del ya mítico “coche de los 1.000 CV”, que se han centrado más en la experiencia de conducción y en el trazado de curvas, pero por lo general, y dado sus características, ningún Bugatti se puede considerar un coche para curvear en una carretera de montaña, donde, seguramente, se encontrará fuera de lugar. Ni siquiera un circuito tradicional es un lugar donde un Bugatti pueda encontrar su lugar.

Pero eso ha sido hasta que dieron a conocer el Bolide. el Bugatti Bolide no es un Bugatti más, es algo muy especial, es la radicalización del concepto de producto que han ofrecido hasta el momento, es una transformación espectacular, para ser lo más rápido posible en circuito, partiendo de la base de un Chiron. Bueno, en realidad lo único que une al Chiron y al Bolide es el motor, y este último recibe una versión revisada y potenciada. El chasis del Bugatti Bolide, por ejemplo, es una creación específica con la colaboración de Dallara –y está diseñado según exigencias de las categorías LMh y LMDh–.

Sin embargo, aunque hablamos de un coche pensado para usar únicamente en pista cerrada, un track car en toda su esencia, las prestaciones y la velocidad son intrínsecas a Bugatti y por ello, la misma marca anunció que el Bolide sería una auténtica bestia capaz de alcanzar las 310 mph en 20 segundos, es decir que podría rozar los 500 km/h en el tiempo que un coche convencional, alcanza una velocidad de crucero, digamos, estándar –120/130 km/h–. Sin embargo, tras las últimas pruebas de desarrollo, el Bugatti Bolide parece ser bastante más lento.

Los datos de Bugatti afirman que la velocidad máxima será de 380 km/h en su configuración de baja carga aerodinámica. ¿Un fracaso? Pues más bien no, en realidad es algo coherente porque no hay circuito donde se pueda alcanzar semejante velocidad. La marca afirma que, para el Bolide, el único límite es encontrar rectas lo suficientemente largas como para alcanzar los 380 km/h, y las rectas en pista aprobadas por la FIA no puede exceder los dos kilómetros de longitud, con solo un puñado de excepciones en todo el mundo. No obstante, también destacan que el Bolide es más rápido que un Fórmula 1, cuyo récord de velocidad es de 373 km/h.

El piloto de pruebas oficial de la marca, Andy Wallace, dice que “todo lo relacionado con el coche está a un nivel completamente diferente al que he conducido antes. Todos los coches son difíciles de conducir al límite, pero incluso al límite de sus capacidades, el Bugatti Bolide sigue siendo notablemente fácil de conducir. Cuando tienes un coche con tanta capacidad y tanta carga aerodinámica, no mucha gente creería que eso sea posible. Incluso yo me encontré en un estado de incredulidad después de primera etapa conduciendo el Bolide”.

Desde Bugatti dicen que la facilidad de conducción del Bolide se debe no solo al trabajo aerodinámico –puede generar un apoyo de 800 kilos en el eje delantero y 1.800 kilos en el trasero a 320 kmk/h–, sino a la implementación de sistemas especialmente puestos a punto como el ABS o el control de estabilidad. También se mencionan los frenos, los cuales, han requerido dos años de investigación y desarrollo, con discos carbono-carbono con especificaciones LMh y LMDh.

El Bugatti Bolide es un coche que no está diseñado para la velocidad máxima, los ingenieros han priorizado las curvas, la tracción y la frenada sobre la velocidad máxima. De hecho, puede generar hasta 2,5 G en curva.

Wallace añadió: “La sensación cuando sales de una curva, pisas el acelerador y experimentas esa implacable oleada de potencia es incomparable. Sales de esa curva a 100 km/h, y de ahí a 200 km/h y luego a 300 km/h es una absoluta revelación. En ese escenario específico, el Bolide se alejaría de un auto de un Fórmula 1”

Una vez concluida oficialmente la fase de prueba del Bugatti Bolide, el equipo de Molsheim ha pasado a centrarse en la producción en serie. Se espera que la entrega del primer vehículo para clientes se realice en tan solo unos meses.

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