A pesar de que se ha reducido la diferencia, los gustos de los estadounidenses y los europeos son muy diferentes. Los fabricantes se han empeñado en reducir esa diferencia, pues cada día es más complicado tener un catálogo para cada mercado y los coches globales son el futuro de la industria, coches que se vendan en cualquier lugar sin tener que modificar ni adaptar su diseño y su equipamiento.
Es un tema que se intenta desde hace tiempo, sobre todo por parte de los americanos, que han traído a Europa toda clase de opciones sin mucho éxito, a pesar de que Ford ya les enseñó como hacerlo. Chevrolet, finalmente, fue capaz de adaptarse y triunfar, pero finalmente acabó por abandonar, pues resulta que General Motors no había pensado en Opel, o si lo había hecho, los planes no salieron como esperaban. De hecho, Opel ha estado involucrada, cuando estaban bajo el amparo de General Motors, en varios escarceos entre mercados, sus modelos se han dejado ver al otro lado del Atlántico en varias opciones, aunque nunca con el logotipo del rayo.
Por lo general, al otro lado del charco, los Opel se vendían como Chevrolet y en alguna ocasión, como Cadillac. Movimiento, este último, que parece un poco fuera de lugar, aunque el coche afectado fuera el Opel Omega. Sí, quizá no lo supieras, pero la segunda generación del Opel Omega se vendió en Estados Unidos como Cadillac Catera y además, contó con una campaña de publicidad que tuvo a Cindy Crawford como protagonista.
Se ofreció con un solo motor, como suele ser típico en Estados Unidos, un V6 L81 con 149 kW –202 CV– fabricado en Inglaterra, en las instalaciones de General Motors en Ellesmere Port, combinado con una transmisión automática GM 4L30-E, que se fabricaba en Estrasburgo, Francia.
El caso es que el Cadillac Catera fue un fiasco, las ventas no acompañaron en ningún momento y eso, como ya sabemos, a pesar de que la base del Omega alemán era buena. Además, contaba con el mismo nivel de calidad que cualquier Opel Omega, pues el Cadillac Catera se fabricaba en Alemania, en Rüsselsheim, en la misma línea de montaje que su gemelo europeo. Se dice que fue, precisamente esto, uno de los motivos para que sus ventas no fueran las deseadas, ya que encarecía en exceso el precio final del conjunto. El Cadillac Catera se comenzó a vender 1996 a un precio de 29.995 dólares, equivalentes a unos 51.800 euros. También, al parecer, tenía problemas de fiabilidad debido a un motor que sufría un desgaste excesivo en condiciones de conducción urbanas.
La producción del Cadillac Catera se estiró hasta el año 2001 y se fabricaron aproximadamente 95.000 unidades, mientras que la producción del Opel Omega se paró en 2003. Como curiosidad, la plataforma del Omega también se usó para el Pontiac GTO y en los Holden Commodore y Holden Monaro.
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS