En el mes de junio de 2023, diremos adiós a un modelo que se ha ganado el apelativo de icono, pues lleva en el mercado nada menos que 45 años y ha sido un éxito de ventas desde el primer día. Un coche que nació en España, en Almussafes, en Valencia, instalaciones que se crearon expresamente para fabricar el modelo en cuestión: el Ford Fiesta. Nombre totalmente español, que si lo juntamos con las siglas ST, por ejemplo, cobra un enorme sentido porque ese coche es una fiesta de conducción. Pero también podemos combinarlo con otros nombres igual de interesantes y que se quedará en el recuerdo de los amantes de los coches clásicos como XR2 o RS Turbo.
No eran las versiones más vendidas, como tampoco lo ha sido el ST, eran las versiones que le dieron caché al Fiesta, y sí, también eran una fiesta de conducción, cada uno en su contexto. Las variantes más populares, como siempre, fueron las “normales”, las destinadas, obviamente, a la producción en masa, con un talante y unos motores mucho menos deportivos, aunque si hay una cosa por la destacó siempre el Ford Fiesta, ha sido por su puesta a punto, con su tacto de conducción y por su comportamiento sin importar la versión. Quizá debamos apartar un poco al Fiesta RS Turbo, aunque sea solo por sus frenos de tambor traseros –¿una versión turbo con 133 CV y frenos de tambor traseros? ¿En 1990? ¿En serio?–, pero por lo general, el utilitario de firma americana y sangre muy española siempre ha hecho bien las cosas en ese sentido.
La última generación es, como cabría esperar, la mejor de todas. Es cierto que esto no se cumple siempre, pero en este caso así es y justo cuando aparece la mejor iteración del pequeño Ford, la marca decide jubilarle sin reemplazo. ¿Por qué? Pues porque no es rentable, porque el Ford Puma vende más y porque la próxima Euro 7 y la electrificación cambiarán las cosas radicalmente. Y posiblemente no sea el único utilitario que se despida del mercado, los rivales del Grupo Volkswagen tampoco tienen asegurada la supervivencia, a no ser, claro está, que se conviertan a coches eléctricos, algo en lo que Volkswagen ya trabaja.
De hecho, el Fiesta también podría regresar al mercado como un coche eléctrico, aunque no será un utilitario como ahora, y además, de hacerse realidad los rumores, tendría mucho en común con los utilitarios eléctricos de VAG, pues se dice que tomaría como base la plataforma MEB Lite del conglomerado alemán. No olvidemos que Ford y Volkswagen tienen un acuerdo de colaboración de donde ya ha salido el nuevo Ford Explorar eléctrico.
Ágil, dinámico y con bajos consumos ¿Qué más quieres?
El Ford Fiesta es un coche muy importante para la firma americana y, obviamente, para muchísimas familias valencianas, que vieron como su llegada les otorgaba muchos puestos de trabajo. La construcción de una nueva fábrica, de donde saldrán cientos de miles de coches, no solo supone trabajo para los operarios, también provoca la creación de toda una serie de empresas externas que crecen alrededor de la fábrica y que, gracias a eso, se crean al mismo tiempo muchísimos puestos de trabajo. El automóvil siempre ha sido una fuente inagotable de trabajo –y de ingresos para el Estado– y la desaparición de un modelo que lleva tantos años en el mercado y está tan ligado a España, merecía volver a ponerse a los mandos de una unidad.
Para la ocasión, Ford nos cedió un Fiesta ST-Line X con el motor 1.0 EcoBoost MHEV de 155 CV, es decir, un semi híbrido que luce la etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico y presume de la segunda terminación más deportiva tras el Fiesta ST. Ya pudimos probar hace tiempo un Fiesta con el acabado ST-Line, pero con el EcoBoost de 125 CV y en versión anterior al restyling, respecto a la cual, en realidad, no hay grandes diferencias más allá de la mejor y más contundente de respuesta del motor. El tacto general del coche, las sensaciones hasta el olor son muy parejos y lo que más destaca es la agilidad del coche en carretera y algunas cosas, para mal, como la posición del selector del cambio o lo pequeños que son los pedales –iguales a los del Puma ST, que también pecaba de pedales canijos–. Cosas, no obstante, con las que se puede convivir sin problemas, aunque a veces te encuentres rascando el aire con la mano derecha en busca de un selector que está más abajo.
De hecho, la posición del selector del cambio es la primera nota negativa que Pablo, el director de espíritu RACER, le puso al coche casi sin subirse, junto al pequeño tamaño de los pedales.
– Pablo: No entiendo por qué ponen la palanca ahí, ¿quién hace los estudios de ergonomía en Ford?
– Javi: Hombre, ala final te acostumbras, yo no lo veo tan mal.
– P: Pues yo solo por eso ya no me compraba el coche.
– J: ¡Qué radical eres! El coche no va nada mal y gasta poco.
Es cierto que el selector del cambio está lejos y abajo, pero creo que no empaña el buen hacer general de todo el conjunto. Es un coche superágil, bastante reactivo y gasta poco, aunque esta parte hay que matizarla un poco; gasta poco si conduces de forma tranquila y sin exprimir en demasía el motor, en caso contrario los consumos suben. Es un motor bastante sensible al tipo de conducción que se hace, a pesar del pequeño motor eléctrico cuya presencia se nota sobre todo en poblado, donde permite iniciar la marcha de forma muy cómoda y ágil, sin que se noten traqueteos ni tirones.
No es un deportivo, pero es rápido
Sin embargo, según la ficha técnica de esta versión, los 155 CV del pequeño EcoBoost dan para mucho. La marca anuncia un 0 a 100 km/h en 8,9 segundos y una velocidad máxima de 215 km/h. No obstante, en la realidad la sensación no es de tener 155 CV bajo el pedal derecho. Y no es por falta de par, pues se homologan 220 Nm a 3.000 revoluciones. ¿Desarrollos del cambio? ¿Una percepción personal? Es cierto que cuando estuvimos probando el Fiesta, también tuvimos el CUPRA Formentor VZ de 310 CV y bajar de uno para subirte en otro es un cambio notable, aunque he de decir que el Fiesta es más rápido en curva, al menos con la monta de neumáticos que tenía la unidad que nos dejó CUPRA.
Es un dato curioso que me contó Miguel tras la sesión de fotos, que hicimos el mismo día. Al parecer, al pasar por una misma curva, con el Formentor hay que frenar ligeramente, pero con el Fiesta se podía pasar sin aflojar. Por un lado, Miguel decía que la sensación que tenía con el Fiesta era de control y de velocidad, incluso afirman que podría haber pasado más rápido.
– Miguel: Cuando llegaba a la curva con el CUPRA, tenía la sensación de que el coche no podía pasar esa curva tal cual iba, necesitaba frenar para recuperar la confianza en el coche. Sin embargo, con el Fiesta tenía la sensación de poder apurar un poco más y pasar más rápido.
– Javi: Pues mira que el Formentor tiene un motor que es una pasada, y además, es una de las versiones más rápidas y teóricamente deportivas, quizá sea por los neumáticos de invierno que monta. Vamos, esto convencido de ello.
Anécdota que no quiere decir que el Fiesta sea más rápido o más deportivo que el CUPRA, ni mucho menos. Es solo una muestra de que el Fiesta ofrece muy buenas sensaciones al volante. La postura de conducción es buena si exceptuamos la posición del cambio, con la columna de dirección muy horizontal y paralela al suelo, un volante de tamaño justo y un grosor casi perfecto –también tiene un ligerísimo mullido muy agradable– y unas piernas que no quedan ni demasiado estiradas ni demasiado encogidas. La dirección, como de costumbre, no transmite nada y es demasiado ligera cuando afrontas curvas a velocidad elevada, pero el resto del coche compensa esa nula retroalimentación.
De regreso al motor, que no parezca que tiene la potencia anunciada también puede ser debido a su cubicaje. No debemos olvidar que el EcoBoost es un tres cilindros de 998 centímetros cúbicos, por mucho turbo que lleve, es un motor pequeño y aunque haya sido premiado internacionalmente, la sensación es la que es: falta fuerza. ¿Corre? Que se las pela, más de lo que parece por el empuje del motor y porque ofrece un gran aplomo a velocidad elevada, aunque a veces parece un poco nervioso si actuamos sobre el volante con brusquedad. Es algo que también puedes encontrar en el Ford Puma ST e incluso en el Ford Kuga –pronto publicaremos la prueba del Kuga Hybrid–.
Como buen chasis Ford, el coche tiene un eje trasero que te deja jugar de vez en cuando. No es un coche que puedas llevar de lado, es un tracción delantera muy ágil, pero si permite que se sienta muy ligero y vivo de reacciones. De hecho, esa sensación, la de ser un coche ligero, es la más predominante de todas –pesa poco más de 1.200 kilos–.
Adiós en el mejor momento
La frase aquella de “siempre se van los mejores” toma cierto significado con el Fiesta. El coche, como conjunto, es superinteresante. Según revistas como Autocar, por ejemplo, el Fiesta es un melocotón: excelente para conducir, refinado y práctico. Y la revista Autocar no es precisamente una publicación cualquiera, es una de las mejores del mundo, así que algo saben de esto.
Por nuestra parte, o al menos por la mía, opino algo similar. El Fiesta es un gran coche, que se va en el mejor momento. Como se decía al comienzo, esta generación del Fiesta es la mejor, aunque ya empezaba a notar el paso del tiempo en cuestiones como el espacio interior. No tiene el éxito que merece, básicamente, porque el tiempo de los utilitarios se agota, se lo come el segmento B SUV y eso provoca que coches como este terminen su vida comercial sin reemplazo. La próxima vez que veamos un Fiesta ya no será lo mismo, habrá mucha digitalización, electrificación total y puede que ni siquiera sea un utilitario, podría ser un crossover. Aprovecha ahora, que todavía quedan unidades en las tiendas.
Datos técnicos
FICHA TÉCNICA | Ford Fiesta | |
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MODELO | ST-Line 1.0 EcoBoost Hybrid | |
MOTOR | Delantero transversal. Tres cilindros con bloque de hierro y culata de aleación de aluminio. Dos árboles de levas en culata y cuatro válvulas por cilindro. 998 centímetros cúbicos, inyección directa, turbo e intercooler. Diámetro por carrera de 71,9 x 82 milímetros y compresión de 10,5:1. Ciclo cuatro tiempos con start&stop. Arrancador/generador eléctrico con batería de 48 voltios y 0,48 kWh. |
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RENDIMIENTO | Potencia máxima | 114 kW –155 CV0– a 6.000 rpm Generador eléctrico con 16 CV |
Par máximo | 220 Nm a 1.750 rpm Generador eléctrico con 50 Nm |
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TRANSMISIÓN | Tracción delantera y cambio manual de seis relaciones | |
DIMENSIONES Y PESO | Largo por ancho por alto | 4.065 x 1.735 x 1.466 milímetros |
Batalla | 2.493 milímetros | |
Peso en vacío | 1.219 kilos | |
DATOS PRESTACIONALES | Aceleración de 0 a 100 km/h | 8,9 segundos |
Relación peso-potencia | 7,86 kg/CV | |
CONSUMOS | Consumo homologado WLTP | 5,1 l/100 km |
Consumo durante la prueba | 6,5 l/100 km | |
PRECIO UNIDAD PROBADA | 24559,31€ –con motor de 125 CV, el único que permite configurar el portal oficial de la marca– |
Javi Martín
Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo. También he escrito un libro para la editorial Larousse sobre la historia del SEAT 600 titulado "El 600. Un sueño sobre cuatro ruedas".COMENTARIOS